Tucumán bajo el agua: de vuelta a la “normalidad”

Tucumán bajo el agua: de vuelta a la “normalidad”
Roberto Delgado
Por Roberto Delgado 09 Marzo 2025

“Por favor, reaccionen”. La suave exhortación del jefe de la Redacción movilizó a los periodistas, que compartían los videos y las fotos que recibían de los ciudadanos que filmaban o fotografiaban desde las veredas o balcones  de sus casas. Algunos, desde sus autos en medio de la correntada; otros, lamentando haber tenido que dejar sus vehículos en medio de la avenida Mate de Luna.

Hubo un video de una persona ciega que intentaba avanzar por una vereda anegada en Villa 9 de Julio. En la misma filmación alguien le gritaba: “¡Por qué no lo ayudás en lugar de filmarlo!” y los que miraban el video asentían.

Hubo quien dijo: -“los periodistas se ven obligados a hacer lo mismo: documentar lo que pasa en vez de ayudar”.

- “Bueno pero ese que filmó el video no es periodista. Los periodistas ayudan haciendo su trabajo e informando a la gente”.

- “Es que ahora mucha gente hace ese trabajo de periodistas porque esos videos los hace la gente común”.

****

“Por favor, reaccionen”. Los fotógrafos habían salido a documentar lo que podían a pie y cuando bajó un poco el agua, en el auto. Varios periodistas llamaron a la Redacción avisando que estaban atrapados en sus casas: no había ómnibus ni taxis para salir al trabajo. Había que esperar que baje el agua.

Una de las primeras medidas fue registrar historias similares ocurridas en emergencias del agua. Bruno Barbaglia, canal sur y avenida Roca, 1999. El torrente se llevó su auto que daba vueltas en el agua mientras él desde adentro llamaba desesperado a su papá. Juan Alejandro Gambarte, ruta 315 en Cebil Redondo, 2017. Viajaba en moto y se lo llevó el agua. Bioquímico Luis Bravo, 2000. Aunque la Policía sabía que el arroyo El Sueño se había llevado el puente sobre la vieja ruta 38, nadie custodiaba el lugar. Bravo cayó con su auto al embravecido arroyo. Hipólito Brozosky, puente Central Córdoba, 2015. Era turista, trató de pasar bajo el puente con su familia sin saber que el agua llega hasta 1,80 m en época de tormenta. Eso lo saben los tucumanos desde hace 80 años. Pero no había cartel de advertencia. Él no pudo salir del auto. Desde entonces hay cartel. Ayer las periodistas de LA GACETA entrevistaron a la familia de Jorge Ariel Britos que falleció hace 20 años en Villa 9 de Julio al ayudar a una pareja a la que se llevaba el agua.

***

“Por favor, reaccionen”, resonaba el pedido hasta altas horas en la Redacción, cuando ya se había hecho un relevamiento sobre árboles caídos, autos perdidos e historias de familias a las que el agua les había entrado 40 cm en las casas y les había arruinado todo. Como ocurría hace 60 años en la zona sur de Yerba Buena, desde la Solano Vera al 200. Alguien se acordó que en la época de Palito Ortega la Rinconada estuvo varias semanas cortada por una larga inundación. Alguien recordó la emergencia de La Madrid de 2017, que sufría la cuarta inundación desde que Menem le había entregado un ATN de 1 millón de dólares para ayudar en la emergencia.  ¿Qué pasó después de 2017? Apenas se hizo un estudio sobre la cuenca del río San Francisco pero de reforestar los 10.000 km2 de bosque arrasados para agricultura en 20 años, de cambiar la forma de cultivar, de rehacer los bañados, nada. “No se avanzó”, dijo Eduardo Martel, vicedecano de Ciencias Exactas, que estuvo empujando el equipo de recuperación de La Madrid.

***

Pero en Yerba Buena se hicieron dos canales enormes: el que está bajo el boulevard 9 de Julio y el San Luis. ¿Cambiaron las cosas? No demasiado. Nada se hizo en el deteriorado Canal Sur ni en el Norte, ni en el Caínzo - Las Piedras. Ni siquiera se habla de la plata que costaría rehacerlos. El ingeniero hidráulico Franklin Adler dice que, además, habría que reformular esos proyectos porque la situación es muy distinta a los años 50-60, cuando se diseñaron. Y advierte que los canales 9 de Julio y San Luis debieron hacerse después de los cursos de agua que debían construirse más al noroeste -desde las calles Salas y Valdés y Las Higueritas hasta la avenida Perón. Esos no se hicieron. Se hizo todo al revés. Por eso la avenida Aconquija se sigue inundando.

***

Hubo un proyecto denominado “Desarrollo de Áreas Metropolitanas del Interior” (DAMI), financiado por el BID, que, según dijo el abogado Benito Carlos Garzón, “es el mayor y fundado estudio del Gran Tucumán” para saber cómo es la sierra de San Javier. Quedó olvidado. Ahora hay intención de encarar otro estudio hidrológico antes de que se permita seguir construyendo en el piedemonte, que es donde la gente quiere vivir y donde han proliferado barrios cerrados en estas úlimas dos décadas.

****

El ingeniero Adler dice que con la tormenta parece que “hemos vuelto a la normalidad”. Añade que el crecimiento de Tucumán ha sido caótico, que no se les dio bolilla a las obras planificadas y considera que olvidamos el pasado hasta que llega de nuevo el agua. “Es como que no tenemos futuro: aplico ese concepto de Kovadloff de que  ‘tenemos un gran pasado como futuro’ ”.

***

“Por favor, reaccionen”. Los periodistas salieron a recoger las historias, las tristezas y los dolores que circulaban por las redes. Por ahí, desde las pantallas de los celulares, alguien preguntó “¿y qué hace el Gobierno? Seguro que van a ir a dar ayuda y todo quedará como siempre”. Alguien dirá que al final llovió mucho pero los daños no fueron tan severos. ¿Fue suerte? Si antes no se hicieron esas obras costosas, ¿qué privado querrá hacer un nuevo Canal Sur? Al Gobierno le vendría bien el pedido: “esto fue un aviso: por favor, reaccionen”.

Temas Tucumán
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios