“Es hoy Tucumán”: Abel Pintos deslumbró con una noche inolvidable

“Es hoy Tucumán”: Abel Pintos deslumbró con una noche inolvidable

Luego de la reprogramación por condiciones climáticas del pasado 24 de enero, el show se llevó a cabo este domingo en Central Córdoba. El estadio vibró con sus canciones en una noche llena de emoción y gratitud.

GRAN NOCHE. Abel Pintos dio un recital que maravilló a sus fanáticos en Central Córdoba. LA GACETA/FOTO DE ANALÍA JARAMILLO

A las 21.10 comenzó un recital que quedará en la memoria de los tucumanos. Después de la postergación el pasado 24 de enero, Abel Pintos regresó a la provincia para brindar un espectáculo en el Club Central Córdoba. Un show esperado en el que la música, la historia y los sentimientos se entrelazaron en cada canción.

No solo fue un espectáculo para disfrutar de su voz en vivo, sino también para presenciar su inquebrantable conexión con el público. Con el paso de los años el bahiense logró consolidarse como una de las figuras más importantes de la música argentina. Su estilo y su entrega en cada presentación lo convirtieron en un referente capaz de traspasar generaciones y géneros musicales.

Entre sus fanáticos que acompañaron la noche con gritos, aplausos y bailes no faltaron las vinchas y los carteles con frases dedicadas al cantante así como aquellos que buscaban llevarse un saludo de su ídolo. Vinchas con luces de colores, abanicos, sombreros y banderas cubrían el club, mientras los celulares se alzaban listos para grabar cada instante.

Cuando las luces se apagaron, el grito del público marcó el inicio del show. Los primeros acordes de "Sueño dorado" resonaron en el aire y en ese momento el cantante apareció en el escenario con una campera negra con flecos en la espalda, jean negro y musculosa blanca. Un aro en su oreja izquierda completaba el look. “Muchas gracias Tucumán, que Dios los bendiga”, dijo antes de continuar con "Creo en ti"y "Sin principio ni final".

LA GACETA/FOTO DE ANALÍA JARAMILLO

El calor pasó a un segundo plano

El cielo estaba despejado. A pesar de los casi 30 grados, el calor no fue un impedimento: en el escenario, todo fluía. El compositor señalaba constantemente a su público en señal de agradecimiento, mientras besos, sonrisas y una conexión genuina llenaban el ambiente. Entre la multitud, muchas fanáticas agitaban pañuelos blancos en el aire, mientras otras coreaban cada palabra.

Cuando sonó "Alelí", el lugar entero se movió. “Qué lindo que canta”, comentó una fan mientras aplaudía marcando el ritmo. Luego con "No me olvides", el humo cubrió el escenario y el bahiense con su mirada y su voz, abrazó al público.

La banda, compuesta por cinco músicos –batería, teclado, bajo, dos guitarras–, acompañaban cada momento. No había coristas mujeres, pero no hacían falta: las fanáticas cantaban constantemente con él. Mientras tanto, dos pantallas gigantes al costado del escenario proyectaban cada detalle.

El artista tomó su guitarra y presentó "Tiempo", modulando su voz en un vaivén de emociones. Luego, hizo una pausa para volver a hablar. “Buenas noches, Tucumán una vez más, todo lo que tengo que decir es simplemente gracias”. Recordó su primera vez en la provincia, en el Festival Atahualpa y también cuando vio un recital de Charly García en este mismo club. Hizo referencia al gran montaje que implica hacer un show de esa magnitud y expresó su sorpresa al notar que cada vez son más las personas que compran una entrada. En ese momento no pudo seguir hablando: el público comenzó a gritar y aplaudir al ritmo de “Olé, olé, olé, Abel, Abel”.

Cuando volvió a tomar la palabra, agradeció la paciencia tras la reprogramación. “Es bueno saber que cuento con su apoyo. Ojalá que disfruten de esta noche. Los quiero mucho. Gracias”. En las primeras filas, luego de cada palabra, muchos aplaudían con lágrimas en los ojos.

LA GACETA/FOTO DE ANALÍA JARAMILLO

Con su guitarra en mano, siguió con Cómo te extraño, acompañado solo por su voz. En el medio de la canción y como si fuera un ritual de conexión con sus seguidores las luces solo lo iluminaban a él. Luego interpretó Quién pudiera y con la banda completa continuó con El mar, Cien años, El adivino, El hechizo y Tu voz. Afuera del club, muchas personas que no pudieron entrar seguían escuchando el recital. Algunos incluso se acercaron a las inmediaciones del predio solo para disfrutar del espectáculo desde el exterior.

A las 23.05, llegó el cierre con "Piedra libre". Entre aplausos y gritos, Abel Pintos dejó una vez más su huella en Tucumán. El eco de su voz siguió resonando en las calles y en el corazón de su público, sellando una noche que quedará en la historia de la provincia.

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