Banderas del Frente Amplio ondean en los balcones por Tabaré Vázquez

El flamante presidente asumirá mañana el primer gobierno de izquierda en la historia de Uruguay.

EN ACCION. Tabaré Vázquez tendrá una dura tarea por delante. EN ACCION. Tabaré Vázquez tendrá una dura tarea por delante.
28 Febrero 2005
MONTEVIDEO.- Miles de personas romperán mañana la habitual monotonía de la capital uruguaya para festejar la asunción de la izquierda en el gobierno, lo que sucede por primera vez en la historia de ese país. La población está expectante por saber cómo el sector conjugará sus promesas de ayuda a los pobres y la disciplina económica.
Las banderas de la coalición Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA) ondean en los balcones y la gente palpita con una silenciosa alegría en los días previos a la asunción del líder de la izquierda, Tabaré Vázquez, como presidente hasta 2010.
El triunfo en octubre del EP-FA, luego de ser oposición durante 20 años, despertó las ilusiones de miles de seguidores de la izquierda, que aguardaron este momento desde la fundación del Frente, hace más de tres décadas. "Tengo fe en la gente nueva porque tiene ideas nuevas. Eso es algo diferente que termina con el desgaste de ver a los mismos políticos de siempre. Ese es motivo suficiente para estar contento", comentó Sebastián Alonso, un estudiante de 25 años.

Cruenta dictadura
La emoción alcanzó tanto a los simpatizantes más jóvenes como a los más viejos, muchos de los cuales debieron sufrir la persecución de una cruenta dictadura militar, de cuyo final se celebran mañana 20 años.
"Es un momento fundamental en la historia del país. Es un honor que me hayan invitado a estar en esta etapa de la transición que comienza", dijo el reconocido escritor uruguayo Mario Benedetti, de 85 años, uno de los miles que debieron exiliarse durante el régimen militar.
Pero el festejo no durará por siempre, ya que el futuro gobierno deberá trabajar duro para concretar sus propuestas -entre las que se destaca un plan de asistencia a los pobres por U$S 100 millones-, sin descuidar los balances económicos.
Uruguay, conocido décadas atrás como "la Suiza de América" debido a su elevada calidad de vida, sufrió una dura recesión de cuatro años de la que comenzó a recuperarse en 2003.
Sin embargo, la pobreza y el desempleo se mantuvieron en niveles elevados mientras miles de uruguayos fueron protagonistas de un éxodo similar al de la dictadura, pero esta vez en busca de un mejor horizonte económico.
Para aplicar sus propuestas, las próximas autoridades de Uruguay conciliaron ideas con quienes debutarán en la oposición, los partidos Nacional y Colorado de centroderecha, que gobernaron durante los años democráticos desde la independencia del país, a mediados de siglo XIX.
En busca de una tregua con los partidos tradicionales, el Frente les ofreció cargos en la dirección de las empresas públicas. Al mismo tiempo, nombró a algunos embajadores de la oposición, algo que nunca había sucedido durante los gobiernos conservadores. (Reuter)

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