16 Mayo 2024
¿Es posible tener miedo al dinero? Los especialistas lo confirman.
Desde miedo al cielo y al color amarillo, hasta fobia a la explosión de globos. La aracnofobia y la claustrofobia son afectaciones ultra comunes comparadas con los miedos más extraños que padecen algunas personas. Si se rastrea en el pasado de cada afectado, todas pueden tener un origen explicable.
Si un miedo habitual puede hacernos dudar de llevar a cabo determinadas actividades, las fobias pueden ser mucho más impactantes. A diferencia de los temores más comunes, estas pueden ejercer condicionamientos relevantes y modificar la vida de quien la padezca.
Las fobias más extrañas
Uranofobia
Las personas padecen un miedo descomunal a la observación del cielo. Muchas veces no está relacionado a un aspecto astronómico, sino a las concepciones que relacionan el firmamento con la religión y la etapa posterior a la muerte. Como es algo difícil evitar verlo, los afectados suelen elegir actividades que no se realicen en espacios abiertos donde el cielo sea un factor predominante.
Xantofobia
Se trata de uno de los miedos más sorprendentes: el miedo al color amarillo. Puede estar producido por situaciones traumáticas sufridas en la niñes, adolescencia o juventud y para lidiar con ella suelen aplicarse terapias cognitivo-conductuales.
Araquibutirofobia
Quines padecen araquibutirofobia tienen un miedo desproporcionado a asfixiarse. A veces puede manifestarse en una imposibilidad para tragar líquidos o alimentos, lo que incrementa el sentimiento de ansiedad al comer. Las técnicas de relajación y respiración controlada ayudan a combatirla.
Omfalofobia
Aunque no es tan extraña, seguramente son muchas las personas que la padecen y desconocían su nombre. La omfalofobia es el miedo a ver o tocar ombligos. La sola presencia de un vientre desnudo puede condicionar el comportamiento de la persona. Puede representar un problema para las relaciones íntimas.
Crematofobia
¿Es posible tenerle miedo al dinero? Eso parece ser, dado que existe la crematofobia: el miedo e incomodidad exacerbada al manejar dinero. Esta fobia impide llevar adelante una vida financiera con normalidad. Quienes la padecen pueden tener sudoraciones y palpitaciones en situaciones de exposición al dinero.
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