Por qué nos cuesta hacer amigos después de los 30 y cómo revertir este problema

Hacer nuevos amigos parece volverse una actividad complicada con el tiempo. Existen razones, así como maneras de cambiar este escenario.

La amistad después de los 30, cómo atravesar esta situación. La amistad después de los 30, cómo atravesar esta situación.
22 Abril 2024

La amistad es un vínculo peculiar. Coincidimos con personas que parecen un reflejo nuestro así como nos hacemos amigos de nuestro opuesto. Con los amigos nos queremos y también peleamos. Sin embargo, llega cierta edad en la que nos cuesta establecer este tipo de vínculos.

Los años pasan y los tiempos cambian. No estamos en la escuela donde el escenario es compartir un lápiz y al segundo la llegada de la tan ansiada pregunta: “¿querés ser mi amigo?”. Pasado el tiempo, los panoramas cambian y los cuestionarios son distintos, incluso pocas veces es repetida esta pregunta, quizás solo se queda en ese momento y tal vez se encierra solo en ese lugar.

Por qué es tan difícil hacer amigos después de los 30: la falta de tiempo y sus estragos

Pocas veces preguntamos a alguien si quiere ser nuestro amigo. En realidad es más bien implícito, la química y la conexión se encargan de realizar el interrogante. Pero con el tiempo la acción de hacer amigos poco se hace con frecuencia. Trabajamos semanas laborales de 50 horas, tal vez nos casamos y tenemos hijos, debemos hacernos cargo de nuestros padres, lidiar con enfermedades, hacernos cargo de un hogar. Un cúmulo de circunstancias por las que tenemos menos tiempo que nunca para cualquier otra cosa.

En un estudio realizado por Real Simple and Families Work Institute, la mayoría de las mujeres entre las edades de 25 y 54 reportaron tener menos de 90 minutos de tiempo libre al día, con un 29% con menos de 45 minutos de tiempo libre. 

“A medida que las personas se acercan a la mediana edad, los días de la exploración juvenil, cuando la vida parecía una gran cita a ciegas, se desvanecen. Los horarios se comprimen, las prioridades cambian y las personas a menudo se vuelven más selectivas de lo que quieren en sus amigos. No importa cuántos amigos hagas, puede aparecer una sensación de fatalismo: el período para hacer “ mejores amigos”, de la forma en que lo hiciste en tu adolescencia o principios de los 20 años, ya casi ha terminado. Es hora de resignarse a amigos situacionales: tipo de amigos, por ahora”, retrató Alex Williams en un famoso artículo del New York Times.

La amistad, un lazo poco obligatorio para atravesar la vida adulta

Y así parece que la emoción de hacer amigos se pierde con el tiempo. Además parece que las amistades ya no son un requisito para sobrevivir en los distintos ámbitos de la vida. Antes el formar estos lazos era una necesidad. Desde el momento en que estamos en el jardín de infancia hasta cuando nos graduamos de la universidad, la creación de amistades es una parte tan importante de nuestro desarrollo social y personal, que casi ni siquiera es opcional. Necesitamos hacer amigos para descubrir quiénes somos, dónde encajamos con nuestros pares, cómo manejarnos en situaciones sociales, y qué personas nos ayudarán con las partes difíciles para crecer como persona.

Luego de un tiempo de vivir en el mundo adulto, vamos dilucidando que las amistades ya no son factor de obediencia para moverse y sortear los desafíos que este nuevo programa propone. Podemos enfrentar la falta de dinero, las enfermedades, la hostilidad del trabajo solos, aunque no sea quizás la mejor manera de llevar los conflictos. Sin embargo, no hacer amigos en los 30 no es un mal que aqueja a esta franja etaria.

Hacer amigos no es difícil, sólo debemos encontrar nuevas estrategias

Podemos hacer amigos, claro que sí. No estamos condenados a perder los afectado por llegar a esta edad. La respuesta está en acudir a otras estrategias. Debemos encontrar otros espacios, frases y maneras para lograr con éxito este objetivo. Para ello, existen algunos consejos para abordar este desafío de la mejor manera:

- Usá servicios online que ofrecen salidas para todo, desde caminatas al aire libre hasta lecturas de poesía y/o fiestas de baile para niños.

- Tomá clases u otras actividades. Podés unirte a un grupo para estudiar algún idioma o un club de lectura son buenos lugares para hacer amigos.

- Unite a algún equipo deportivo o asistí a clases de alguna actividad física. Además tendrás el beneficio de hacer ejercicio.

- Salí con tu perro a pasear; es en estas actividades donde podés encontrarte con tu entorno y conocer gente nueva.

- Otras formas obvias pero aún efectivas de salir incluyen el voluntariado, comenzar un nuevo hobby o, por supuesto, viajar.

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