"Lo que ocurrió en Cromagnon estaba cantado"

"Nadie habla de que no era una bengala perdida, sino de que era parte del show", dice Fabián Cosiansi.

04 Febrero 2005
"Tu jeep no arranca más/
ni siquiera un milagro lo haría salir/ del barro no volverá/
adentro queda un cuerpo/
la bengala perdida se le posó/
allí donde se dice gol", dice la letra de una canción de Spinetta, de la década del 80, que Fabián Cosiansi -rockero y ciruja de discotecas- exhuma con inigualable sentido de la oportunidad. El tema que convoca a la charla con LA GACETA es la tragedia de Cromagnon, una herida abierta en la historia del rock nacional. Este memorioso de la cultura rockera afirma que lo que ocurrió ya estaba cantado. Y que parte de la culpa la tiene un sistema que propicia éxitos efímeros y concursos parecidos al circo romano.

- ¿El rock es hoy más una actitud que un género musical?
-En algún punto, sí. Los grandes rockeros, tipos como Clapton o los "Rolling", tienen de rockeros el espíritu de búsqueda. La esencia del músico de rock es ese margen de rebeldía necesario como para que no te importe demasiado dónde te metés.

-¿Cambió el público de rock?
-Sí, "Soda Stereo", que llegó a ser la banda más importante de Sudamérica, empezó a tocar en el Einstein para 100 personas, y nunca hubo incidentes. Las bandas tipo "rolling" que se dicen herederos de los Rolling Stones, pero que musicalmente están muy alejados, como "Intoxicados", "La mancha de Rolando", la "25" o "Callejeros", hacen una música muy elemental, pero congregan a muchos chicos.

- ¿Por qué congregan?
- Hay algo de vincular a determinada banda con la cancha, con la pasión de seguir a esa banda. En los 80, "Sumo", la banda "under" por excelencia, llevaba muchísima gente. Y ya había camisetas, y gente que seguía a sus bandas. Pero antes de Cromagnon, en un suplemento de rock se promocionaban los recitales de estas bandas con "todos los trapos (banderas), todas las bengalas"...

-Los recitales convertidos en un clásico Boca-River...
-Sí. Hoy, la relación que entablan una banda y su público es mucho más exterior, más efímera que la que se establecía antes. Hoy hay concursos en los que 500 bandas van a pelearse por un lugar en Cosquín. Parecería que es el único espacio en el que podés tocar; que cuando más gente te aplauda, cuando más gente te vote, todo será mejor. Y no es así. Cuando más gente arrastrás, significa que tu banda es superexitosa, y en cierta medida es así. Pero, ¿cuánto dura el éxito de la "25" o de "Intoxicados"? Hoy tiene que ser todo instantáneo, hay que llenar ya 1.000 estadios, hay que vender ya miles de discos, y eso porque todo es tan efímero.

-¿Cómo incide ese "aceleramiento" en la creatividad?
-Le mete al músico mucha presión... pero depende de cuál sea tu objetivo. Si yo pensara distinto, me inscribo en Cosquín Rock. Pero la postura de mi banda es hacer música, poder tocar. Y eso es un problema, porque en Tucumán el circuito rockero es muy chico -el Aleph, Plazoleta Mitre, el Centro Juan B.Terán y un par más-. Lo de Cromagnon hizo saltar la falta de seguridad, y la gente empieza a cuidarse. Me parece que ese circuito va a resentirse. Habrá que hacer lo que se hizo siempre: generar un espacio.

-¿Cómo se vinculan los rockeros viejos y los jóvenes?
-Hoy hay bandas muy importantes que son en parte herederas de "La Insignia". Y otras están influenciadas 100% por "Karma Sudaca". Tony (Molteni) baja línea. Y hay cantantes que quieren imitarlo, pero Tony tiene magia. El ha hecho escuela en eso de subirse a un escenario y decir cosas, aunque a muchos les suene como demagogo. "Karma" llena Caja, suena en la radio todo el día, tiene merchandising.

-¿Es consumo cultural o adhesión al espíritu de la banda?
-En Tucumán hay gente con una gran sensibilidad musical, pero son grupos minúsculos. En la época de "La Insignia", lo máximo que podíamos reunir eran 600 personas. Y nuestra banda era de muchísima energía. Pero la gente se quedaba quieta, y escuchaba lo que le estabas diciendo, y le llegabas con las letras. Era un público que iba a escuchar. No quiero decir que sea mejor, ni peor.

-¿La tragedia de Cromagnon se explica en parte en esa realidad?
-La bengala no es la bengala perdida de Spinetta. En los 80, un hincha de Boca tiró una bengala y mató a otro de Racing. Spinetta hizo un tema, "La bengala perdida". Y esa tragedia era la desubicación de un tipo aislado. Pero la bengala de Cromagnon no es la bengala perdida. Ahí, todo el mundo sabía que había bengalas, como bien lo señalaban los espacios publicitarios de los suplementos de rock. El tema es que nadie habla de que no era una bengala perdida, sino de que era parte del show.

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