Dos seres monstruosos se unen ante una amenaza común

En el imaginario popular de enormes seres monstruosos, hay dos que se recortan sobre el resto. Los nombres se apilan, pero en toda lista que se elabore aparecerán el gran gorila prehistórico King Kong y el ser anfibio derivado de la era atómica Godzilla, expresiones de dos tiempos históricos muy distintos pero igualmente atemorizantes y horribles.

Ambos, asimismo, han deleitado a las audiencias desde hace décadas. Hace tres años se reunieron en pantalla y ahora repiten la fórmula, con nueva historia para desarrollar. “Godzilla x Kong: el nuevo imperio” es la película dirigida por Adam Wingard, secuela de la que estrenó en 2021, producida por Legendary Pictures y distribuida por Warner Bros. Pictures, quinta entrega de la franquicia MonsterVerse y el estreno más esperado de la semana en las salas de la Argentina, ideal como un pasatiempo liviano en un fin de semana extralargo para quienes no tengan programado ningún viaje.

Los protagonistas exceden la presentación simple. Este es el filme número 38 que tiene a Godzilla en el cine, y a su vez la película número 13 de King Kong. En esta oportunidad, está protagonizada por Rebecca Hall, Brian Tyree Henry, Kaylee Hottle (el trío repite sus papeles de la propuesta anterior), Dan Stevens, Alex Ferns y Fala Chen.

En la trama, la rivalidad por el dominio del mundo (en su superficie y en su interior) es puesta en pausa. Kong se encuentra con más miembros de su especie en la Tierra Hueca y debe unirse con Godzilla para evitar que su líder tiránico y un poderoso Titán que cambia el clima destruyan la superficie del planeta. Los otrora enemigos suman fuerzas para evitar la destrucción masiva ante una amenaza escondida, lo que permitirá profundizar en las historias de estos seres y sus orígenes, así como en los misterios de la Isla Calavera y otros territorios inexplorados. La aparición del peligroso Skar King, cuya envergadura es apenas inferior a la del dúo principal: todos rondan el centenar de metros erguidos.

La idea de reunir a los monstruos (protagonistas excluyentes de la producción, mucho más que los miembros del elenco o incluso la historia que se cuenta) surgió luego de los últimos filmes por separado que los tuvieron al frente, en 2017 para Kong y dos años más tarde para Godzilla. Fue un éxito arrollador pospandemia, cuando las salas reabrieron a un público ávido que las colmó y les dio una recaudación global superior a los U$S 427 millones. Y sin contar con los ingresos por streaming.

Pero los dos tienen mucho recorrido individual, inspirados en los kaiju clásicos, pero con identidad autónoma: el gigantesco mono debutó en el cine en 1933, en una realización de RKO Pictures y en su haber tiene series de televisión, libros, videojuegos, cómics, dibujos animados, atracciones en parques temáticos y una obra de teatro, aparte de haber inspirado otras películas y de permitir un enorme merchadising; mientras que Godzilla triplica en cantidad de filmes (sobre todo dentro del mercado japonés y asiático) pese a que su llegada a la pantalla grande fue en 1954. Coinciden en ser reptiles prehistóricos, pero el origen del último deriva del lanzamiento de las bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki, punto de inflexión de la sociedad nipona.

Wingard disfruta como pocos el lugar que ocupa en la secuencia de esta franquicia. “Es un honor para mí formar parte del legado de la filmografía de dos personajes tan icónicos del séptimo arte. Ha sido muy emocionante regresar con una secuela; al final de esa producción, sentí que estaba entrando en otra zona, que tocaba hacer un tipo diferente de película de monstruos. Había muchas incógnitas en lo referente al tipo de producción que queríamos hacer. Quería alejarme completamente de lo que se había hecho y la clave está en el enfoque del tema principal. Quería la película estuviera narrada desde el punto de vista de los monstruos. De ahí, que haya muchas secuencias que son muy visuales y no haya diálogos, que todo se narre desde cómo reaccionan. Atrae la idea de hacer una trilogía, pero dependemos de la respuesta de la taquilla. Sé a dónde me gustaría llegar y cómo continuar. Hay mucha historia por contar y se puede hacer de maneras que sean innovadoras”, sostuvo el director.