Signos

El “Ananga Ranga”, así como el Kama Sutra, constituye una de las más antiguas enciclopedias del amor sexual. Hindú, fue originalmente escrito en sánscrito por Kalyana Malla en el siglo XVI para instruir en estas artes a una joven de la casta de los poderosos. A pesar de su antigüedad, muchas de sus propuestas tienen vigencia. A otras -curiosas, originales- vale la pena recordarlas.

En uno de los capítulos, el poeta hace referencia a los signos que revelan que una mujer está enamorada: “Peina y alisa continuamente su cabellera, por deseo de agradar. Rasca su cabeza para atraer la atención. Acaricia las mejillas para excitar a su marido. Se alza la ropa sobre el pecho, aparentando reajustársela, pero dejando los senos semidescubiertos. Muerde su labio inferior como si lo masticara”. También señala que por momentos la mujer enrojece, “resultado de sus propios delirios”, y permanece sentada en un rincón, inmóvil, “abatida de concupiscencia”.

Otra señal inequívoca: “abraza a sus amigas, riendo alto, pronunciando dulces palabras, con bromas, con equívocos, para los que desea y provoca respuesta”. Sonríe con una mejilla, arrastra el pie en su andar, y se estira innecesariamente, con cualquier pretexto. A veces, se mira los hombros y por bajo los brazos. También “balbucea, no habla claro ni distintamente”. Y se le suman la tendencia a suspirar y sollozar sin motivo, y a bostezar expresando “deseo de tabaco, de comida o de sueño”. Y a “arrojarse a través en el camino de su esposo y no retirarse fácilmente”.

El sabio hindú también se refiere a los signos de indiferencia que se han de advertir en la mujer: “cuando la pasión carnal comienza a debilitarse, la esposa no mira ya a la cara de su marido”. Si él pregunta alguna cosa, “ella manifiesta repugnancia en responderle”. Del mismo modo, “si el hombre se aproxima a ella y parece de buen humor, ella se aflige”, pero si la deja, “ella da muestra de contento”.

¿Y qué pasa en la cama? La mujer indiferente evita las caricias amorosas y se alarga tranquilamente para dormir. Y por si esto fuera poco “no tiene más que malos sentimientos para los amigos de su marido, ninguna clase de respeto ni reverencia para con su familia”.

Pero… ¿qué es lo que lleva a las esposas a caer en semejante estado? Kalyana Malla enumera las principales causas:

- Las estancias en su Maher (casa de la madre), cuando debieran ellas morar en casa de los padres de su marido.

- El trato con personas depravadas de su propio sexo.

- La ausencia prolongada de su marido.

- La frecuentación de hombres groseros y licenciosos.

- La pobreza y la falta de buena alimentación y de vestidos.

- La turbación de ánimo, la tristeza, las contrariedades que les causan tedio y desaliento.

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