La ciencia responde: ¿Los hijos se parecen más a su padre o a su madre?

La ciencia responde: ¿Los hijos se parecen más a su padre o a su madre?

Diversos estudios han teorizado y buscado echar luz a este gran interrogante.

EL MÁS PARECIDO. Las teorías buscan comprobar si el es igual al papá es cierto. EL MÁS PARECIDO. Las teorías buscan comprobar si el "es igual al papá" es cierto.
13 Marzo 2024

Quizás una de las esperanzas que los padres tienen cuando sus hijos nacen es el comprobar si se parece más a un progenitor que al otro. Así, cuando una madre da a luz a un bebé que tuvo en su vientre por nueve meses, probablemente espere que su hija o hijo luzca como ella. Pero los resultados de diferentes investigaciones así como las teorías populares han sostenido por un largo tiempo que los bebés se asemejan más a su padre.

Una hipótesis difundida por mucho tiempo fue que los genes del padre resultaban más determinantes que los de la madre y que por ende los rasgos físicos de un hijo dependían en su mayoría del masculino. Además esto era sostenido por diferentes madres que a la hora de preguntar a quién se parecía más su recién nacido, los consultados daban la respuesta que sustenta a la teoría: al padre.

Una investigación un tanto indignante: los hijos se parecen más a sus padres por una razón evolutiva

Artículos como el de New York Times publicado en 2005 sostiene fuertemente estas conclusiones, sustentadas en un estudio realizado en 1995 que tiene fundamentos un tanto cuestionables. Esta investigación puso la pregunta a prueba convocando a 122 personas para que intenten relacionar las fotos de bebés que ellos no conocían, con fotos de sus madres o padres.

Las conclusiones fueron las esperadas para sostener la hipótesis: los miembros de los grupos emparejaron correctamente a la mitad de los infantes con sus padres, pero la tasa de éxito fue mucho más baja cuando intentaron emparentarlos con la madre.

Este estudio además recibió una conclusión bastante extraña y lo suficientemente indignante para muchas mujeres y madres. La explicación a los resultados fue una teoría evolutiva: “El fenómeno es un test natural de paternidad”. Según este postulado, el padre, a diferencia de la madre, no siempre puede estar seguro de que un bebé es suyo. Si este encuentra un parecido, los autores argumentaron, entonces él sabrá que la niña o el niño es suyo y estará más dispuesto a protegerlo y cuidarlo, beneficiando tanto al padre como la madre.

La desestimación de las teorías: se trata de una cuestión de percepción

Una teoría muy patriarcal que pronto fue destronada por muchas mujeres. Este fue el caso de Ariel Ramchandani en un artículo del medio “The Atlantic”, quien cuestionó los argumentos de diversos especialistas que teorizaron lo mismo. “Es un concepto retrógrado pensar que mi marido necesite que nuestro hijo se parezca a él para que este se comprometa en cumplir su rol de padre”.

Así Ramchandani propuso otra teoría que parece tener mayor sustento racional, destacando que los investigadores llegaron a un acuerdo en un punto. La cuestión más clara es que no se trata de la real apariencia y similitud, si no que la mayoría de las personas percibe un parecido. “Independientemente si el bebé luce más parecido a su papá, es la percepción de que el bebé comparte un parecido con este”, explicó Steven Platek, psicólogo evolutivo que estudia este interrogante.

Así parece ser una cuestión más de percepción que otra cosa. Algunos atribuyen que el tiempo compartido con un hijo puede influir en el pensamiento de que este se parece más a su progenitor. Sin embargo desde la genética, los parecidos son al azar y ninguna carga es mayor, tanto el padre como la madre aportan la misma cantidad de genes.

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