La idea de Diego Flores da sus primeros pasos en San Martín de Tucumán

La idea de Diego Flores da sus primeros pasos en San Martín de Tucumán

Finalizada la etapa de amistosos, la versión 2024 del "santo" dejó en claro lo que quiere; ahora debe trabajar para aceitar los detalles.

SEMANA CRUCIAL. Flores deberá pulir detalles de cara al debut en el torneo. LA GACETA/ Foto de Inés Quinteros Orio. SEMANA CRUCIAL. Flores deberá pulir detalles de cara al debut en el torneo. LA GACETA/ Foto de Inés Quinteros Orio.

“Encerar y pulir”. Aquella frase del “señor Miyagi” en Karate Kid fue una de las grandes enseñanzas del cine moderno. Hoy, San Martín de Tucumán vive algo similar con Diego Flores, quien sería el “sensei” de un equipo que todavía se encuentra en formación. Así, concluida la pretemporada, ¿qué nos puede mostrar este “santo” modelo 2024?

A 49 días de su asunción como nuevo entrenador, “Traductor” empezó a mostrar algunos atisbos de su idea de juego; mientras que sus pupilos se calzaron el kimono “rojo y blanco” y comenzaron a acatar los principales fundamentos de su idea: intensidad, vertiginosidad, salida limpia y velocidad. Cuatro pilares que todavía se encuentran en construcción y que intentarán ir afinando a lo largo del torneo.

El cordobés apeló a una de las máximas más famosas de Sun Tzu, uno de los padres de la filosofía oriental: “no hay mejor defensa que un buen ataque”. De esa manera, Flores busca consolidar un equipo asfixiante con una gran generación de conexiones en el medio campo y, sobre todo, que no desaproveche ningún aspecto del juego para poder doblegar a sus rivales.

En las cuatro pruebas (en las que se jugaron ocho amistosos de distinta duración), San Martín marcó ocho tantos exponiendo esta cualidad. Cuatro fueron provenientes de la nueva delantera: Junior Arias marcó por duplicado frente a Central Norte de Salta; mientras que Gonzalo Klusener hizo lo propio, contra Güemes de Santiago del Estero y Gimnasia y Tiro de Salta.

Mateo Acosta, en tanto, fue el único “9” que todavía no pudo convertir. Aunque aseguró que este año tiene sed de “revancha” con respecto a lo que fue la pasada temporada (solamente pudo marcar dos goles en los 11 partidos que jugó en el “santo”). “Ojalá podamos corregirlo. Estoy trabajando para eso”, confesaba, días atrás, sobre la sequía que arrastra con San Martín.

Si bien hubo algunos encuentros en los que implementó un dibujo táctico con doble “9”, el entrenador tiene predilección por el juego por las bandas. Así, el 4-3-3 fue el esquema más utilizado durante la preparación; por lo que Gonzalo Rodríguez, Mauro Verón y Joaquín Ibáñez son las opciones que el entrenador analiza para aprovechar al máximo el juego exterior. No obstante, suele mutar de figura dependiendo las necesidades del partido y el planteo que realiza del rival.

Dentro de la filosofía del entrenador, atacar no sólo es una tarea que corresponde a los delanteros y a los volantes ofensivos, sino que también a los defensores. Además de buscar que los laterales se sumen al ataque por las bandas, el entrenador trabaja minuciosamente el juego aéreo y la pelota parada, siendo un recurso más dentro de su repertorio. “Es importante trabajarla porque nos va a ayudar a destrabar los partidos cerrados”, explicaba el DT, luego del duelo frente al “gaucho” en el que Juan Orellana marcó uno de los tantos de cabeza.

En relación a lo defensivo, Flores fue mutando en la zaga central titular. A priori, el oriundo de Taruca Pampa parece ser una fija ya que fue el único zaguero que fue parte del equipo titular en todos los amistosos. Este motivo lleva a pensar que Agustín Dattola, Iván Zafarana y Diego Mastrángelo competirán por el puesto restante.

Tiago Peñalba fue la gran aparición de la pretemporada. El ex 9 de Julio de Rafaela mostró muy buenas cualidades (desde la salida limpia hasta la firmeza en la marca) para desempeñarse como lateral derecho y sería un refuerzo “extra” en esa zona. Aunque, para seguir dentro del “11”, deberá competir con Gonzalo Bettini, quien llegó en la última semana.

Darío Sand sigue con la misma solvencia que mostró el año pasado por lo que, por ahora, es el dueño del arco del “santo”. Si se contabilizan los cuatro partidos que disputó, solamente le convirtieron un gol (en el empate 1-1 frente a Güemes) por los que tuvo tres vallas invictas en este período.

Las mayores dudas (de acuerdo a lo que se vio) de Flores pasan por el medio campo. Si bien en los últimos amistosos Matías García fue el titular, Gustavo Abregú se posicionaría como el “5” en el comienzo del campeonato. También, Matías Kabalín tiene su “revancha” personal (debido a la lesión que lo marginó en todo 2023) y se posicionaría como una variante a seguir.

Su claridad en el pase inicial y el sacrificio defensivo hacen que posea características esenciales para el puesto.

DE LO MEJOR. El sábado, Cuevas ingresó en el complemento y dejó en claro que puede ser el conductor DE LO MEJOR. El sábado, Cuevas ingresó en el complemento y dejó en claro que puede ser el conductor

Asimismo, todavía no están definidos quiénes serían los generadores de juego. Juan Cuevas dejó buenas sensaciones y pica en punta para convertirse en el “cerebro” del “santo”. Pablo Hernández, otro de los experimentados, continúa con su proceso de puesta a punto. “Estoy dando lo mejor para llegar de la mejor manera”, comentaba.

Iván Molinas fue otra de las sorpresas. Movedizo e incisivo, el ex Alvarado dejó gratas sensaciones y está dispuesto a pelear un puesto dentro del “11”; mientras tanto, Leonardo Monje continúa con su adaptación a la posición de mediocampista interior, aunque sus mejores destellos se observaron cuando intentó recostarse por la banda.

Pese a todo esto Flores, al igual que Miyagi lo tiene claro: San Martín está aprendiendo a pararse, para luego poder volar. Es una regla de la naturaleza.

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