ACTO DE ARROJO
Hace unos días, un obrero que realizaba tareas en el shopping de Yerba Buena recibió una descarga eléctrica y cayó al vacío desde siete metros de altura. La Providencia quiso que el empleado de seguridad privada Fabián Abad, de servicio en el lugar y que observaba las tareas, se arrojara al suelo en valerosa acción para amortiguar la caída del accidentado, lo que le salvó milagrosamente la vida. Pongo como ejemplo y consideración de mis conciudadanos este acto de arrojo y de desprendimiento humano.
Jorge Martínez Zavalía
San Francisco de Asís 185
Yerba Buena-Tucumán
INSEGURIDAD
El domingo 23, entre las 13 y las 18, aproximadamente, mi hija y su esposo estacionaron su automóvil en Maipú al 300, cerca de calle Córdoba. El vehículo fue abierto por desconocidos; rompieron las cerraduras de las dos puertas y se llevaron del interior todo lo que quisieron. Alrededor de las 19 me dirigí a la Dirección de Patrulla Urbana, ubicada a 150 metros de donde ocurrió el hecho. Pedí hablar con el responsable de esa repartición. Me atendió el oficial Albornoz, que en muy buen tono me explicó que no contaban con el personal suficiente para realizar una vigilancia eficiente, especialmente en esta época del año, cuando la mitad del personal está de vacaciones. Además, dijo que los requerimientos cada vez más frecuentes de distintas zonas aledañas a la ciudad los obligan a destinar agentes a esos lugares, por lo que disminuye la vigilancia del centro de la ciudad. En el horario en que se produjo el hecho había una consigna policial que, según me explicó el oficial Albornoz, debía estar ubicada en Córdoba y Junín. Había otro agente en Mendoza y Maipú, que también debe realizar el mismo control y no había asignado ningún agente en la esquina de Maipú y Córdoba, lugar donde se produjo el hecho delictivo. Otro hecho que quiero destacar es que la agente que tenía que hacer el recorrido por Córdoba al 700 estaba, entre las 17 y las 18, conversando con los encargados de las guarderías de esa cuadra. Por otra parte, si estos delitos ocurren a plena luz del día, a escasos metros de donde funciona la repartición que realiza la vigilancia urbana, no quiero pensar lo que ocurre en los otros puntos desguarnecidos de la ciudad. Es hora de que los agentes estén mucho más atentos para vigilar y controlar los movimientos de los sospechosos, sin distraerse en otras actividades.
Roberto Hurtado
Córdoba 714
S. M. de Tucumán
LEY DE LEMAS
Cuando LA GACETA publicó las declaraciones del gobernador en las que refería que un miembro del alto tribunal provincial le deslizó que la futura elección de convencionales debía hacerse con la derogada Ley de Lemas, la Corte Suprema de Justicia no acusó impacto alguno (por lo menos públicamente). Pero cuando en soledad, Rodolfo Danesi -a la sazón, uno de los legisladores independientes- recordó tales declaraciones, presenciamos actos de repudio por parte de aquel órgano silencioso. Ante ello me pregunto: ¿estaremos en presencia de un orquestado programa de resurrección de la derogada Ley de Lemas? Si así fuera (espero equivocarme), Dios nos libere de los representantes así conseguidos.
Luis Vides Almonacid
La Madrid 561
S. M. de Tucumán
GEORGE BUSH
El discurso pronunciado por el presidente de los EE.UU., al reiniciar por cuatro años más su mandato, nos obliga a la reflexión. Cuando uno comienza a vigilar el orden del mundo es que tiene algo podrido en casa, debajo de la alfombra. Entonces es necesaria una justificación moral para defender la propia culpa. Hay que estimular la santurronería popular, la ignorancia, el fanatismo, la superstición y la histeria colectiva, lo cual nos lleva a la caza de brujas y a la intransigencia de todos los que se sienten súbitamente llamados a defender sus elevados principios. No soy demasiado viejo como para decir que ya lo vi todo; sólo le pido a Dios que este "mesías" no nos precipite a un holocausto mundial.
Luis E. Suayter
Juan Luis Nougués 1.604
S. M. de Tucumán
UNA TORTURA
Utilizar los servicios que prestan las líneas de ómnibus urbano 3 y 10 es una tortura. En primer lugar, porque los usuarios de esta poblada zona (Lavalle al 3.400) deben esperar a las unidades generalmente más de 40 minutos; esa espera puede llegar a extenderse hasta más de una hora, Y en último caso no levantan pasajeros, porque aducen que el coche está fuera de servicio por problemas mecánicos. Las unidades evidencian las huellas de un abandono total; si hace frío, las ventanillas no se cierran; cuando el calor y la humedad nos agobian, es imposible abrirlas. Todo está cubierto de tierra y basura; jamás se limpian durante el servicio. La mayoría carece de burletes y de colizas; el golpeteo de los vidrios entre sí y en los rieles desnudos es enloquecedor. Muchos coches no tienen pasamanos en las puertas de ingreso, ni en las de bajada; hay que asirse de donde sea; la ropa y las manos del pasajero quedan cubiertas de grasa. Es hora de que las autoridades municipales, en especial el Concejo Deliberante, que por mandato ciudadano tienen el deber de tomar las medidas respectivas, lo hagan, en salvaguarda de los derechos del usuario, ya que somos víctimas directas de tales arbitrariedades. Por último, me pregunto: ¿con qué autoridad moral los empresarios -al menos de las líneas 3 y 10- representados por Aetat peticionan que se aumente el precio del cospel y de los abonos?
Luis Francisco Fernández
Lavalle 3.460 (Casa 12)
Bº Indiana -S. M. de Tucumán
PERROS VAGABUNDOS
El editorial del 24/1 define con claridad los inconvenientes que acarrea la presencia de canes vagabundos en la ciudad. Hace hincapié en la necesidad de alojarlos en el predio, ahora municipal, denominado Cenara -(Centro de Adaptación y Reubicación Animal)-, un nombre que suena a Primer Mundo. El albergue es un viejo depósito de materiales de la ex Agua y Energía, ubicado en la avenida Francisco de Aguirre al 1.500. Funciona en un edificio deteriorado por la falta de mantenimiento, sin estructura para albergar a los cientos de perros que invaden la ciudad. Cada vez que la Municipalidad encara una campaña de erradicación canina, obligada por la prensa, los vecinos temblamos ante la posibilidad de ver incrementado el número de perros alojados allí. Columnas de humo con olores desagradables invaden nuestros hogares a la hora de preparar el almuerzo para la colonia canina; hay invasión de moscas y de alimañas en todo el barrio, y olores nauseabundos; ladridos en horas nocturnas; animales que se escapan y vagabundean por la zona. Los niños pueden contraer tipos de enfermedades infecto-contagiosas. La Municipalidad posee un predio en la ruta 314, de varias hectáreas de extensión, donde se podría construir un albergue con una buena infraestructura para alojar a los canes; así, se los alejaría de los centros poblados. Los vecinos quedaríamos agradecidos. El señor intendente y los concejales tienen la palabra.
Hugo César Navarro
Av. F. de Aguirre 1.582
S. M. de Tucumán