Sexualmente hablando: “Mi vida secreta”

Sexualmente hablando: “Mi vida secreta”

Sexualmente hablando: “Mi vida secreta”

Como es sabido, la “época victoriana” se refiere al reinado de Victoria I de Inglaterra, que se extendió durante buena parte del siglo XIX. Caracterizada por un puritanismo extremo, previsiblemente coexistió con un bajo mundo que reflejaba justo lo opuesto, como una reacción a tantos controles y restricciones. Un ejemplo es “My Secret Life” (“Mi vida secreta”), obra de dudosa autoría y un éxito de ventas durante décadas. En ella “Walter” -probablemente un noble de insaciable apetito por las mujeres- describe sus hazañas sexuales.

Si bien los críticos afirman que se trata de un texto repetitivo, desorganizado y de calidad literaria insignificante, no deja de ser un testimonio social de lo más raro y valioso, que aporta una franca discusión sobre cuestiones sexuales y otros aspectos ocultos de la vida victoriana. Prácticamente la única fuente de información sobre las casas de prostitución de Londres, en las que “Walter” se regocijaba, ha sido calificado como “uno de los libros más extraños y obsesivos jamás escritos”.

¿Amor o misoginia?

La mayoría de las mujeres que pasaron por la cama de “Walter” eran “mujeres alegres” (prostitutas) de clase baja o de zonas rurales. Una de ellas, proveniente de Marseilles, “tenía dos vaginas”. Aunque el autor no demuestra ser un gran defensor de la igualdad sexual, muchos lectores aseguraron haber encontrado un sesgo de amor hacia las ellas y hacia el placer sexual. Otros consideran la obra sólo un puñado de fantasías misóginas provenientes de una mente degenerada.

Por ejemplo, plantea una justificación moral para tener sexo con vírgenes: “Es mucho mejor que un caballero posea por dinero, antes que el hijo de un carnicero lo haga por nada. El destino de estas chicas es que las posean de jóvenes, ninguna norma social o legal lo puede prevenir”.

“Mi vida secreta” apareció por primera vez en una edición privada de 11 volúmenes (más de 4.000 páginas) a expensas del autor, incluido un índice imperfecto, que se publicó a lo largo de siete años a partir de 1888 aproximadamente. En el siglo XX fue pirateada y reimpresa en varias versiones abreviadas que con frecuencia fueron suprimidas por obscenidad. En 1932, por ejemplo, un editor de Nueva York fue arrestado por publicar los tres primeros tomos. En Estados Unidos finalmente fue lanzada sin censura en 1966 por Grove Press, pero en 1969 Arthur Dobson, un publicista británico, fue condenado a dos años de prisión por reimprimirla en el Reino Unido. No fue hasta 1995 que Arrow Books publicó abiertamente la obra en su totalidad.

“Walter”

No existe un consenso académico acerca de la identidad de “Walter”. El sugerido con más frecuencia es Henry Spencer Ashbee (1834-1900), coleccionista de libros, escritor y bibliógrafo.

Bajo el seudónimo “Pisanus Fraxi” escribió tres extensas bibliografías eróticas: “Índice de libros dignos de ser prohibidos” (1877), “Cien libros dignos de ser escondidos” (1879) y “Cadena de libros dignos de ser silenciados” (1885).

Curiosamente, se destacó por tener una monumental colección de libros enfocada en dos intereses puntuales: Cervantes y literatura erótica. De hecho la Real Academia Española lo nombró Miembro Correspondiente en 1896.

Ashbee donó su colección al Museo Británico con la condición de que los ejemplares eróticos también fuesen aceptados. Los administradores del museo, interesados por el material relacionado con Cervantes, recibieron todo el legado, pero terminaron destruyendo gran parte de lo que consideraron obsceno.

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