El gabinete de Jaldo, con un alto perfil político

El gabinete de Jaldo, con un alto perfil político

El duro cuadro político y socioeconómico obliga a los ministros a levantar el perfil para atender las demandas de la sociedad.

El gabinete de Jaldo, con un alto perfil político

¿Cuál es el perfil del gabinete que acompañará a Osvaldo Jaldo en los cuatro años de gobernación? En un año difícil en materia electoral, con tantos frentes políticos, económicos y sociales abiertos, el futuro mandatario provincial apeló a un elenco que se caracteriza por haber pasado varias batallas políticas. A diferencia de lo que ha sido el elenco del actual gobernador Juan Manzur, eminentemente técnico, Jaldo apeló a hombres y mujeres con un carácter contestatario mucho más visible que los funcionarios que dejarán sus puestos el domingo que viene.

Darío Monteros llega al Ministerio del Interior con la experiencia de dominio territorial y el contacto permanente con dirigentes y punteros de distintos puntos de la provincia. Su trabajo se focalizó en la sección Este, comandando el municipio de Banda del Río Salí, el de mayor caudal electoral en el interior. La tarea no le será sencilla. Monteros tendrá que convencer a los 18 intendentes del interior sobre la nueva relación Provincia-Municipios sin Pacto Social, pero con refinanciación de la deuda a 20 años posiblemente, con un año de gracia. En ese proceso, tendrá que estar atento a las demandas de asistencia transitoria de aquellos jefes municipales que no alcancen la meta fiscal para autofinanciarse. Su tarea no concluye tan sólo en esas jurisdicciones: también tendrá que estar atento a las demandas de obras de las 93 comunas rurales. Para eso se apoyará en una dotación de entre 12 y 14 coordinadores territoriales que escucharán la demanda de los vecinos y, en lo posible, facilitar las soluciones antes que los problemas se conviertan en conflictos sociales.

Regino Amado ya es un experimentado en la cartera de Gobierno. Su rol será tratar de contener a los gremios frente a una situación económica difícil, en la que la inflación causa constantes demandas de los gremios estatales para actualizar las remuneraciones de los casi 110.000 agentes públicos. El monterizo se caracterizó por ser conciliador, anteponiendo la negociación antes de que estallen los conflictos. Ese protagonismo ha tenido hasta ahora Carolina Vargas Aignasse, tal vez la ministra de más alto perfil en la gestión de Juan Manzur. Amado se apoyará en Mario Racedo para fortalecer la relación interpoderes con la Justicia, y en Raúl Albarracín, el radical que puede servir de mediador ante las fuerzas políticas de la oposición. César Torres, desde la Secretaría de Trabajo, será uno de los escuderos del actual vicepresidente primero de la Legislatura, por su conocimiento de la estructura gremial, ya que es el secretario general del distrito Tucumán de la CGT y líder del gremio de los Camioneros.

Daniel Abad tal vez sea el ministro de Economía y Producción de más alto perfil político desde el paso de propio Jaldo, de José Alperovich y de José Alberto Cúneo Vergés, por mencionar a algunos dirigentes dentro del peronismo que subieron el tono a un área complicada. Consultor privado y con paso por el Ministerio de Salud Pública, Abad se ha convertido en uno de los hombres influyentes en el armado de la nueva estructura. Bailará con la más fea, como se dice en la calle. Si bien hay previsión para pagar, en tiempo y en forma, el sueldo estatal hasta fines de año, tendrá que buscar la manera de que la Provincia deje de usar, paulatina y gradualmente, el descubierto en el agente financiero de la provincia. En otras palabras, las restricciones en el gasto deben ser una constante para generar un ahorro de unos $ 15.000 millones mensuales para romper con aquel endeudamiento de corto plazo y mostrar autonomía financiera en la gestión. Afiliado al Partido Justicialista desde 1983, Abad también fue determinante en la nueva conformación de autoridades del área de salud.

Federico Masso llega a un gobierno peronista por su trabajo en los barrios y en zonas periféricas. Su inclusión en el gabinete de Jaldo ha sido cuestionada por dirigentes de Unión por la Patria, pero el tranqueño se sobrepone a esas críticas y considera que el líder en Tucumán de Libres del Sur puede contribuir con su experiencia a focalizar la asistencia social en una provincia donde el 43% de su población urbana se encuentra bajo la línea de pobreza y casi un 8% no puede reunir los ingresos suficientes para salir de la indigencia. En este aspecto, Massa tendrá que convivir con la acción de punteros justicialistas que sostienen comedores infantiles y hasta atender las demandas de organizaciones civiles.

Aunque puede revestir un perfil más técnico, Santiago Yanotti tiene un perfil político que vino cultivando desde sus tiempos universitarios de la mano del peronismo moderno. El futuro ministro de Obras y Servicios Públicos llega al gabinete con la experiencia recogida en el Gobierno nacional, en la Subsecretaría de Energía Eléctrica, pero con la misión de analizar y ejecutar trabajos de alto impacto social. Las gestiones para el financiamiento de nuevos emprendimientos serán parte de su misión, debido a sus contactos con los organismos multilaterales de crédito. También tendrá que afinar sus contactos con las empresas prestatarias de servicio y atender una cuestión central: el sistema de transporte.

El resto del gabinete tiene un perfil mucho más técnico. El caso de Susana Montaldo (Educación), Luis Medina Ruiz (Salud), Eugenio Agüero Gamboa (Seguridad), Gilda Pedicone de Valls (Fiscalía de Estado) y Federico Nazur (secretaría general de la Gobernación).

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