Una movida que surgió con las crisis sociales

Una movida que surgió con las crisis sociales

Los trastornos económicos que marcaron al país a partir de los 90, y que se agravaron en 2001, marcaron a una generación.

EN CONSTRUCCION. El rock florece en cada rincón de la ciudad, y va forjándose un nuevo escenario.(LA GACETA/Franco Vera) EN CONSTRUCCION. El rock florece en cada rincón de la ciudad, y va forjándose un nuevo escenario.(LA GACETA/Franco Vera)
03 Septiembre 2006
Degradación social, exclusión, falta de perspectivas y crisis económica y de identidad son algunos de los factores que resaltan en el fenómeno del "rocanrol" o del rock barrial según quienes estudiaron, desde distintas perspectivas, a este estilo musical que llena estadios y vende miles de discos en Argentina.
"En un país en crisis todo se nivela hacia abajo y eso arrastra la mentalidad general al subsuelo. El rock es reflejo de una sociedad, pero también debería ser reflexión y proponer algo más; para eso nació: para cuestionar, para preguntar, para maravillar, pero no para estupidizar. El rock solía ser un vehículo que transportaba toda clase de ideas, que es el objeto fundamental del arte, y el rock lo es", aseveró el periodista especializado Sergio Marchi en su libro "El rock perdido. De los hippies a la cultura chabona".
Desde la sociología, la explicación no difiere demasiado, pero profundiza en las posibles razones. "Durante la década del 90, con la irrupción del neoliberalismo, tiene lugar en Argentina un proceso de exclusión y desintegración que pone en crisis (las identidades sociales). Esto produce la generación de un vacío simbólico que va a ser descubierto por determinados repertorios originados predominantemente en la industria cultural, que operan como constitutivos de identidad", sostienen Daniel Salerno y Malvina Silba (becarios doctorales de la UBA), en su ponencia "Juventud, identidad y experiencia".
La musicóloga Alejandra Cragnolini afirma que "es en lugares simbólicos musicales que los adolescentes encuentran representaciones con las que identificarse. En este marco, la industria musical ocupa un lugar central, capitalizando demandas sociales y grupales de los jóvenes en interacción con las estrategias de creación de productos musicales funcionales a la búsqueda del mayor rédito económico" (ponencia "Soportando la violencia", que hizo en el congreso de la International Association of Popular Music, Río de Janeiro, 2004).Quienes investigaron este fenómeno sociocultural, equiparan al "rocanrol" con la cumbia villera.

Los 90 marcaron un complejo trasvasamiento generacional
A principios de los 90, la prensa especializada bautizó "rock chabón" o "rock barrial" a las expresiones urbanas surgidas especialmente en Buenos Aires, que por sus esquemas organizativos, la composición de sus públicos y la temática que abordaban, se diferenciaron bastante de lo que había.
"El último recambio generacional se dio en los primeros 90 con el por entonces llamado ?nuevo rock argentino?, en el que Babasónicos compartía la novedad con Los Brujos y Los Peligrosos Gorriones; El Otro Yo era una revelación, Todos Tus Muertos parecía despegar, Illya Kuryaki era la gran promesa, y La Bersuit, La Renga y Los Piojos ya empezaban a perfilarse como lo que serían después", sostuvo la periodista Julia Gonzalez (suplemento "No" de "Página/12", 30 de marzo de 2006). La proyección de este estilo en el tiempo derivó en algo mucho más especifico, que tiene tres posibles rótulos: "rolinga", "stone" o "rocanrol". Más allá del nombre, tienen en común las influencias (cuando no la copia lisa y llana), del sonido de los Rolling Stones, y el tratamiento de temas muy cercanos a los jóvenes de hoy: amigos, cerveza, drogas, policías, chicas, rock... "En la Argentina se crean palabras escalofriantes como rolinga, se abraza su credo sociológicamente imposible donde comulgan barrio bajo y jet-set, y se cree en los Rolling Stones como si en ello fuera la vida. Y tal vez esta pasión tenga que ver con que los argentinos y los Rolling Stones están hechos a mutua imagen y semejanza", señaló el periodista y escritor Rodrigo Fresán.