08 Enero 2017
Ingresos Brutos, Sellos y Cheques son los tributos más distorsivos de Tucumán
Economistas y empresarios coincidieron en la necesidad de bajar la carga impositiva para mejorar la competitividad. Héctor Viñuales, titular de la FET, propuso que para financiar los cambios, se baje el gasto público. Las distorsiones provinciales.
EN LA MIRA. Según reconocen los expertos en tributación, el Impuesto a los Cheques, es uno de los que más distorsiones provoca en nuestra provincia.
Los impuestos y su impacto en la economía real, serán los protagonistas casi exclusivos de 2017. De hecho, el flamante ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anticipó días atrás que impulsará para este año una “reforma tributaria integral” que pondrá el foco en los impuestos “al trabajo”, a los que calificó como “ridículos”.
A tono con estas declaraciones, economistas y expertos tucumanos celebraron la decisión del Gobierno y advirtieron que nuestra provincia, es una de las que más carga fiscal posee.
En este sentido, el presidente de la Federación Económica de Tucumán (FET), Héctor Viñuales, planteó la necesidad de que se trabaje de manera “urgente” en una reforma que permita bajar la carga impositiva, a fin de generar mayor competitividad. “El sistema tributario afecta hoy a la actividad económica en general de forma clara. Porque tenemos, por un lado, un impuesto como el IVA que nos quita competitividad con otros países, y por el otro, una de las mayores cargas de impuestos laborales en América latina”, explicó.
Según Viñuales, esta situación tiene como origen el hecho de que el Estado (ya sea nacional, provincial o municipal) busca como única alternativa vía impuesto o emisión de moneda (que genera el impuesto inflacionario) subvencionar el gasto público, cuando en realidad lo que hay que hacer es estudiarlo, hacerlo más eficiente y, en lo posible, no aumentarlo. “Esa es la única manera de que la presión impositiva real baje”, aseguró.
A pesar de coincidir con la reforma fiscal, Viñuales aclaró: “la disminución de impuestos debe ser acompañada con leyes que incentiven el empleo registrado, porque sino la economía se estancará”.
Para el dirigente de la FET, la solución sería entonces que con bajos impuestos las empresas incorporen más trabajadores (en blanco), logrando que una mayor base de contribuyentes tribute con tasas más bajas. “No hay que buscar un ajuste a rajatabla, sino que se debe ampliar la base de la gente que paga y que no sean sólo unos cuantos los que mantengan a la sociedad”, aclaró. Y consideró que, a pesar de ser este un año electoral, cuanto antes se haga la reforma, mejor. “Hay que salir de una visión del día a día para adherir a una visión estadista de largo plazo”, concluyó.
El peor de todos
En la misma línea, la directora del Instituto de Investigación Económica de la UNT, Ana María Cerro, sostuvo que el impuesto a los Ingresos Brutos a nivel provincial “es uno de los peores”. Según la economista, este tributo tiene una tasa muy alta, genera informalidad, e impacta más sobre la gente con menores recursos. “Es un tributo que grava distintos sectores del proceso productivo (en cascada). Eso provoca que uno ya no sepa qué impuestos está pagando”, señaló. Y añadió: “ Tucumán tiene unas de las tasas más altas con respecto a otras por eso somos una de las provincias con más presión fiscal, la primera o la segunda dependiendo de dónde se lo mida”.
Respecto de cómo impactaría esta reforma en la economía doméstica, Cerro señaló: “Hay que ver cómo se aplican los cambios que se pretenden concretar. Cuando las tasas son altas, se achica la base imponible. Pero, si se disminuye la tasa de un tributo, igual se puede lograr más recaudación. Hay que analizar bien qué impuestos se recortarán para conocer cuál será el impacto final. Si el Gobierno está pensando en rediseñar una política impositiva, también tiene que pensar en una modificación de la política de gasto público, de tal forma que ambos vayan equiparados”.
A tono con estas declaraciones, economistas y expertos tucumanos celebraron la decisión del Gobierno y advirtieron que nuestra provincia, es una de las que más carga fiscal posee.
En este sentido, el presidente de la Federación Económica de Tucumán (FET), Héctor Viñuales, planteó la necesidad de que se trabaje de manera “urgente” en una reforma que permita bajar la carga impositiva, a fin de generar mayor competitividad. “El sistema tributario afecta hoy a la actividad económica en general de forma clara. Porque tenemos, por un lado, un impuesto como el IVA que nos quita competitividad con otros países, y por el otro, una de las mayores cargas de impuestos laborales en América latina”, explicó.
Según Viñuales, esta situación tiene como origen el hecho de que el Estado (ya sea nacional, provincial o municipal) busca como única alternativa vía impuesto o emisión de moneda (que genera el impuesto inflacionario) subvencionar el gasto público, cuando en realidad lo que hay que hacer es estudiarlo, hacerlo más eficiente y, en lo posible, no aumentarlo. “Esa es la única manera de que la presión impositiva real baje”, aseguró.
A pesar de coincidir con la reforma fiscal, Viñuales aclaró: “la disminución de impuestos debe ser acompañada con leyes que incentiven el empleo registrado, porque sino la economía se estancará”.
Para el dirigente de la FET, la solución sería entonces que con bajos impuestos las empresas incorporen más trabajadores (en blanco), logrando que una mayor base de contribuyentes tribute con tasas más bajas. “No hay que buscar un ajuste a rajatabla, sino que se debe ampliar la base de la gente que paga y que no sean sólo unos cuantos los que mantengan a la sociedad”, aclaró. Y consideró que, a pesar de ser este un año electoral, cuanto antes se haga la reforma, mejor. “Hay que salir de una visión del día a día para adherir a una visión estadista de largo plazo”, concluyó.
El peor de todos
En la misma línea, la directora del Instituto de Investigación Económica de la UNT, Ana María Cerro, sostuvo que el impuesto a los Ingresos Brutos a nivel provincial “es uno de los peores”. Según la economista, este tributo tiene una tasa muy alta, genera informalidad, e impacta más sobre la gente con menores recursos. “Es un tributo que grava distintos sectores del proceso productivo (en cascada). Eso provoca que uno ya no sepa qué impuestos está pagando”, señaló. Y añadió: “ Tucumán tiene unas de las tasas más altas con respecto a otras por eso somos una de las provincias con más presión fiscal, la primera o la segunda dependiendo de dónde se lo mida”.
Respecto de cómo impactaría esta reforma en la economía doméstica, Cerro señaló: “Hay que ver cómo se aplican los cambios que se pretenden concretar. Cuando las tasas son altas, se achica la base imponible. Pero, si se disminuye la tasa de un tributo, igual se puede lograr más recaudación. Hay que analizar bien qué impuestos se recortarán para conocer cuál será el impacto final. Si el Gobierno está pensando en rediseñar una política impositiva, también tiene que pensar en una modificación de la política de gasto público, de tal forma que ambos vayan equiparados”.
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