El santiagueño habla mejor que el tucumano, "¿qué no?"

El santiagueño habla mejor que el tucumano, "¿qué no?"

Las eses y el "io" son los sellos característicos de la vecina provincia, pero también hay expresiones desconocidas para el resto del país

El santiagueño habla mejor que el tucumano, ¿qué no?
24 Junio 2016
El santiagueño habla mejor que el tucumano, "¿qué no?" 
Las eses y el "io" son los sellos característicos de la vecina provincia, pero también hay expresiones desconocidas para el resto del país
Para demostrar que los santiagueños hablan mejor que los tucumanos, los humoristas suelen usar el siguiente ejemplo:
- El santiagueño dice "si te quieres ir, vete". El tucumano, "si te querí í, ite".
Pero, en realidad, los académicos de la lengua hoy consideran que no existe una forma de hablar más prestigiosa que otra, sino que toda manera es válida y refleja la identidad cultural del hablante. En los santiagueños, el rasgo más saliente es la pronunciación de las eses y el "io", que los diferencian de los tucumanos.
Aunque un santiagueño haya pasado muchos años fuera de su tierra, seguirá pronunciando "io", según sostiene la docente e investigadora de la UNT Lelia Inés Albarracín. "Si esto ya marca una diferencia con el tucumano pensemos en otras particularidades: a un tucumano que no estudie 'le van a meter la goma', en cambio a un santiagueño 'lo van a hachar' -agregó Albarracín-. Además, a un santiagueño, jamás se le ocurriría usar el 'ite' del tucumano, sino que emplea un elegante 'vete', que puede ir acompañado de un redundante gerundio 'vete yendo' (iendo)"
La experta mencionó otros ejemplos:
- En Tucumán corregiríamos a alguien que utilice el “¿qué no?”, calco de una expresión de la lengua quichua y que se usa para que nuestro interlocutor asienta lo que estamos diciendo. Un docente nos diría: “No se dice “¿qué no? Se dice “¿no es cierto?”. O se nos reirían. Sin embargo, en Santiago he escuchado la expresión en personas de diferentes niveles sociales y culturales, sin censura ni autocensura. Muy natural.
- Hay además una expresión que descolocaría a cualquiera. Cuando sucede algo  excepcional o inesperado un santiagueño comenta “Tomá tu Mailín”. Un amigo (Omar Layúz Ruiz) me brinda este ejemplo: “¿Te acuerdas de Luis, que tan mal andaba en la escuela? Bueno, ayer se recibió de abogado ¡Tomá tu Mailín!"
- En Las Termas, la misma expresión sería: “¡Tomá tu tonto!
- Hay un uso excesivo del gerundio, otro calco más de la lengua quichua: “Me he venido olvidando los remedios”, “Han andado queriendo comprar una moto”, “No me está quedando nada”.
- “¿Vos la quieres a la mami?” La “mami” y el “papi”, son las formas de nombrar a los padres; incuestionable modo afectivo. Pero además el uso del verbo, según el modelo del español normativo es algo característico del habla de los santiagueños, por más que el pronombre personal sea “vos”.
- Seguramente esto puede explicarse porque en el Noroeste Argentino, en general, hay un uso de formas conservadoras del idioma español. A formas verbales “quieres, eres, puedes, tienes, llevas, trabajas, traes, etc.” se suma el empleo de palabras del español antiguo como “nadien, haiga, andoy”.
- Este análisis no conlleva para nada un juicio de valores. No se debe descalificar ni sobrevalorar ninguna forma de habla. Todas son válidas, en cuanto se constituyen desde nuestras experiencias y prácticas sociales. Pero además hay un colectivo de pertenencia que permite a los grupos identificarse y configurar una representación social, desde el lenguaje cotidiano.
- Los actos de habla forman parte del patrimonio cultural de un grupo social. Y no hay formas superiores o inferiores sino estaríamos cayendo en “ideas racistas del lenguaje”. Aunque los tucumanos tengan cierta admiración por la forma de habla del santiagueño y actitudes estigmatizantes hacia su propia forma de hablar.
Por último, Lelia Albarracín (docente de Linguística Quichua en el Departamento de Lenguas Extranjeras e Indígenas de la Facultad de Filosofia y Letras de la UNT) enumeró algunas de las palabras quichuas que se usan en el habla cotidiana de los santiagueños. Muchas más que las utilizadas por los tucumanos.
De animales y/o insectos: puma, wasuncha (corzuela), urpila (paloma pequeña), kuchi (cerdo), pilpintu (mariposa), uncaca (lombriz), mishi (gato).
Vegetales: papa, zapallo, chaucha, choclo, yuyo.
Otras palabras: sacha (monte, pseudo), Supay (diablo), chala, pucho, kancha, pitar, pulpo, pupulo, tuy, chuy.
Y relacionadas con el cuerpo: ura, upiti, aka, ishpa (orina)

Para demostrar que los santiagueños hablan mejor que los tucumanos, los humoristas suelen usar el siguiente ejemplo:- El santiagueño dice "si te quieres ir, vete". El tucumano, "si te querí í, ite".

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En realidad, los académicos de la lengua hoy consideran que no existe una forma de hablar más prestigiosa que otra, sino que toda manera es válida y refleja la identidad cultural del hablante. En los santiagueños, el rasgo más saliente es la pronunciación de las eses y el "io", que los diferencian de los tucumanos.

Aunque un santiagueño haya pasado muchos años fuera de su tierra, seguirá pronunciando "io", según sostiene la docente e investigadora de la UNT Lelia Inés Albarracín. "Si esto ya marca una diferencia con el tucumano pensemos en otras particularidades: a un tucumano que no estudie 'le van a meter la goma', en cambio a un santiagueño 'lo van a hachar' -agregó Albarracín-. Además, a un santiagueño, jamás se le ocurriría usar el 'ite' del tucumano, sino que emplea un elegante 'vete', que puede ir acompañado de un redundante gerundio 'vete yendo' (iendo)"

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La experta mencionó otros ejemplos:

- En Tucumán corregiríamos a alguien que utilice el “¿qué no?”, calco de una expresión de la lengua quichua y que se usa para que nuestro interlocutor asienta lo que estamos diciendo. Un docente nos diría: “No se dice “¿qué no? Se dice “¿no es cierto?”. O se nos reirían. Sin embargo, en Santiago he escuchado la expresión en personas de diferentes niveles sociales y culturales, sin censura ni autocensura. Muy natural.

- Hay además una expresión que descolocaría a cualquiera. Cuando sucede algo  excepcional o inesperado un santiagueño comenta “Tomá tu Mailín”. Un amigo (Omar Layúz Ruiz) me brinda este ejemplo: “¿Te acuerdas de Luis, que tan mal andaba en la escuela? Bueno, ayer se recibió de abogado ¡Tomá tu Mailín!"- En Las Termas, la misma expresión sería: “¡Tomá tu tonto!

- Hay un uso excesivo del gerundio, otro calco más de la lengua quichua: “Me he venido olvidando los remedios”, “Han andado queriendo comprar una moto”, “No me está quedando nada”.

- “¿Vos la quieres a la mami?” La “mami” y el “papi”, son las formas de nombrar a los padres; incuestionable modo afectivo. Pero además el uso del verbo, según el modelo del español normativo es algo característico del habla de los santiagueños, por más que el pronombre personal sea “vos”.

- Seguramente esto puede explicarse porque en el Noroeste Argentino, en general, hay un uso de formas conservadoras del idioma español. A formas verbales “quieres, eres, puedes, tienes, llevas, trabajas, traes, etc.” se suma el empleo de palabras del español antiguo como “nadien, haiga, andoy”.

- Este análisis no conlleva para nada un juicio de valores. No se debe descalificar ni sobrevalorar ninguna forma de habla. Todas son válidas, en cuanto se constituyen desde nuestras experiencias y prácticas sociales. Pero además hay un colectivo de pertenencia que permite a los grupos identificarse y configurar una representación social, desde el lenguaje cotidiano.

- Los actos de habla forman parte del patrimonio cultural de un grupo social. Y no hay formas superiores o inferiores sino estaríamos cayendo en “ideas racistas del lenguaje”. Aunque los tucumanos tengan cierta admiración por la forma de habla del santiagueño y actitudes estigmatizantes hacia su propia forma de hablar.

Por último, Lelia Albarracín (docente de Linguística Quichua en el Departamento de Lenguas Extranjeras e Indígenas de la Facultad de Filosofia y Letras de la UNT) enumeró algunas de las palabras quichuas que se usan en el habla cotidiana de los santiagueños. Muchas más que las utilizadas por los tucumanos.

De animales y/o insectos: puma, wasuncha (corzuela), urpila (paloma pequeña), kuchi (cerdo), pilpintu (mariposa), uncaca (lombriz), mishi (gato).

Vegetales: papa, zapallo, chaucha, choclo, yuyo.

Otras palabras: sacha (monte, pseudo), Supay (diablo), chala, pucho, kancha, pitar, pulpo, pupulo, tuy, chuy.

Y relacionadas con el cuerpo: ura, upiti, aka, ishpa (orina)

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