El aire acondicionado te da alivio, pero te puede enfermar

El aire acondicionado te da alivio, pero te puede enfermar

El fresco artificial tiende a secar la boca y las vías respiratorias, sobre todo si el aparato está programado a menos de 22° de temperatura

PRINCIPALES MALES. Al dormir con aire acondicionado se puede sufrir resfríos, alergias y dolor de garganta. archivo PRINCIPALES MALES. Al dormir con aire acondicionado se puede sufrir resfríos, alergias y dolor de garganta. archivo
22 Febrero 2016

Cada año, en las provincias con clima subtropical -como la nuestra- los días de verano se tornan insoportables. Las elevadas temperaturas y los altos índices de humedad se traducen en jornadas pegajosas e irrespirables. Y para llevar una vida más confortable durante el día y lograr un buen descanso nocturno no queda otro recurso que encender el acondicionador de aire.

Pero ¡cuidado! El aire artificial brinda un gran alivio pero su mal uso puede generar molestias y problemas de salud como catarros, alergias respiratorias, resfríos y dolor de garganta o faringitis -los cuadros más comunes- y hasta broncoespasmos en pacientes alérgicos o asmáticos, advierten especialistas en enfermedades respiratorias.

Seca las mucosas

“Cuando respiramos, el aire que ingresa a las vías respiratorias por la nariz es filtrado, calentado y humidificado, pero las temperaturas extremas -el frío del aire acondicionado en esta época- tienden a disminuir la humedad de las mucosas de las vías respiratorias, produciendo molestias rino-faríngeas y sequedad de boca”, explica la doctora Rossana Sotelo, neumonóloga y vocal de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.

Tales cambios, según la especialista, alteran las barreras defensivas de las personas, condición que las vuelve susceptibles a diferentes tipos de infecciones. Esto ocurre especialmente cuando las marcas térmicas de los dispositivos son programadas a menos de 22 grados.

Bajan las defensas

La doctora Ana María Stok, directora médica del Centro de Investigaciones en Patologías Respiratorias de Tucumán, y la doctora Marcela Collante, especialista del servicio de Neumonología del Hospital de Clínicas Nicolás Avellaneda y coordinadora del Consultorio de Cesación Tabáquica, subrayaron que los cambios bruscos de temperatura afectan el sistema inmune.

El frío irrita las vías respiratorias que comienzan en las fosas nasales y terminan en los bronquios, produciendo broncoconstricción en la vía aérea, señalaron ambas especialistas. “Las temperaturas frías durante el sueño pueden afectar a todos por igual, sin distinción de edad, aunque duerman tapados con frazadas, cosa que no se debe hacer jamás. Pero los que corren más riesgo son los pacientes alérgicos, los que sufren asma bronquial, los niños, los fumadores crónicos y los pacientes con EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica)”, precisó Collante, conceptos que fueron refrendados por Stok.

Broncoespasmos

“El problema que tenemos con los pacientes asmáticos -advirtió Stok- es que algunos desencadenan mayor inflamación bronquial y sufren broncoespamos con mayor uso de broncodilatadores durante la noche. En los niños son comunes las bronquitis, y en los lactantes la bronquiolitis. Y lo más peligroso es la exacerbación de los broncoespamos en los bebés con bronquiolitis”.

“El cuerpo no está preparado para sufrir cambios bruscos de temperatura”, apunta por su parte la pediatra y alergista Cristina Marino.

“No es un proceso natural para el organismo caminar por la calle soportando 35 a 40 grados, y luego ingresar abruptamente a un ambiente climatizado a 20 grados o menos. El cuerpo no se adapta rápidamente a este cambio brusco y el resultado es una suerte de estrés inmunológico y metabólico”, subrayó Marino.

Irritación

En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que el acondicionamiento de la temperatura interna en los grandes edificios de oficinas y empresas es responsable de un cuadro caracterizado por irritación de las mucosas de nariz, ojos y piel, de repetitivas cefaleas y de un estado de fatiga casi crónico.

También incluye a los supermercados, centros comerciales y locales gastronómicos que tientan al público acalorado con ambientes extremadamente fríos.

El aire artificial puede alterar el sueño

Uno de los problemas de salud más frecuente cuando se duerme con aire acondicionado a baja temperatura es la “fragmentción del sueño”. Se caractriza por despertares que alteran el patrón normal necesario para un buen dormir.

La calidad del sueño puede trastornarse por los efectos propios del dispositivo como temperaturas extremas (frío-calor), ruidos provocados por el aparato o acumulación de polvo, ácaros y hongos en los filtros. “Estos factores favorecen los procesos inflamatorios de las vías respiratorias, principalmente en pacientes alérgicos, originando dificultad para respirar por la congestión y obstrucción nasal, fragmentando así el sueño”, indica la neumonóloga Rossana Sotelo.

“El límite ideal para no afectar la salud y obtener un sueño reparador se encuentra entre los 24 y los 26 grados. Debemos tener en cuenta que normalmente la temperatura corporal disminuye durante el sueño -en especial hacia la madrugada- y, sumado al frío del aire, puede producir una desregulación de la temperatura afectando el sueño y el sistema inmunológico -(principalmente en bebés y niños) favoreciendo la aparición de infecciones respiratorias”, alertó la neumonóloga Ana María Stok.

Publicidad
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios