13 Febrero 2016
DEFENSA. Marcelo, ex boxeador, redujo a dos delincuentes en una semana. la gaceta / foto de diego aráoz
Cerca de las 17.30 del jueves pasado, un joven de “unos 26 años” ingresó a la peluquería de Marcelo, ubicada en Marina Alfaro al 900. Pidió un corte. Charlaron. Todo normal, hasta que a la hora de pagar en vez sacar el dinero correspondiente, mostró un cuchillo y amenazó al dueño del local.
“Primero me quiso agredir. Después me dijo que me metiera al baño. En ese momento él revolvió todo el local. Se llevó un secador de pelo y otras herramientas de peluquería. Además me sacó una cachiporra que guardaba una daga”, expresa la víctima, mientras atiende a una jovencita.
La situación podría haber terminado allí, pero el peluquero no se resignó a perder sus cosas y salió del baño cuando el delincuente emprendía la fuga. En la esquina lo esperaba un cómplice, en moto.
Cara a cara
“Salí corriendo y lo perseguí. El delincuente le entregó la bolsa con las cosas robadas al que manejaba la moto y cuando intentó subirse, lo agarré de la remera. Se cayó y el que manejaba se fue a toda velocidad”, relata Marcelo.
En ese momento quedaron cara a cara, delincuente y víctima. El primero, con el Tramontina en la mano. El segundo, con varios años de práctica de boxeo a cuestas.
“Los vecinos vieron la situación y llamaron a la policía, que vino al instante. Cuando llegaron, ya había logrado reducirlo”, explica el dueño de la peluquería asaltada.
En la comisaría 4° los efectivos identificaron al asaltante. Se trata de un joven domiciliado en la calle Vicente Gallo del barrio Los Plátanos.
La peor semana
“Te cuento algo más”, confía Marcelo a LA GACETA. “El sábado pasado llegué a la peluquería, dejé mi moto en la vereda y entré. Un rato después llegó un vecino que tiene una carnicería acá cerca a contarme que me estaban robando la moto”.
Afortunadamente para el peluquero, el delincuente no pudo arrancar el vehículo. Lo llevaba a pie por la calle French.
“Mi vecino me llevó en su moto y lo alcanzamos. Por suerte a él también lo pudimos reducir hasta que llegó la Policía”, agrega.
“Primero me quiso agredir. Después me dijo que me metiera al baño. En ese momento él revolvió todo el local. Se llevó un secador de pelo y otras herramientas de peluquería. Además me sacó una cachiporra que guardaba una daga”, expresa la víctima, mientras atiende a una jovencita.
La situación podría haber terminado allí, pero el peluquero no se resignó a perder sus cosas y salió del baño cuando el delincuente emprendía la fuga. En la esquina lo esperaba un cómplice, en moto.
Cara a cara
“Salí corriendo y lo perseguí. El delincuente le entregó la bolsa con las cosas robadas al que manejaba la moto y cuando intentó subirse, lo agarré de la remera. Se cayó y el que manejaba se fue a toda velocidad”, relata Marcelo.
En ese momento quedaron cara a cara, delincuente y víctima. El primero, con el Tramontina en la mano. El segundo, con varios años de práctica de boxeo a cuestas.
“Los vecinos vieron la situación y llamaron a la policía, que vino al instante. Cuando llegaron, ya había logrado reducirlo”, explica el dueño de la peluquería asaltada.
En la comisaría 4° los efectivos identificaron al asaltante. Se trata de un joven domiciliado en la calle Vicente Gallo del barrio Los Plátanos.
La peor semana
“Te cuento algo más”, confía Marcelo a LA GACETA. “El sábado pasado llegué a la peluquería, dejé mi moto en la vereda y entré. Un rato después llegó un vecino que tiene una carnicería acá cerca a contarme que me estaban robando la moto”.
Afortunadamente para el peluquero, el delincuente no pudo arrancar el vehículo. Lo llevaba a pie por la calle French.
“Mi vecino me llevó en su moto y lo alcanzamos. Por suerte a él también lo pudimos reducir hasta que llegó la Policía”, agrega.
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