Un tercio de las mujeres en el mundo fue víctima de violencia física y sexual

Un tercio de las mujeres en el mundo fue víctima de violencia física y sexual

Un informe de la ONU reveló que la mayoría de la población femenina sufre disciminación. Analfabetismo y representación desigual en posiciones de liderazgo.

LA GACETA / ANALÍA JARAMILLO LA GACETA / ANALÍA JARAMILLO
20 Octubre 2015
NUEVA YORK, Estados Unidos.- La Organización de Naciones Unidas (ONU) lanzó un nuevo informe sobre la situación de las mujeres, que descubre que más de un tercio -a nivel mundial- sufrió violencia física y sexual; que casi las dos terceras partes de los adultos analfabetos del mundo son mujeres; que existe una representación desigual de los géneros en las posiciones de liderazgo; entre otras conclusiones.

"Las mujeres y las nenas siguen siendo víctimas de la discriminación y la violencia por motivos de género, lo que destaca la necesidad crítica de la equidad de género", concluye el informe Las mujeres en el mundo, 2015, un conjunto de datos sobre género que prepara cada cinco años la División de Estadística del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DAES) de las Naciones Unidas, que publicó el diario "La Nación".

Principales conclusiones
La esperanza de vida sigue aumentando, alcanzando a escala mundial 72 años para las mujeres y 68 años para los hombres. En todo el mundo, el número de defunciones maternas disminuyó en un 45% entre 1990 y 2013. Si bien siguen contrayendo matrimonio unos años antes que los hombres, también aumentó la edad a la que contraen matrimonio las mujeres, lo que refleja niveles de educación más altos, la demora en ingresar en la fuerza laboral, así como una mayor independencia económica.

La matriculación de los nenes en la enseñanza primaria, hoy, es casi universal. La brecha entre los géneros disminuyó y una vez matriculadas en la escuela, el rendimiento de las nenas en toda la enseñanza primaria es superior a la de los niños en las dos terceras partes de los países. Sin embargo, en algunos países en desarrollo las disparidades entre las nenas son marcadas.

De los 58 millones de niños en edad escolar primaria que en todo el mundo no asisten a la escuela, más de la mitad de ellos son nenas y casi las dos terceras partes viven en el África subsahariana y Asia meridional.

Si bien la gran mayoría de los jóvenes del mundo sabe leer y escribir, casi las dos terceras partes de los adultos analfabetos del mundo son mujeres, porcentaje que se mantuvo invariable en los últimos 20 años.

Pese a que sigue siendo un grave problema en Asia meridional y el África subsahariana, el matrimonio infantil disminuyó del 31% en 1995 al 26% en 2010.

Las funciones atribuidas a cada género y la falta de servicios afectan a la salud de las mujeres y las nenas

Si bien la demanda satisfecha de servicios de planificación de la familia aumentó en todas las regiones en desarrollo, las funciones que se atribuyen tradicionalmente a cada género, las expectativas asociadas con el matrimonio precoz y la falta de poder de decisión de las nenas casadas las exponen más al embarazo en la adolescencia, a los abortos en condiciones peligrosas y a las infecciones de transmisión sexual, causas importantes de muerte entre las mujeres y las nenas en las regiones en desarrollo. Las conductas de riesgo y la imagen de masculinidad tienen un efecto dañino igualmente en los adolescentes y hombre jóvenes que corren mayor riesgo de morir de lesiones resultantes de accidentes viales y de lesiones autoinfligidas. Los hombres fuman tabaco y consumen alcohol en mucho mayor grado que las mujeres, lo que también contribuye a que sus tasas de mortalidad sean más elevadas.

Sólo el 50% de las mujeres en edad de trabajar integran la fuerza laboral, en comparación con el 70% de los hombres. Las mujeres siguen concentradas en trabajos mal remunerados y ganan entre el 70% y el 90% de lo que ganan los hombres. Además, las mujeres dedican como promedio tres horas más al día que los hombres a tareas domésticas y al cuidado de familiares en los países en desarrollo y dos horas más al día que los hombres en los países desarrollados. Como consecuencia de la división del trabajo remunerado y no remunerado entre los géneros, en muchos países las mujeres siguen dependiendo económicamente de sus cónyuges.

La vulnerabilidad económica de las mujeres se hace más palpable en el caso de las madres solteras con hijos. Los hogares monoparentales son cada vez más comunes en todo el mundo, tanto en los países en desarrollo como en los países desarrollados como consecuencia de una mayor fecundidad extramarital y los divorcios. Las madres solteras con hijos constituyen aproximadamente el 75% de todos los hogares monoparentales y padecen tasas de pobreza más elevadas que los padres solteros o los hogares biparentales.

En la mayoría de las sociedades del mundo las mujeres siguen sin tener las mismas posibilidades de hacerse escuchar que los hombres tanto en la esfera pública como la privada. El número de mujeres que son Jefes de Estado o de Gobierno sigue siendo la excepción, pese a lo cual 19 mujeres ocupan esos cargos actualmente en el mundo, ligera mejoría en comparación con las 12 mujeres que los ocupaban en 1995. De modo similar, sólo el 22% de los parlamentarios y el 18% de los ministros son mujeres. La representación de la mujer entre los gerentes de empresas, legisladores y altos funcionarios también sigue siendo baja, sin que país alguno haya alcanzado o superado la paridad mientras que sólo aproximadamente la mitad de los países registran una representación femenina del 30% o más.

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