La caña tansgénica divide a industriales

La caña tansgénica divide a industriales

El Gobierno aún no aprobó una variedad

08 Octubre 2015
La presidenta Cristina Fernández anunció en un acto la aprobación de dos eventos biotecnológicos desarrollados por el Conicet: la soja tolerante a la sequía y la papa resistente a un tipo especial de virus. El dato era que la mandataria iba a mencionar en discurso la caña de azúcar transgénica, denominada “Tuc 87-3 RG”, desarrollada por la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc). Sin embargo, la confirmación de la autorización oficial para la comercialización de esta variedad no se produjo.

A partir de esa situación, mucho se habló en distintos ambientes, en particular, entre los empresarios de la industria azucarera, lo que generó un cruce de posturas sobre el lanzamiento del evento biotecnológico. Inclusive, se llegó a apuntar a la compañía jujeña Ledesma como actor influyente en el no anuncio de la caña transgénica.

“Ponerlo en término de Ledesma es para agitar el patrioterismo tucumano. Esta es la industria azucarera, no la alcoholera. Aquí participó un representante del sector alcoholero, que ha dejado de ser azucarero para transformarse en productor de alcohol, y que está atrás de esa cuestión (el desarrollo del fluido)”, remarcó a LA GACETA Fernando Nebbia, titular del Centro Azucarero Argentino (CAA), en alusión al empresario Jorge Rocchia Ferro.

“El CAA, con sus ingenios tucumanos y los del norte (Salta y Jujuy), y otras industrias de Tucumán que no están en el Centro Azucarero, ven con preocupación la aprobación de una caña transgénica porque es totalmente inoportuna. Hay que diferenciar la cuestión científico de la comercial. En lo científico, siempre apoyamos el mejoramiento de la actividad. La primera pregunta que debemos hacernos es qué haremos con esa caña y qué impacto tendrá”, añadió.

Nebbia dijo que la industria nacional registra un excedente anual de azúcar de entre un 25% y un 30%, que tiene que mandar a los mercados internacionales. “Si salimos con la caña transgénica podría haber restricciones a nuestro comercio”, enfatizó el directivo, entre otras consecuencias. Fundamentó que la implementación de esa variedad elevará la producción de caña en medio de una sobreoferta de azúcar y la necesidad de un aumento del cupo de entrega de alcohol de caña a las petroleras. Nebbia calificó de barbaridad que se trate de establecer una antinomia Ledesma versus Tucumán y menoscabar el trabajo de la Eeaoc.

Un empresario, quien pidió que su nombre se mantenga en reserva, expresó que esta variedad permitiría abrir aun más la frontera agrícola provincial, para que finalmente se puedan incorporar los motores flex en la región (alcohol hidratado utilizado como combustible de vehículos). “Tener biotecnología de origen nacional es reafirmar la soberanía nacional; con este material se podría incorporar alrededor de 20.000 personas (empleo)”, dijo el mismo industrial, quien criticó al ingenio jujeño.

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