“Más que buscar consensos, vivir con una persona requiere convivir con la diferencia”

En principio, no hay novedad: si una pareja no es capaz de dialogar, de comunicarse, entonces difícilmente pueda construir un vínculo que traiga bienestar a ellos y a las personas que están a su alrededor. Y si eso es una verdad indiscutible, ¿por qué cuesta tanto ponerla en práctica? Una respuesta rápida podría decir que esa incapacidad se asocia a las expectativas que se tienen respecto del otro, y que se hacen evidentes cuando comienzan las exigencias de cambio para convertirlo en el partenaire ideal. Y cuando eso se vuelve imposible, en el mejor de los casos, nos quedamos a mitad de camino entre todo y nada, y asumimos que el amor es negociar.

Nada de eso. “Más que esperar o luchar por consensos, vivir con una persona requiere convivir con la diferencia. Y eso sólo es posible con el diálogo”, sentencia Marilene Grandesso, psicóloga brasilera especializada en terapia de familias, parejas, individuos y comunidades. Ella será la experta que facilite el curso “Terapia de pareja y disolución de conflicto: una mirada desde las prácticas narrativas y colaborativas”, que se dictará el viernes y el sábado. Antes de su visita a Tucumán, la terapeuta encolumnada en las denominadas terapias posmodernas, mantuvo una entrevista con LA GACETA.

- ¿Por qué una pareja deja de ser un “equipo” para convertirse en dos contrarios?

- Cada miembro de la pareja construye sus propias historias sobre la relación y estas son siempre “verdaderas” desde la visión de cada uno. Cuando una pareja se encuentra entrampada en un conflicto, su capacidad de escuchar al otro está comprometida, así que cada uno sólo consigue escuchar lo que piensa y acredita. En tales situaciones, el otro pasa a ser visto como un estereotipo, una caricatura. La pérdida de la capacidad de escucha generosa, es decir, oír para comprender, es un camino hacia el desencanto y la pérdida de una relación colaborativa. Más que esperar o luchar por consensos, vivir con una persona requiere convivir con la diferencia. Y eso sólo es posible con el diálogo.

- ¿Qué propone la Terapia Narrativa?

- Es una práctica fundamentada en la creencia de que el ser humano organiza su experiencia a través de las historias sobre lo vivido. Esas historias siempre involucran una selección de eventos y cuando están saturadas de problemas, la persona tiene una estrecha visión de sí misma, una desesperanzada perspectiva de futuro y un descreimiento en la posibilidad de relaciones satisfactorias. Pero la vida es mucho más rica que los relatos que hacemos sobre ella, entonces siempre se pueden reescribir las historias con eventos favorables o que contradigan las historias dominantes. Esta terapia es una invitación a revisar las propias historias y re-escribirlas. La Terapia Narrativa, que se enmarca en las terapias posmodernas, reconoce a las personas como capaces de transformar sus historias y las considera expertas en sus vidas. El terapeuta es un facilitador.

- ¿En qué deriva más frecuentemente la “disolución del conflicto” tras la terapia? ¿En el reencuentro de la pareja o la ruptura?

- La disolución del conflicto deriva de la apertura para la escucha abierta, de la aceptación del otro como legítimo otro y, por lo tanto de la capacidad de convivir con las diferencias. Obviamente eso sólo es posible si el deseo de vivir con el otro se mantiene vivo.

- ¿Cuál es la premisa para que los hijos no sufran la separación?

- Yo diría que es poner la mirada en ellos. Eso va exigir que la pareja, aunque no sea más una pareja conyugal, se mantenga junta como una pareja de padres. Es difícil, pero posible. La posibilidad de mantener el contacto con ambos padres es fundamental para los niños.

- ¿Cuáles son, según tu experiencia, los conflictos más habituales en una pareja?

- Son muchos los motivos de conflictos: infidelidad, celos y pérdida de confianza, pérdida de la afectividad, de la admiración del uno por el otro; dificultades para tomar decisiones, diferencias en relación a la educación de los hijos, dificultades en la relación con las familias políticas, problemas sexuales y de dinero. Cualquiera sea el conflicto, siempre está presente la pérdida de una comunicación organizada por el diálogo.

- ¿Por qué a algunas parejas les cuesta tanto entenderse?

- Yo siempre pienso que la dificultad de escucha es en razón de los estereotipos que va construyendo uno acerca del otro.

- ¿La falta de sexo suele ser más una consecuencia o una causa de conflictos en la pareja?

- Ambas son posibles. Hay parejas que viven en peleas y que se dan muy bien en la cama.

- ¿Monogamia es sinónimo de fidelidad?

- La monogamia es una práctica cultural. En las sociedades brasileña y la argentina, monogamia es la práctica social vigente. Pero eso está lejos de ser un sinónimo de fidelidad.

- ¿Por qué hay personas que no pueden estar solas?

- Somos seres relacionales y en nuestras culturas crecimos aprendiendo que vamos a vivir grandes amores. Con todo, la dependencia de una pareja va ser mayor o menor conforme el nivel de autonomía y seguridad alcanzado por cada persona.