Mirá para arriba

Mirá para arriba

Tomate una siesta en estas vacaciones; una con sol, preferentemente. Y decidite a levantar la vista. Vas a descubrir muchas joyas de la arquitectura tucumana que la ciudad te ofrece a diario

SAN MARTÍN AL 400. Extraños monstruos parecen instalados en la cornisa del edificio de la Federación Económica (mitad del s. XIX), luego de la remodelación encarada por arquitecto español José Graña en 1924. 
SAN MARTÍN AL 400. Extraños monstruos parecen instalados en la cornisa del edificio de la Federación Económica (mitad del s. XIX), luego de la remodelación encarada por arquitecto español José Graña en 1924.
Nos los dicen a cada rato y lo leemos en carteles repartidos por el centro: San Miguel de Tucumán es ciudad histórica. Pero no parecemos convencernos, y nos preguntamos muchas veces a dónde fueron a parar las huellas de esa historia, más allá de nuestra querida Casa de la Independencia (que, sabemos, no es la “original”). 

Hay una buena noticia: es cierto que se han tirado abajo numerosos edificios que le hubieran dado identidad a la ciudad, pero muchos rastros de su historia aún persisten y con frecuencia les pasamos cerca sin advertirlos. Están en edificios conocidos y bien conservados, y también en otros sin “nombre y apellido”. Están, pero no los vemos. 

Uno de los motivos es que esas huellas, como las del Tucumán del boom de la industria azucarera, están bastante más arriba de la línea de nuestros ojos. Por eso la propuesta de esta nota es andar por la ciudad con la mirada en alto.

Sorpresas
Cuando el fotógrafo caminó por algunas de las calles cercanas al diario para lograr estas imágenes, hubiera sido necesaria otra cámara: una que registrara la cara de los transeúntes. En ese caso, habríamos podido mostrar también los gestos de sorpresa de los tucumanos. 

“¿Desde cuándo está esto aquí?”, se llegó a escuchar frente al verde edificio de Laprida al 300, construido hace seguramente más de 100 años.... Eso es lo que sucede: estar, están; pero no los vemos.

 Hay muchas más huellas de nuestra historia de las que podemos mostrarte hoy; algunas, disimuladas, porque los edificios que las albergan están bastante maltratados. Pero con un poquito, solo un poquito de creatividad, podrás imaginarte cómo fue nuestro Tucumán. Y eso no es menor: quizás descubrir lo que nos queda te transforme en un defensor de esas joyas de la ciudad.

Invitación
Caminá con la cámara en la mano. Lo ideal es que elijas para ello una siesta soleada de estas vacaciones; mejor aún la del domingo. No habrá casi tránsito, lo que te permitirá, tomando mínimas precauciones, pararte sin temor en medio de la calle para conseguir tus imágenes.  

Animate: descubrí vos más huellas de nuestro pasado, estos “pequeños grandes” tesoros tucumanos, y subilos a la página de Facebook de nuestro diario. Ayudarás a lectores de todo el mundo a caminar, aunque sea en forma virtual, por  nuestra “Ciudad Histórica”. Tus comprovincianos que están lejos te lo agradecerán.

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