
Mitos y verdades sobre la vida de los mellizos
¿Son gemelos? Aunque salta a la vista, es la primera pregunta que les hacen al verlos. Y de ahí viene una catarata de interrogantes. ¿Alguna vez intercambiaron roles? ¿Piensan lo mismo? Si uno está mal, ¿el otro lo presiente? ¿Comparten las mismas enfermedades? ¿Se transmiten pensamientos? Ellos están acostumbrados a responder acerca de todos los mitos que alimentan el imaginario social sobre estos hermanos que llegan al mundo en un mismo parto (en la Argentina, unos 12.000 por año). Algunos son ciertos. Pero otros son puro cuento. Estos son los testimonios recogidos en la Fiesta Nacional Del Mellizo, que se hizo en Famaillá.
¡A encontrar las diferencias!
Camilo y Mauricio Bulacio

Comparten roles y emociones
María y Susana Cofré (42 años)
"Así no nos vestimos todos los días. Usamos lo mismo sólo para esta oportunidad", aseguran las hermanas gemelas María y Susana Cofré, de 42 años. Es que vestidas las dos con tapado rojo y con pantalón negro es difícil distinguirlas. Pero según Susana, en estos últimos años ha subido unos "kilitos", y con ello la diferencia se hace visible. Estas hermanas que nacieron en San Miguel de Tucumán no han compartido novios, aunque sí han intercambiado roles en algunos momentos de sus vidas. Por ejemplo, cuando María -la más tímida- estudiaba, era seguro que Susana aprobaba. La "química" es tan fuerte entre ellas, que han llegado a presentir situaciones emocionales fuertes, aunque en ese momento hayan estado separadas. La historia de gemelos se repite en la familia: una tía del padre de María y Susana tiene hijos gemelos.
Intercambiaron novias
Guido Alfredo y Ricardo Abel Torres (66 años)
Son gemelos idénticos. Y eso no es sólo un tecnicismo; ellos se visten iguales (sombrero, anteojos y poncho al hombro) o por lo menos así lo hicieron para asistir a la fiesta de los mellizos en Famaillá. A los hermanos Guido Alfredo y Ricardo Abel Torres, de 66 años, se los distingue por el lunar en la nariz de Ricardo. A pesar de esa pequeña diferencia, todo aquel que los observa les resulta difícil saber cuál es cuál, y ellos se divierten con las caras de desconcierto.
En el pasado intercambiaron novias (cuando tenían 18 años) y hasta tuvieron los mismos amigos, pero luego cada uno se casó y formó su propia familia en San Miguel de Tucumán. Están tan conectados, que aseguran que una vez les tuvieron que extraer la misma muela y al mismo tiempo. Cuando uno de ellos no se siente bien por algo, el otro seguro que lo presiente.

Uno atorrante, otro "tranqui"
Exequiel y Daniel Escalada (31 años)
Exequiel se autodenomina el más atorrante de los hermanos Escalada. Eso prueba el mito de que mientras uno de los gemelos es más tranquilo, el otro es más travieso. Sin embargo, según Daniel, esos años en los que hacían locuras, como intercambiar novias, ya han quedado en el pasado. A estos hermanos de 31 años, nacidos en Yerba Buena, se los distingue porque Exequiel tiene unos pequeños lunares en la cara. De ahí en más, es difícil diferenciarlos. Eso les sucede a diario a sus pequeños hijos, que muchas veces no saben quién es el papá de cada uno, cuentan los Escalada. La conexión emocional es tan fuerte, que hasta para comprarse ropa caen -sin saberlo- al mismo lugar. Lo único feo, admiten, es que comparten una misma enfermedad: Daniel un día sufrió un ACV isquémico (suspensión del flujo sanguíneo), y luego le pasó lo mismo a Daniel.
Familia repleta de gemelos
Maximiliano y Emanuel Díaz (23 años)
Se podría decir que Maximiliano y Emanuel Díaz son dos gotas de agua (aunque en la foto salen haciendo muecas distintas). No hay otra manera de describir a estos gemelos de San Miguel de Tucumán, porque son -a simple vista- iguales. Aunque cuando comienzan a hablar las diferencias afloran: Maximiliano es más tímido y Emanuel no tiene problemas para hablar o para reírse al recordar las anécdotas que los vinculan.
"Fuimos compañeros en la primaria y en la secundaria. En este tiempo, Maxi me 'salvaba las papas' cuando no estudiaba", aclara Emanuel. No compartieron novias, negocian cuando alguno tiene que hacer algo que no le gusta (cambian de rol). Cuando uno está mal, el otro enseguida lo presiente. Y la sorpresa: en la familia también hay gemelos: su padre y su tío, al igual que sus primas, sus sobrinos y sus hermanastros.
Travesuras infantiles x 2
Jonathan y Brian Medina (12 años)
Como si se prepararan para un acto del colegio, los mellizos Jonathan y Brian Medina, de 12 años, se pusieron traje y hasta lustraron sus mocasines para asistir a la fiesta que se organizó en Famaillá. Aunque el corbatín ajustaba, estaban cómodos con tantos pares de hermanos parecidos. Los dos son tímidos y prefieren no contar sus travesuras para que su mamá no los rete cuando salga publicada esta nota. Sin embargo, confesaron que muchas veces se cambiaron los nombres cuando sus padres enviaban a alguno de ellos a comprar pan.
Las diferencias sí se hacen visibles entre estos hermanos, que viven en Santa Rosa de Leales: Brian es más alto y más tímido y serio, mientras que Jonathan tiene un lunar en el cuello y es el más estudioso. A diferencia de otros mellizos, ellos no comparten enfermedades. Jonathan es asmático y Brian no.
El fútbol, lo único distinto
Jonatthan y Gastón Vázquez (16 años)
No habría diversión si se tuviera que jugar a encontrar las diferencia entre los mellizos Jonatthan y Gastón Vázquez. Los dos son flacos, tienen anteojos, sus cortes de pelo son iguales, sus rasgos son exactos y hasta usan la misma ropa todo el tiempo. Estos hermanos de 16 años, que viven en la ciudad de Concepción, hasta padecen lo mismo: son muy alérgicos a los mosquitos.
A veces sienten lo mismo. Cada una de las respuestas que dieron a nuestro cuestionario fueron escuetas, porque contestaban al unísono y coincidían en cada una de ellas. Hasta que se subieron al escenario para presentarse ante los miles de visitantes de la fiesta en Famaillá. Allí relucieron la única diferencia: uno era de Boca y el otro de River. En este caso, la pasión no se comparte.








