Un certificado para revitalizar la construcción

Un certificado para revitalizar la construcción

Con características físicas similares a las de un billete y transmisión por entrega simple, el Gobierno procura otorgar liquidez del Cedin a fin de "competir" con el dólar-billete y expandir la oferta cambiaria (con divisas provenientes del blanqueo), a un tipo de cambio superior al oficial, según la consultora Empiria. Aquí algunas de las claves del nuevo instrumento

30 Junio 2013
BUENOS AIRES.- La Ley de Exteriorización de Capitales, conocida como "blanqueo de capitales", comenzará a regir a partir de mañana por 90 días, con el objetivo de que ahorristas puedan, ingresando dinero o inversiones en el exterior, declararlo y regularizar su situación frente al fisco.

La ley 26.860 habilita el ingreso al país de dinero no declarado sin tener que precisar el origen de los fondos y con el beneficio adicional de no sufrir penalidades ni tener que actualizar el pago de impuestos. A cambio, se deberá optar por la suscripción de dos bonos nominados en dólares: el Certificado de Depósito para Inversión (Cedin) y el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Energético (Baade), que también cuenta con una versión denominada Pagaré.

Los Cedin tienen como objetivo resucitar la construcción y el sector inmobiliario luego del efecto que provocó en ambos segmentos el cepo cambiario, mientras que los Baade buscan captar fondos para obras de infraestructura en el sector energético, principal factor de desequilibrio de las finanzas públicas.

Los certificados serán transformados en dólares ante su sola presentación en una entidad bancaria, luego de que fueran aplicados a una operación de construcción o inmobiliaria. La garantía de cobro está dada por el Banco Central que administra un fideicomiso integrado por el 100% de los fondos exteriorizados.

Pero, además, para potenciar su utilidad el Gobierno estableció que los Cedin podrán utilizarse como medio de pago para cualquier operación dentro de la economía, como, por ejemplo, adquirir una bicicleta, comprar un auto o un electrodoméstico. De esta forma, circularán libremente por la economía (mediante un sistema de endosos) y quedarán habilitados para ser transformados en divisa extranjera sólo después de que sean aplicados a una operación inmobiliaria.

Los Cedin tendrán cotización en el mercado secundario, con lo cual el Gobierno aspira a que su rotación tenga efecto sobre el tipo de cambio y limite los movimientos del dólar blue. La ley estará vigente hasta el 30 de septiembre, pero el Poder Ejecutivo tiene la facultad de prorrogar su vencimiento sin necesidad de pasar por el Congreso de la Nación.

La norma fue cuestionada por la oposición desde el temor que los dineros a ingresar provengan de actividades ilícitas.

Ante la parálisis que sufre, el sector inmobiliario apoyó la norma, pero todas las voces coinciden en que el éxito del plan radica en la cantidad de dinero que sea blanqueado.

El Gobierno tiene como expectativa conseguir al menos U$S 4.000 millones, monto que ingreso al blanqueo que se realizó en 2009.

Como una cuasimoneda

Tras su reglamentación quedó claro que la intención oficial es que el Cedin se aproxime más a una "cuasimoneda" (convertible) que a un bono en moneda extranjera, señala la consultora Empiria. Con características físicas semejantes a las de un billete y transmisión por entrega simple (los endosos, registrados o no, serán voluntarios), queda claro que el esfuerzo oficial se concentra en facilitar la liquidez del nuevo instrumento. De esta manera, dice en su informe, trata de "competir" con el dólar-billete y expandir la oferta cambiaria (con divisas provenientes del blanqueo, hoy fuera del mercado). Pero al tipo de cambio que defina el mercado (superior al oficial) y, presuntamente, una más certera intervención oficial.

Entre las novedades derivadas de la reglamentación, la consultora destaca:

• La distinción entre los Cedin "aplicados" y "no aplicados" promueve la existencia de al menos dos paridades cambiarias implícitas: un tipo de cambio para Cedin "aplicados", seguramente cercano al blue, inmediatamente redimibles por billetes; y otro menor para el Cedin todavía "no aplicado", con cierto descuento respecto al anterior, aunque superior al tipo de cambio oficial.

• La creación de la figura Cedin "aplicado" es esencial para habilitar a la construcción como destino de los dólares blanqueados, ya que la presentación de los certificados de obra o compra de materiales implica un desembolso previo de "pesos en blanco", que el "blanqueador constructor" podrá repagar con los pesos que obtiene de la venta de sus Cedin "aplicados".

• El Cedin "aplicado" habilita la circulación del certificado aún luego de concretada la operación inmobiliaria o la construcción, presumiblemente con algún descuento respecto al blue (dólar billete). De esa manera los oferentes de pesos que quieran dolarizar su cartera garantizarían algún mercado secundario de Cedin, que es un objetivo central de las autoridades.

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