Se aprobó en la Argentina un nuevo tratamiento contra la Esclerosis Múltiple

Se aprobó en la Argentina un nuevo tratamiento contra la Esclerosis Múltiple

La Anmat autorizó la venta de la droga teriflunomida, que se suma a los remedios que ya había. Opinan expertos.

18 Abril 2013
Los pacientes argentinos con Esclerosis Múltiple (EM) cuentan con una nueva opción para tratar la enfermedad. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó la comercialización de Aubagio (teriflunomida), de la compañía Genzyme. Se aplica por vía oral, en una dosis diaria de una tableta de 14 mg. La EM es una enfermedad autoinmune, para la cual aún no hay cura. Quien la padece resulta víctima de su propio sistema inmunitario que, en este caso, ataca la mielina que recubre los nervios. Así, las neuronas del sistema nervioso central pierden parcial o totalmente su capacidad de transmisión. Alejandro Turek -director médico de Genzyme- informó que unas 2,5 millones de personas padecen EM en el mundo, y en la Argentina, unas 8.000. "En la mayoría de los casos tienen de 20 a 40 años y son mayormente mujeres (dos por cada hombre)", precisó. Añadió que la variabilidad de los síntomas dificulta un fácil y rápido diagnóstico. "El diálogo con el paciente es clave; se necesita conocer qué le pasa, qué le ocurrió en el pasado. Luego se avanza con estudios neurológicos más minuciosos, hasta llegar a la resonancia magnética o a la punción lumbar, entre otros", detalló.

Medicación
Cuatro expertos en EM disertaron durante la presentación de Aubagio, en Buenos Aires. Por nuestro país estuvieron Jorge Correale -jefe de Neuroinmunología y Enfermedades Desmielinizantes de la Fundación Fleni- y Edgardo Cristiano -jefe del Servicio de Neurología del Hospital Italiano y presidente honorario de la Asociación de Lucha Contra la EM-. Desde los Estados Unidos llegaron Aaron Miller -director médico del Centro para la Esclerosis Múltiple Corinne Goldsmith Dickinson- y Patricia Coyle -jefa de cátedra de Neurología, directora del Centro de Atención Integral de la Esclerosis Múltiple Stony Brook-. Coincidieron en celebrar que haya un nuevo medicamento para enfrentar la EM.

Cristiano destacó que, en los últimos tiempos, el diagnóstico se aceleró. "La importancia de diagnosticarla rápidamente no es sólo académica, sino que brinda, además, una oportunidad terapéutica al paciente. Cuanto más temprano comencemos a tratarlo, muchísimo más eficaces resultarán los procedimientos", advirtió. Luego enumeró los medicamentos con que se cuenta actualmente: interferones, natalizumab, fingolimod y teriflunomida. "No es que un medicamento remplazó a otro; conviven. Nos importa que el paciente, con el correr de los años, tenga la menor discapacidad posible", dijo.

Añadió que tanto fingolimod como teriflunomida presentan buenos perfiles de seguridad -requieren mínimos cuidados- y alta comodidad, ya que implica la toma de una pastilla por día. Pero instó al paciente a que consulte con su médico o centro especializado: "hay un medicamento óptimo para cada paciente; de lo que se trata es de maximizar los beneficios minimizando los riesgos".

Miller advirtió que la variedad de medicamentos conlleva un desafío para el profesional. "Estamos bendecidos por contar con más opciones para los pacientes, cuya calidad de vida hoy es mejor que hace 20 años. Pero debemos recalcar la dificultad en la toma de decisiones por parte del médico. Los inyectables (interferones y natalizumab) son tolerados por muchos; pero a nadie le gusta tener que inyectarse a diario o tres veces por semana. No obstante, no se cambia un medicamento sólo por el modo de administración", aclaró.

Esperanzas
Coyle ponderó los resultados obtenidos por teriflunomida en los estudios en fase tres a los que fue sometida. Subrayó que los ataques se redujeron sensiblemente en los pacientes tratados con este nuevo medicamento. Destacó que si una mujer tratada con teriflunomida decide quedar embarazada, puede sacar rápidamente de su organismo la droga.

Miller señaló que actualmente hay drogas en estudios fase dos que funcionarían como remielinizantes; es decir, que podrían regenerar la mielina perdida. Correale también se mostró optimista, respecto de futuros avances. "Es difícil saber cuándo habrá una cura; pero sí sabemos que año tras año nuevos tratamientos van permitiendo una mejor calidad de vida", subrayó el experto argentino.

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