El piano de la casa de Chopin espera por sus manos

El piano de la casa de Chopin espera por sus manos

El músico tucumano ganó con el máximo puntaje el Concurso Chopin. Tomará clases en Varsovia y hará una gira de conciertos.

DESAFÍO. De La Trinidad a la cuna del piano romántico. LA GACETA / FOTOS DE INéS QUINTEROS ORIO DESAFÍO. De La Trinidad a la cuna del piano romántico. LA GACETA / FOTOS DE INéS QUINTEROS ORIO

"Comenzamos por el puntaje más alto: es para José Ricardo Díaz, ¡es de Tucumán!", exclamó Miguel Ángel Estrella. El viernes, en el Palacio San Martín (Ministerio de Relaciones Exteriores), el maestro anunciaba los ganadores del Concurso Nacional de Piano Federico Chopin.

"Yo no lo podía creer porque el nivel era altísimo. Estoy muy contento", confiesa Díaz con medido entusiasmo, a pesar de que a los 26 años acaba de conquistar una de las metas soñadas por los pianistas jóvenes del mundo.

Desde La Trinidad lo acompañó su familia, que no oculta ni orgullo ni euforia, en contraposición con el ganador, circunspecto, sereno, maduro.

"Tendría cinco o seis años. En casa preparábamos alumnos en armonía (ambos padres son profesores de Música). Yo le enseñaba lo básico, pero al día siguiente él ya hacía el acorde completo y se sabía la canción. Ocupados con los alumnos, no le prestábamos atención hasta que descubrimos su talento. Queríamos mandarlo al conservatorio en Concepción pero no recibían tan chicos. Recién a los nueve pude inscribirlo", recuerda encantado José Alberto, el papá. Luego vendrían el Conservatorio de Tucumán y por último, el de Buenos Aires (IUNA), y las clases particulares con renombrados maestros.

- ¿Para el Concurso sólo preparaste Chopin?¿En qué tiempo?

- Los estudios de Chopin (27), más sonatas de Beethoven, Preludio y fugas de Bach, un Estudio de Debussy y una obra de Ginastera. Estoy haciendo mi tesis de licenciatura con los Estudios de Chopin, así que ese fue un gran paso. Desde la inscripción, en septiembre... pasé las vacaciones sentado al piano. Estudié repertorio con el profesor Aldo Antognezzi en Buenos Aires; llegué 15 días antes del concurso, a ajustar detalles.

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- ¿Cuántas horas ensayás?

- Entre seis y ocho.

- ¿Y qué hacés durante el resto del día?

- Descanso; escucho a grandes pianistas; leo sobre los compositores; estudio; tesis; en este momento estoy totalmente enfrascado. No hago mucho más...

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- ¿Tocaste en público?

- Varias veces en audiciones en el Conservatorio y en la Escuela de Música, y en Buenos Aires. La última vez fue en Concepción, con el maestro Estrella. Fue genial tenerlo entre el público. La sala estaba repleta, tuvieron que poner sillas extras. Toqué el Scherzo N°3 y uno de los Estudios de Chopin.

- ¿Cuándo fue tu primera vez al teclado ?

- A los cinco años, en un teclado de mi padre. También estudié y toqué instrumentos de viento en la banda de La Trinidad. Pero iba sobre todo por las clases teóricas.

- ¿Qué te produce interpretar música?

- Una enorme satisfacción. Es mi lenguaje. Es como si entrase en otro mundo; depende del compositor y de la obra.

- ¿Cuál es tu repertorio más frecuente?

- Estoy más inclinado al romanticismo. Ahora, obviamente, focalizado en Chopin.

- ¿A quiénes admirás?

- A Christian Zimermann, para mí uno de los mejores en Chopin. Por supuesto que Barenboim, Argerich y Gelber son fantásticos.

- ¿Aspirás a adquirir estilo propio como intérprete?

- Sí, pero con mucho cuidado. No tiene que ser todo del pianista. Hay que poner algo de uno, pero no hay que sobrepasar al compositor.

- ¿Qué opinás de los pianistas populares que llenan estadios, como Lang Lang?

-Justo él no es uno de mis favoritos, pero tiene mucha llegada al público joven.

- La música de cámara requiere intimidad, no necesita el estadio lleno...

- El presidente del jurado, Piotr Paleczny -que tocó el viernes en el San Martín- nos dijo que con Chopin tenemos que ser más íntimos. Tenemos que pensar su música como él la escribió. Nos sugirió que estudiemos valses y mazurkas y que, por supuesto, demos la mayor introversión en los estudios.

- ¿Qué otra música de Chopin te gusta tocar?

- Las baladas son fantásticas... los scherzos.

- ¿Y qué otros autores para piano?

- Beethoven, y sus sonatas; partitas, suites o fugas de Bach; Schumann me encanta, con esa personalidad tan especial...

- ¿Qué te pasa con los impresionistas?

- Prefiero Ravel -orquestando es un genio- antes que Debussy.

- La cuestión por ahora es tocar Chopin en su propia casa...

- Es mucha presión; allí casi todos son especialistas. Estudiaré para estar a la altura...

En el lujoso Salón Dorado del Palacio San Martín, entre autoridades de la Nación, diplomáticos, músicos -y fans-, no hay duda de que el viernes pasado a José Díaz le cambió la vida.

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