"Si somos 'chupamedias' por ponerle León Alperovich a la escuela, entonces lo somos"

El fragmentado bloque oficialista Tucumán Crece trabajó unido ayer en el recinto para hacerle dos "regalos" al gobernador, José Alperovich. Primero, con más argumentos políticos que legales, la bancada justicialista legitimó la controvertida licencia a Marcelo Ditinis (PJ), un legislador del riñón del mandatario que hace 28 días volvió a trabajar en Casa de Gobierno.

Luego, el alperovichismo defendió y votó el proyecto de ley que le dio el nombre del fallecido empresario León Alperovich, padre del gobernador, a la Escuela Nº 92 de Campo Grande, Graneros. Durante el debate, el opositor Alberto Colombres Garmendia (PRO) insinuó que el bloque oficial es "chupamedias" del titular del PE, al comparar la iniciativa con una publicidad de celulares. "¡Si somos chupamedias por ponerle León Alperovich a la escuela, entonces lo somos!", le respondió con énfasis Adriana Cejas (PJ), una de las legisladoras que firmó la iniciativa. Luego, Iván Llorens Dip y José Teri, también del PJ, plantearon una cuestión de privilegio contra el macrista, ya que adujeron haberse sentido agraviados por el calificativo.

Un diálogo

Ditinis no estuvo en el recinto. El 6 de setiembre, el alperovichista redactó una nota dirigida al presidente subrogante del cuerpo, Regino Amado (PJ), para advertirle que había aceptado la designación como secretario de Prensa y Difusión. Alperovich lo quería en esa oficina con urgencia. Por eso, el joven dirigente solicitó un permiso sin goce de sueldo; Amado rubricó la licencia y aclaró que era ad referéndum (es decir, debía ser refrendada) por la Cámara.

"¿Cuál es el artículo que lo habilita a tomar esta clase de decisiones?", le preguntó Ariel García (UCR) a Amado en el recinto.

"Yo no tengo que dialogar con usted. Pero recibí el mismo asesoramiento que ustedes cuando trabajan proyectos, que es el de la Asesoría Letrada", respondió el titular de la Cámara. Además, aclaró que la Secretaría de la Legislatura también fue consultada al respecto. Sin embargo, no citó las normativas sobre las que fundamentó su decisión de avalar el permiso especial para Ditinis.

La bancada oficial, de todas maneras, mantuvo firme la postura. Gerónimo Vargas Aignasse, el legislador díscolo del PJ, demostró que es indescifrable hasta para sus propios compañeros: fue el primero en defender la licencia de su ex par de banco en el recinto. "Nadie planteó un recurso de reposición al presidente del cuerpo para que reviera el permiso. El interés de la oposición con este tema no es real, sino político, porque saben que se actuó de buena fe", apuntó el ex diputado nacional.

Los referentes del bloque también respaldaron al ahora funcionario alperovichista. Sisto Terán Nougués aseguró que aprobar la licencia de Ditinis era un acto administrativo, y que Amado tiene la potestad de ejecutarlo, según la normativa del cuerpo. "¡Ni un golpe de Estado hubiera generado esta reacción!", les dijo Terán Nougués a sus rivales políticos.

Escudándose en la Carta Magna local, los opositores aseguraron que Ditinis había perdido la banca. "La aceptación por parte de un legislador de un empleo público nacional, provincial o municipal, deja vacante su banca de legislador", indica el artículo 61.

Sobre esta base, el radical Federico Romano Norri le respondió a Terán Nougués. "Hay una pirámide jurídica que debe ser respetada. El reglamento interno del cuerpo no está por encima de la Constitución provincial: que sean oficialismo y mayoría no significa que pueden hacer lo que quieran", lanzó. Roque Álvarez, presidente del bloque Tucumán Crece, le retrucó que el senador nacional José Cano, para llegar a conducir la UCR local "tuvo que dejar de lado la Carta Orgánica del centenario partido".

Tras la discusión se pasó a votar. Los 39 oficialistas que estaban en el recinto (hubo dos faltas y la banca de Ditinis estaba vacante) refrendaron la licencia que había dado Amado. La negativa de los siete opositores sólo sirvió para que quedaran registradas en las actas.

Discordia

El nombre de la Escuela Nº 92 volvió a generar la discordia en el recinto. Raúl Hadla (PJ), titular de la comisión de Cultura y Educación, relató que hace unos 25 días los docentes de la institución lo buscaron para plantearle tres opciones: León Alperovich; Ernesto Sabato; y Aborigen Tucumano. Y aclararon que preferían la primera denominación para homenajear a los inmigrantes que vinieron a trabajar al país. "Yo no fui más que un instrumento en esta iniciativa", dijo el oficialista, que elaboró el proyecto de ley.

Había otras dos propuestas: José Páez (DC) avaló el nombre de Sabato, en homenaje a la trayectoria del célebre escritor; Ricardo Bussi (FR) opinó que la familia Alperovich podía donar una institución y elegir el nombre. Ambas opciones fueron descartadas.

El escándalo estalló cuando Colombres Garmendia citó la nueva frase publicitaria de una empresa de celulares, "nadie te chupa las medias como Personal", y la comparó con el bloque oficial. "Esto lo supera", dijo el macrista.

"Es un maleducado", le respondió Cejas. Luego, se asumió como "chupamedias" del gobernador y la bancada alperovichista la aplaudió. "¡Y con honor!", gritó alguien.

Llorens Dip planteó luego una cuestión de privilegio contra el titular del PRO local. "Yo soy otro 'chupamedias'", disparó Teri con ironía, y apoyó el planteo de su par. "He sido intendente de Alberdi y concejal dos veces. Y no lo hice 'forreando'", agregó Hadla.

Luego, Álvarez leyó una crónica del corresponsal de LA GACETA en el sur, publicada ayer, en la que docentes de la institución afirman que no hay intereses políticos en el gesto. "Es buena la propuesta de llamarla Ernesto Sabato, pero hay muchas escuelas sin nombre en la provincia; lo podemos tener en cuenta", aseveró.

Más tarde, cuando se pasó a votar, otra vez el alperovichismo impuso su número, y así se resolvió el segundo de los temas polémicos de la sesión. En ambos casos, los oficialistas se esforzaron por hacer sonreír al gobernador.

La asunción

Marta Zurita ocupó la banca acéfala del PJ 

Entró al recinto y los aplausos de sus familiares y seguidores cayeron de los palcos. Ella devolvió besos, un discurso de agradecimientos y una "V" con los dedos mayor e índice. Marta Zurita (PJ) regresó a la Cámara para reemplazar a Marcelo Ditinis, de licencia, y le contó a LA GACETA que sus proyectos apuntarán a combatir la inseguridad, el narcotráfico y la inflación. "Siempre la sentí como mía a esta banca, porque puse mucho de mí en esto, y sentía que debía estar. Por mi experiencia, por mis ganas de que nos unamos todos... hace falta la buena convivencia", aseguró la parlamentaria, que ocupará por cuarta vez un lugar en la Legislatura. Zurita le seguía a Ditinis en la lista de candidatos del Frente para la Victoria en la elección de 2011.

Un permiso cuestionado

Marcelo Ditinis (PJ) asumió en octubre del año pasado como legislador. Antes, había trabajado como secretario de la Gobernación.

El 6 de setiembre, el alperovichista le envió una nota al titular del cuerpo, Regino Amado, para solicitar una licencia a fin de trabajar en el PE.

Amado le otorgó a Ditinis una licencia que debía ser refrendada por el cuerpo. Según dijo, se apoyó en Asesoría Letrada de la Cámara.

El artículo 61 de la Carta Magna tucumana indica que "la aceptación de un legislador de un empleo público (...) deja vacante su banca".

Los opositores aseguran que el secretario de Prensa perdió la banca, ya que aceptó el trabajo en el PE sin aguardar el aval del plenario legislativo.

El PJ defendió la licencia, y afirmó que se trató de un trámite administrativo "simple". El bloque apoyó a Ditinis, que puede regresar cuando quiera.