Mientras el trigo retrocede en su área de siembra, afectado por las restricciones comerciales que traban las exportaciones, los agricultores optarían en esta campaña por sembrar otros cultivos de invierno, entre los cuales la cebada presenta las mayores perspectivas de incremento. En la última década, la cebada viene incorporando unas 40.000 hectáreas nuevas por año. Y para este ciclo se proyecta un incremento de un 30% de la superficie, para alcanzar hasta 1,5 millón de hectáreas.
En ese aspecto, la Facultad de Agronomía de la UBA elaboró un informe con recomendaciones a tener en cuenta. De acuerdo al uso que se le de a la cebada, varían los requisitos de calidad que se tienen en cuenta durante la comercialización. Entre otras características, la cebada cervecera tiene bonificaciones cuando el contenido proteico de los granos se encuentra entre el 11% y 12%. En la cebada forrajera esta característica no se tiene en cuenta.