Las repercusiones de la tendencia nacional a creerse de clase media

Las repercusiones de la tendencia nacional a creerse de clase media

Impacto de la percepción en políticas fiscales. Un encuesta de casi 1.200 casos realizada por economistas de la Universidad de La Plata revela que los argentinos ricos subestiman su posición económica, mientras que los pobres la sobrestiman. Esto ayuda a explicar por qué puede darse desde indiferencia hasta apoyo de los sectores menos favorecidos a políticas impositivas que desalientan la redistribución del ingreso

24 Junio 2012
Hay 10 millones de familias en la Argentina. ¿Cuántas cree usted que tienen un ingreso inferior a la suya?

Esa es una de las preguntas centrales de la encuesta que diseñaron Martín Tetaz, Guillermo Cruces y Ricardo Pérez Truglia, investigadores del Centro de Estudios Distributivos Laborales y Sociales de Ciencias Económicas (Cedlas), de la Universidad Nacional de La Plata.

El trabajo, según el primero de los profesionales, mostró que los argentinos tienen una exagerada tendencia a considerarse de clase media. Los que se encuentran en una posición económica muy favorable tienden a subestimar su estatus, mientras que los que se encuentran más abajo en la distribución del ingreso tienden a sobreestimar su lugar en la escala social.

"Esto tiene que ver con el 'efecto grupo de referencia' y el sesgo de representatividad. Tendemos a juntarnos con gente parecida a nosotros y luego creemos que nuestro grupo es bastante representativo del promedio de la población", expresa Tetaz a LA GACETA.

Pero el economista también advierte que las percepciones individuales de distribución de los ingresos son clave en economía política y modelos de finanzas públicas. Y su estudio pionero (1.115 casos) arrojó resultados reveladores sobre demandas de equidad.

"Aquellos que habían sobrestimado su posición y se pensaban más ricos de lo que eran, demandan mayores niveles de redistribución cuando se les informó de su situación real", precisa el trabajo, publicado en The New York Times.

Los unos y los otros
¿Cree usted que el gobierno debería ayudar a los pobres dándoles dinero?

Esta pregunta fue respondida positivamente por el 14,7% de los entrevistados, con un pico del 23,2% en la franja más pobre, y un umbral del 9,5% en el sector superior. El mismo planteo, pero referido a la entrega de alimentos, fue apoyado por un 33,5% de los encuestados, con techo de 42,1% entre los más pobres y piso de 22,1% entre los más ricos.

Por último, se preguntó si el Gobierno debía ayudar a los pobres "poniendo a su disposición un puesto de trabajo". El 98% de los consultados apoyó esa opción.

Pero las dos opciones anteriores sufrieron variaciones en sus guarismos cuando se informó a encuestados que sobreestimaban su posición social que en realidad estaban en estratos más bajos según sus ingresos. El nivel de apoyo a la opción de ayuda con dinero a los pobres aumentó un 10%. Y el de asistencia con comida, un 5%.

"Esta relación entre las percepciones sesgadas y las actitudes políticas es una explicación alternativa para el grado relativamente bajo de redistribución que se observa en las democracias modernas", sostiene el estudio.

En concreto, Tetaz advierte que la percepción sobreestimada que algunos sectores menos favorecidos tienen de su situación puede explicar, entre otros aspectos, por qué hay desde indiferencia hasta apoyo de los sectores menos favorecidos a políticas fiscales que desalientan la redistribución de recursos. (Ver "Una investigación...")

Política e ideología
La base de datos de Tetaz arroja una serie de vinculaciones sociales y políticas no publicadas en el trabajo original, como la influencia de las identificaciones políticas o ideológicas en las preferencias por políticas redistributivas.

"Quienes se identifican como de izquierda y de centro izquierda están más a favor (en comparación a los "sin ideología") de que el Gobierno reduzca las diferencias de ingresos entre los que más y los que menos tienen -explica, en diálogo con este diario-. Los de centro derecha y derecha no están más a favor, pero tampoco en contra".

"Respecto de los partidos, los que se identifican como socialistas son los que están más a favor de la redistribución, seguidos bastante lejos por los peronistas -detalla-. Los que se dicen del Pro, están directamente más en contra".

El especialista en la interrelación de la economía y la psicología también da cuenta de que entre los ciudadanos que se declaran "independientes" surgen inclinaciones por pertenecer a uno u otro partido, según la postura ideológica y la clase social en que se ubican.

"Entre los que manifiestan alguna posición en el abanico izquierda - derecha, 32,2% simpatizan con el peronismo, 11,6% con el radicalismo, 13,5% con el socialismo, 3,1% con la Coalición Cívica y 5,3% con el Pro", detalla Tetaz.

"Entre los que dicen no tener ideología alguna (siempre respecto de izquierdas y derechas), 12,2% simpatiza con el peronismo, 3,2% con el radicalismo, 2,1 con el socialismo, 0,4% con la Coalición Cívica y 3,2% con el Pro", concluyó.

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