"La gente tiene que llamarte por el género que te ve"

"La gente tiene que llamarte por el género que te ve"

Jorgelina Zalazar fue la primera tucumana que pidió el cambio de nombre y de sexo en su DNI. "Asumirme mujer me dio personalidad".

LA HUELLA. Jorgelina Zalazar muestra el dedo pintado por el Registro Civil, marca de los trámites que inició ayer. LA GACETA/ FOTO DE JUAN PABLO SANCHEZ NOLI LA HUELLA. Jorgelina Zalazar muestra el dedo pintado por el Registro Civil, marca de los trámites que inició ayer. LA GACETA/ FOTO DE JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
05 Junio 2012
Jorgelina Zalazar es una oda a la picardía. Remata cada frase con un chiste, se divierte con el doble sentido, pone en evidencia a quienes le espían las curvas de soslayo. "Sos pícaro, lindo", los desenmascara, y enseguida ríe, casi todo el tiempo ríe. La alegría le sintoniza con el empeño que -es evidente- pone en el vestuario, sujeto a destacarle la figura, y en su cabello flúor de tan rubio, al que cuida con propias manos expertas (es peluquera desde hace 15 años).

No siempre ha sido tan avasalladora, cuenta. "Antes -dice, en referencia a cuando se llamaba Jorge Luis y era un adolescente flacucho y retraído- me dejaba pisotear, era sumisa. Pero cuando me asumí gay y luego travesti, eso cambió completamente. Entonces empecé a ser 'Jorgelina, la audaz'", se define. Habla la mujer que debió atravesar situaciones que dejarían tildado a cualquiera, como que el mozo de un elegante restaurante le pidiera en no buenos términos que se retirara del lugar o que algunos clientes le confesaran que solo habían entrado a su peluquería para fisgonearla de cerca. "Sienten curiosidad por mi condición sexual. Por supuesto que a veces me ofendo, pero aprendí a sobrellevarlo", señala.

Aunque su personalidad ayude, Zalazar ha dado ayer un paso fundamental en su lucha contra la discriminación y, en casos extremos, contra la agresión: fue la primera tucumana que solicitó el cambio de sexo y de nombre en su DNI, tras la sanción y puesta en régimen de la Ley de Identidad de Género. "Pertenezco a La Cámpora, así que estaba muy informada al respecto. Por eso, hoy (por ayer) me levanté muy temprano y a las 8 ya estuve en el Registro Civil para iniciar los trámites. Me puse algo nerviosa, porque había varios medios esperándome, pero también muy contenta. La gente tiene que llamarte como te ve. Yo toda mi vida me sentí Jorgelina", destaca.

Que sean felices
Según la estilista, de 33 años, la nueva norma contribuirá enormemente a la inclusión de travestis, transexuales y transgéneros. "Es horrible, por ejemplo, estar en una sala esperando un turno para el médico y que este salga y te llame por un nombre que no se corresponde con tu aspecto físico. Cada vez que pasó eso, me levanté y caminé toda divina, pero no dejo de ver que hay quienes se pegan codazos entre sí y se ríen. Lo mismo a la hora de votar: te acercás, el presidente de mesa grita tu nombre completo y la gente comienza a murmurar. Es muy feo", sentencia.

En ese sentido, Jorgelina considera que la ley le allanará el camino a quienes sienten temor de asumir y comunicar su verdadera orientación sexual. "Como soy una persona conocida en la provincia, muchas personas confían en mí y me cuentan que tienen miedo a revelar su homosexualidad. La mayoría son adolescentes u hombres mayores de 30 años, algunos casados y con hijos. Les digo que traten de buscar en su interior, que sean ellos mismos. Es muy triste vivir con ese dolor: a mí me duró hasta los 17 años, pero no lo dejé extenderse más. Pero, sobre todo, les digo que sean felices. Uno se siente mejor cuando reconoce lo que es. Al fin y al cabo, todos lo saben o lo suponen", admite.

En el caso de la peluquera, la reacción positiva de la familia contribuyó mucho. "Todavía recuerdo el día en que se lo conté a mis padres. Había tenido alguna noviecita, pero me sentía angustiada. Me dije '¿por qué tengo que andar así por la vida? No voy a hacer feliz a ninguna mujer y tampoco voy a serlo yo'. Así que me decidí. Lo primero que hizo mi papá cuando me escuchó fue levantarse y darme un fuerte abrazo. Fue lo más lindo que me pasó en la vida. El hecho de que mi familia lo aceptara fue crucial -remarca-. Sobreviví de las críticas del resto no prestándoles atención, basándome en mi belleza y en mi postura de mujer".

Según Jorgelina, la sociedad debe aportar su granito de arena: "a las personas hay que respetarlas tal cual son, hay que abrir la mente. Si les gusta, bien; si no, que miren para otro lado". Palabras de Jorgelina, la audaz.

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