En el nivel medio crece la cantidad de maestros frente a las aulas

En el nivel medio crece la cantidad de maestros frente a las aulas

En general, los hombres representan el 25% del total de docentes en la provincia; aunque en la secundaria esa cifra se eleva al 45%

02 Junio 2012
Hasta hace unas décadas, los hombres enfrentaban un aula principalmente para dictar materias especiales. En la actualidad, son cada vez menos los varones que en una cultura escolar tradicionalmente feminizada sienten que no tienen lugar. Tanto que ya representan cerca del 25% de un total aproximado de 32.000 docentes que hay en la provincia, según informó David Toledo, secretario general de la Agremiación Tucumana de Educadores Provinciales (ATEP).

En el nivel medio es donde más se siente la presencia masculina dictando clases: son cerca del 45 % frente a un 55 % de mujeres. No obstante, en la primaria también aumenta la cantidad de varones que enseñan todo tipo de materias. También se incrementa el número de maestros jardineros, aunque muy lentamente y casi ni se nota, especificó Patricia Tauber, directora de Educación Inicial de la Provincial. "Las puertas siempre están abierta para ellos. Hasta ahora tenemos sólo cinco o seis varones al frente de los jardines", resalta.

¿A qué puede deberse el incremento de hombres en las aulas? Para Toledo, hay una explicación fundamental: la razón económica. "Hay desocupación y la docencia puede resultar atractiva como salida laboral porque si bien el salario inicial es bajo, comparado con otros empleos, se trata de un trabajo estable, con derechos laborales y reales posibilidades de inserción", resalta. También hay motivos culturales: el surgimiento de una "nueva masculinidad" que puede hacerse cargo de tareas históricamente reservadas a las mujeres, como por ejemplo educar, cuidar, dar cariño y enseñar.

¿Qué mueve a los hombres a elegir esta carrera? Para Julio Sosa Castro, maestro jardinero, fue un desafío. "La verdad que siempre me gustaron los chicos y no quería enseñar en la primaria; para mí no es lo mismo: los niños chiquitos tienen una pureza, una espontaneidad increíble", resalta este docente de alma y padre de tres hijos. Aunque fue uno de los primeros varones egresados en esta especialidad, enseguida consiguió empleo.

Aunque reconoce que al principio tuvo que lidiar con los prejuicios. "Con los padres no es fácil. Toda la vida vieron una maestra de jardín y de repente se les presenta un hombre. Algunos me cuestionan. Pero enseguida se acostumbran porque ven que los chicos me quieren", cuenta. "En el aula, marco la diferencia: no soy la señorita ¿Lo más lindo que me pasa en esta profesión es lograr el reconocimiento y el cariño de los chicos", cuenta.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios