Por Marcelo Aguaysol
02 Octubre 2011
Los negocios según el género
En un mundo de necesidades y de oportunidades todos quieren ganar plata. Sin embargo, las estrategias para invertir el capital son diferentes entre un hombre y una mujer. Ellos buscan rentabilidad en el menor tiempo posible, mientras que ellas son más prudentes, observan los economistas Nicolás Litvinoff y Jessica Lucas
En el mundo de las finanzas suele afirmarse que la mujer es más prudente a la hora de invertir y que el hombre está más predispuesto a asumir riesgos. Por eso, en el mundo son ellos más millonarios que ellas...., pero también los más expuestos a caer en la bancarrota.
Un reciente estudio elaborado por Barclays Capital y Ledbury Research revela que las mujeres tienen más probabilidades de ganar dinero en el mercado, porque no asumen tantos riesgos. "Son más proclives que los hombres a tener mayores deseos de autocontrol", enfatiza. Es decir que operan menos y, así, tratan de ganar más, evitando exponerse a los vaivenes bursátiles, como los que se viven en la actualidad.
La mujer es por naturaleza más prudente que el hombre a la hora de invertir, afirma a LA GACETA Nicolás Litvinoff, economista y experto en Mercado de Capitales. Esto implica que haya muy pocas mujeres que pierden dinero comprando activos bursátiles de riesgo o apostando a empresas florecientes, pero también es escaso el número de féminas que llegan a ser millonarias, acota el autor del libro "Es tu Dinero!". Una de las causas de esto es que la mujer suele percibir en promedio un salario menor que el del hombre aún desempeñándose en el mismo puesto. Por eso a ellas les cuesta más arriesgar el dinero ganado. "Siente que tienen menos excedente para este fin y temen perderlo todo", dice. A su vez, las mujeres suelen sentirse más intimidadas que los hombres en el manejo del dinero y esto se da porque históricamente en muy pocas oportunidades tuvieron recursos financieros propios, sostiene el especialista. Esto, según Litvinoff, está relacionado con el mito de un hombre proveedor, que es aquel que se encarga del movimiento económico del hogar, con el armado del presupuesto familiar, mientras que ellas quedan relegadas a los quehaceres domésticos y la crianza de los hijos. Romper con estos estereotipos se vuelve relevante para poder triunfar en un mundo demasiado machista. Y con esta idea coincide Jessica Lucas, investigadora del Centro de Inversiones Bursátiles SASB -Grupo Bolsaholding-.
Históricamente, las decisiones de negocios, estuvieron limitadas a los hombres por razones culturales. Gradualmente el avance del sexo femenino al mercado laboral permitió el acceso a ciertos sectores sesgados, indica la economista. Sin embargo, a pesar de que la actividad financiera continúa caracterizándose por una participación masculina mayoritaria, las mujeres intentan ganar su propio espacio con una serie de rasgos distintivos que determinan su proceso de inversión.
Los objetivos cortoplacistas de los hombres los motiva para definir inversiones, sin demasiados análisis, guiados por su excesiva confianza. Esto los conduce a subestimar los escenarios adversos, asignándoles una ínfima probabilidad de ocurrencia. Esta conjunción de factores, reduce la rentabilidad total de sus inversiones, advierte Lucas.
También, frente a las mujeres, se destacan por el alto grado de intermediación que asumen debido a que afrontan numerosos costos de transacción, por mayores exposiciones al mercado. En este sentido, plantea la investigadora, las inversoras son mucho más conservadoras y ahorran comisiones, por lo que su rentabilidad suele ser mayor. Además consideran el ahorro impositivo correspondiente, que no es un detalle menor en la determinación de los rendimientos.
Tal vez por estas situaciones es que se fortalece un axioma en el mundo de las finanzas: ellos apuntan más hacia "el" negocio y ellas hacia "la" inversión.
Ellas:
1- Según investigaciones, las mujeres tienden a estresarse más que ellos y eso las lleva a volcarse hacia una mayor disciplina financiera.
2- En momentos de crisis financiera, ellas evitan exponerse en el mercado, manteniendo sus activos para el mediano y largo plazo.
3- Ellas no arriesgan su capital en alternativas muy novedosas y de poca previsibilidad. Se alejan de burbujas financieras, dice Jessica Lucas.
Ellos:
1- Generalmente, ellos se inclinan por opciones de inversión más ambiciosas, por lo que suele exponerse más a cambios de escenario.
2- Buscan altos retornos en el menor tiempo posible. La audacia es su principal estrategia que algunas veces choca con el exceso de confianza.
3- Tratan de fortalecerse en las negociaciones, apelando a sus habilidades matemáticas para obtener el resultado deseado de inmediato.
Un reciente estudio elaborado por Barclays Capital y Ledbury Research revela que las mujeres tienen más probabilidades de ganar dinero en el mercado, porque no asumen tantos riesgos. "Son más proclives que los hombres a tener mayores deseos de autocontrol", enfatiza. Es decir que operan menos y, así, tratan de ganar más, evitando exponerse a los vaivenes bursátiles, como los que se viven en la actualidad.
La mujer es por naturaleza más prudente que el hombre a la hora de invertir, afirma a LA GACETA Nicolás Litvinoff, economista y experto en Mercado de Capitales. Esto implica que haya muy pocas mujeres que pierden dinero comprando activos bursátiles de riesgo o apostando a empresas florecientes, pero también es escaso el número de féminas que llegan a ser millonarias, acota el autor del libro "Es tu Dinero!". Una de las causas de esto es que la mujer suele percibir en promedio un salario menor que el del hombre aún desempeñándose en el mismo puesto. Por eso a ellas les cuesta más arriesgar el dinero ganado. "Siente que tienen menos excedente para este fin y temen perderlo todo", dice. A su vez, las mujeres suelen sentirse más intimidadas que los hombres en el manejo del dinero y esto se da porque históricamente en muy pocas oportunidades tuvieron recursos financieros propios, sostiene el especialista. Esto, según Litvinoff, está relacionado con el mito de un hombre proveedor, que es aquel que se encarga del movimiento económico del hogar, con el armado del presupuesto familiar, mientras que ellas quedan relegadas a los quehaceres domésticos y la crianza de los hijos. Romper con estos estereotipos se vuelve relevante para poder triunfar en un mundo demasiado machista. Y con esta idea coincide Jessica Lucas, investigadora del Centro de Inversiones Bursátiles SASB -Grupo Bolsaholding-.
Históricamente, las decisiones de negocios, estuvieron limitadas a los hombres por razones culturales. Gradualmente el avance del sexo femenino al mercado laboral permitió el acceso a ciertos sectores sesgados, indica la economista. Sin embargo, a pesar de que la actividad financiera continúa caracterizándose por una participación masculina mayoritaria, las mujeres intentan ganar su propio espacio con una serie de rasgos distintivos que determinan su proceso de inversión.
Los objetivos cortoplacistas de los hombres los motiva para definir inversiones, sin demasiados análisis, guiados por su excesiva confianza. Esto los conduce a subestimar los escenarios adversos, asignándoles una ínfima probabilidad de ocurrencia. Esta conjunción de factores, reduce la rentabilidad total de sus inversiones, advierte Lucas.
También, frente a las mujeres, se destacan por el alto grado de intermediación que asumen debido a que afrontan numerosos costos de transacción, por mayores exposiciones al mercado. En este sentido, plantea la investigadora, las inversoras son mucho más conservadoras y ahorran comisiones, por lo que su rentabilidad suele ser mayor. Además consideran el ahorro impositivo correspondiente, que no es un detalle menor en la determinación de los rendimientos.
Tal vez por estas situaciones es que se fortalece un axioma en el mundo de las finanzas: ellos apuntan más hacia "el" negocio y ellas hacia "la" inversión.
Ellas:
1- Según investigaciones, las mujeres tienden a estresarse más que ellos y eso las lleva a volcarse hacia una mayor disciplina financiera.
2- En momentos de crisis financiera, ellas evitan exponerse en el mercado, manteniendo sus activos para el mediano y largo plazo.
3- Ellas no arriesgan su capital en alternativas muy novedosas y de poca previsibilidad. Se alejan de burbujas financieras, dice Jessica Lucas.
Ellos:
1- Generalmente, ellos se inclinan por opciones de inversión más ambiciosas, por lo que suele exponerse más a cambios de escenario.
2- Buscan altos retornos en el menor tiempo posible. La audacia es su principal estrategia que algunas veces choca con el exceso de confianza.
3- Tratan de fortalecerse en las negociaciones, apelando a sus habilidades matemáticas para obtener el resultado deseado de inmediato.
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