24 Mayo 2011
Maximiliano Guerra, al frente del Ballet del Mercosur, está recorriendo el país con la obra "Carmen", en una versión propia y diferente de las conocidas en el ambiente de la danza. En diálogo con LA GACETA, el bailarín contó que se basó en la novela y no en las puestas anteriores o la ópera para desarrollar la coreografía. Pero antes de presentar esta pieza, que protagoniza junto a su esposa Patricia Baca Urquiza, habrá tango en sus distintas corrientes bailables. Actuarán mañana y el jueves, a las 22, en el Teatro San Martín (avenida Sarmiento 601).
- Después de tantos años de recorrer otros caminos, volviste al clásico con el Ballet. ¿Por qué elegiste "Carmen?
- Hay varios motivos. Venía pensando en que teníamos que cambiar el programa, y quería hacer un clásico que tuviera una historia, un cuento, y el año pasado, cuando estábamos presentando "Íntimo" en San Nicolás, de repente vi a Patricia en el escenario con mirada de Carmen. Ya está, no hay nada que discutir.
- Un motivo de peso... ya tenías el personaje y la protagonista...
- Sí. Además, cuando yo tenía 15 años y me tocó ser primer bailarín por primera vez, en el Teatro Argentino de La Plata, fue con este personaje. Y además es una obra muy bella e interesante. Yo la trabajé desde la novela y le saqué el jugo, la trabajé desde ahí y salió una coreografía muy linda que cuenta bien el cuento. Y salió esta "Carmen" que uno no sabe por qué, o se imagina, pero es una Carmen de mucho éxito, que deja al público muy conmovido, lleno de alma...
- ¿Y ustedes cómo lo viven sobre el escenario?
- También con mucha emoción, porque es una obra que moviliza desde lo interno. Y los artistas, para llegar a lugares interpretativos complejos buscamos primero adentro nuestro. En las crisis sale algo bueno, porque es exactamente como el actor... Siempre digo que los bailarines somos actores sin palabras, y necesitamos concentrarnos antes de salir a escena, y después un tiempo para colgar el personaje.
- ¿Cómo es encabezar esta obra con tu esposa?
- Se da naturalmente una comunión más profunda (que si fuera otra bailarina), porque es algo que existe sin que lo busquemos. Es maravilloso trabajar con ella, por su crecimiento, su entrega y lo que tiene para dar como bailarina y como mujer. Y bueno, cuando la tengo que amar es maravilloso, aunque matarla me cuesta un poco (risas).
- ¿Por qué un clásico?"
- "Rituales" era clásico, aunque con músicas distintas (Emerson Lake & Palmer, Atilio Stampone, Aníbal Troilo, Gustavo Santaolalla). Pero yo quería una obra que fuera una historia, que tuviera un sustento diferente, con personajes, momentos de emoción, amor, odios, celos, muerte... cosas que por suerte sólo hacemos arriba del escenario (más risas).
- "Carmen" tiene mucho éxito y en Tucumán se agotaron las entradas para la primera función. ¿El público va por vos, por la pieza o por el ballet?
- La obra en sí tira mucho, porque es un clásico con renombre, una historia que, bien o mal, se conoce. Aparte, tengo seguidores en todo el país. También hay una movida linda con el Ballet, que lleva 11 años recorriendo el país. Creo que se da una conjunción, nada específico... o tal vez la imagen del afiche (él y su esposa, con los torsos desnudos, una rosa, sangre en las manos), la estética.
- Pero hay algo más que "Carmen"...
- Si, porque es una obra corta. En la primera parte hacemos "Tango paradiso", que es una recorrida por los distintos estilos y épocas del tango como danza.
Un premio al talento
"Un premio es un reconocimiento a la labor bien hecha, y eso es para ponerse contento", dijo Maximiliano Guerra sobre el Martín Fierro que obtuvo "Talento Argentino" como mejor reality show. "Es un programa alternativo, que busca talentos y reinstaló la televisión familiar en el país", evaluó. El bailarín aseguró que no sabe si habrá una nueva edición, pero dijo que de ser así, y si lo convocan, con gusto volverá a ser jurado. "Construimos un grupo de trabajo muy lindo, nos divertimos mucho y nos sentimos cómodos", confirmó.
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