"Los edificios son el escenario en el cual discurre el drama de la vida"

"Los edificios son el escenario en el cual discurre el drama de la vida"

Nació en Tucumán, se graduó en la UNT y dejó su marca en los más diversos rincones del planeta. César Pelli, uno de los más destacados arquitectos del mundo, habla de sus mentores, de la forma en que deberían evaluarse los edificios y de la carrera por construir la torre más alta.

IMPONENTES Y MAJESTUOSAS. Las torres Petronas, de César Pelli, fueron los edificios más altos del mundo hasta 2003. IMPONENTES Y MAJESTUOSAS. "Las torres Petronas", de César Pelli, fueron los edificios más altos del mundo hasta 2003.
06 Marzo 2011
Por Asher Benatar
Para LA GACETA - BUENOS AIRES

El hombre de las torres, el autor de la obra que durante siete años fue la más alta del mundo -nos referimos a las Petronas, en Kuala Lumpur- vive en una casa sin cristales ni acero que data de 1915. Concurre a su estudio caminando y goza con esa especie de bucolismo que lo rodea. Es vecino de la Universidad de Yale, de la que fue decano en el  período 1977/84  "Me invitaron una vez a dar una charla, luego otra y otra? Parece que les caí bien -dice con un rasgo de humor- y me nombraron decano".
No puede precisar cuántas obras ha realizado. "No sé -dice- deben ser unas 400". 400 obras que llevaron un sello de arte aunque no un estilo que las unifica porque Pelli rechaza esa posición. Un arquitecto "de firma", ubicado en la cima, que da nombre a los edificios de su autoría (la torre Pelli, dicen en España, refiriéndose a la obra de 178 metros de altura que proyecta para Sevilla). "Me encanta Buenos Aires -dice-, Es una de las más bellas ciudades del mundo. Siempre viajo al menos una vez por año".

-¿Qué es lo que más le gusta de ella?

-La continuidad peatonal, eso que se logró al hacer las construcciones de varios pisos una pegadas con la otra, los negocios que dan a las aceras. Cuando se construye un edificio rodeado de nada, es una interrupción.

-¿Eso es un inconveniente para los rascacielos?

-Lo es, no por volúmenes sino por su tipología.

-¿Qué cosas le ve a Buenos Aires?

-Que uno puede caminar por las calles durante horas, y siempre estará a pasos de un café donde detenerse a tomar algo. Siempre verá vidrieras, y restaurantes, y quioscos, y librerías, y gente. Ese ámbito que forman las calles con su arbolado y su contorno de escaparates y lugares atractivos es atributo de pocas ciudades, quizá de París o de New York.   

-¿Cuando se fue a los Estados Unidos, iba con un contrato?

-No era un contrato, era una beca por  un año lectivo.

-Generalmente los artistas tienen su mentor y desde hace tiempo usted debe de ser el mentor de una gran cantidad de profesionales. ¿Cuál era el suyo a los 26 años, cuando se fue?
-En Tucumán, mis mentores fueron los arquitectos Eduardo Sacriste y Jorge Vivanco. En los Estados Unidos fue Eero Saarinen.

-¿Desde el principio fue asociado de Eero Saarinen?

-Por supuesto que no. Fui a trabajar con Saarinen, como principiante, después de obtener una maestría en la Universidad de Illinois.

-¿Cuánto tiempo estuvo con Saarinen?
-Diez años. Siete con él  y tres en el estudio, después de su muerte, en 1961.

-¿Cuál fue la obra que coincidió con el acto simbólico de  "matar a su padre"?
-La primera obra de trascendencia internacional fue mi proyecto de un Urban Nucleus en las montañas de Santa Mónica.

-¿Siendo tan joven, que Saarinen lo asociara a su estudio fue  un gran logro ¿Qué relación había entre ambos?
-Comenzó con la relación habitual entre empleador y empleado. Después de varios meses con él me puso a cargo de un proyecto.

-¿Pasó mucho tiempo para convertirse en una celebridad? Con qué edificio dio su  gran salto?
-El proyecto fue aquel que mencioné, el Urban Nucleous, en Santa Mónica

-¿Con esa obra comenzó su fama?

-Comencé a hacerme conocido.

-¿Por qué los arquitectos argentinos tienen que emigrar para poder destacarse?
-En Buenos Aires, Amancio Williams, Mario Roberto Alvarez, Clorindo Testa y Justo Solsona son muy conocidos internacionalmente, también Miguel Angel Roca, en Córdoba. Desde Tucumán es mucho más difícil.

-¿No era muy difundida en la provincia la profesión de arquitecto?
-Cuando comencé a estudiar arquitectura, las casas las hacían los constructores, que solo tenían  conocimientos empíricos. La casa que yo estaba construyendo cuando me fui, y que estaba recién empezada, la terminó mi padre.

-Volviendo al tema de los Estados Unidos, ¿hubo algún ofrecimiento que rechazó y del que ahora se arrepiente no haber aceptado?

-No.

-¿Piensa como algunos colegas que los edificios hay que evaluarlos después de una década?
-Pienso que es cierto, pero la verdad es que hoy en día, si un proyecto no recibe un juicio favorable en el momento que se inaugura, no tendrá otra chance.

-Si tuviera que establecer una similitud, ¿con qué composición musical se identificaría "La Torre de Cristal"? ¿Y las "Torres Petronas"?
-Yo compararía la Torre de Cristal con una sonata y a las Torres Petronas con una fuga.

-La celebridad que ha adquirido su nombre, ¿hace que los clientes reduzcan sus objeciones?

-Sin duda.

-¿Siente que los rascacielos cada vez más altos contribuyen a la deshumanización?
-No. Creo que contribuyen a hacer ciudades más urbanas y más sostenibles.

-¿Cómo define la sustentabilidad en arquitectura?

-Evitar, al realizar la construcción, todo aquello que ataca la vida del planeta, hasta en lo más mínimo. Y tomar los recaudos para que una vez terminado el edificio, ese cuidado se sostenga.

-¿Qué opina de las construcciones que parecen algo, me refiero al hotel de Dubai que semeja un velero?
-Eso no me interesa. Es una actitud barata.

-¿Cree que esas obras que sorprenden tienen tendencia a envejecer prematuramente?
-No siempre, pero a menudo es así.

-¿Considera que usted tiene un estilo muy definido?

-No. Evito tener un estilo definido.

-¿Hay relación entre los grandes arquitectos? ¿Alguna vez cenó  con Norman Foster o Frank Gehry, por ejemplo?

-Sí. Cené varias veces con ambos.

-¿Cómo califica a la arquitectura argentina actual?

-Muy desarrollada y con mucha promesa.

-Internacionalmente, ¿siguen existiendo los líricos de la arquitectura, un Amancio Williams, por ejemplo?
-Sin duda. Frank Ghery por ejemplo.

-Usted dijo que la ciudad debe ser más importante que el edificio que se construye dentro de ella. ¿Entonces, el ámbito condiciona la obra? ¿En qué grado?
-Dependiendo del lugar y de la obra, puede ser en muy alto grado.

-¿Eso es lo que pasó con las Petronas: recurrir a la tradición, a  las creencias o al inconsciente colectivo de un país?
-Cuando nos encargaron la obra nos pidieron que fuese un edificio malayo, pero no pudieron hacer más específico el término. Tuvimos que buscarlo nosotros. 

-¿Entonces recurrieron a las tradiciones musulmanas? ¿Obtuvieron una estrella de ocho picos partiendo de dos cuadrados?
-Partimos de una de doce picos.

-¿Es usual que un edificio se convierta en símbolo de una ciudad?

-En este caso, sí, porque  la obra estaba dirigida por el Primer Ministro y eso era lo que él buscaba.

-¿Lo comprometieron a hacer las torres más altas del mundo?

-Nunca se discutió eso, en lo que se puso énfasis fue en que debían ser bellas. Y con una clara identidad. 

-¿Cree que el arquitecto debe ser quien diseñe el interior de sus obras o quien se encargue de elegir los elementos?
-Lo debe ser pero comúnmente no es así.

-¿Proyectó alguna vez un estadio? ¿Le gustaría? ¿Por qué la mayoría se siguen pareciendo al Coliseo de Roma?
-Proyecté un estadio para Arabia Saudita, que no se construyó, y una arena para la ciudad de Tulsa, construida, muy linda y no parece el Coliseo.

-¿La arquitectura no admite revivals? ¿Sería demencial proyectar un edificio art nouveau o gótico?
-Los revivals son muy comunes. Diseñar en estilo gótico no sería demencial pero sí cuestionable. Art Nouveau todavía afecta el diseño de algunos arquitectos.

-¿Por qué muchos conjuntos habitacionales incluidos en planes sociales son tan inescrupulosamente feos? Con la misma inversión, ¿no es lo mismo  hacerlos feos que hacerlos lindos?

-Sin duda. No hay razón para que un edificio sea feo.

-¿Siempre desarrollan varios proyectos a la vez?

-Sin duda. En este momento, mucha de toda nuestra actividad se está desarrollando en ciudades chinas. Lo curioso es que nos llaman para que hagamos un nuevo trabajo, nos dicen cuál es la ciudad y dónde queda. Pero cuando preguntamos qué población tiene, pensando que será una ciudad de 100.000 habitantes, responden que son 18 millones.

-Parece algo atípico...
-No lo crea, China tiene muchas  ciudades con millones de habitantes de las que uno nunca había oído hablar antes y eso plantea una serie de desafíos nuevos.

-¿En todas lo casos le  piden hacer edificios altos?

-Lo más común es que nos pidan que hagamos una torre de unos 500 metros de alto con algún centro comercial o torre de vivienda adosada.

-En las últimas décadas se ha extendido la competencia por construir el edificio más alto del mundo. ¿Le interesa participar en esa carrera?
-Nosotros intervinimos en el concurso para hacer una torre en Arabia Saudita que iba a tener 1.001 metros, pero perdimos y el proyecto no siguió adelante. La carrera por hacer el edificio más alto del mundo va a seguir existiendo en países que tienen en estos momentos mucho dinero, como Arabia Saudita o China. Y por supuesto que me interesa participar en esto. El desafío técnico y artístico de construir un edificio alto es muy interesante desde todo punto de vista.

-¿Qué puede decir sobre el movimiento moderno en la arquitectura?
Se ha dicho que el movimiento moderno está muerto, y que ha sido reemplazado por nuevas corrientes. No lo creo así. No es cuestión de tendencias, de cambios de moda, sino de algo más profundo. Los arquitectos no pueden tomar decisiones sobre las formas de sus edificios sin algunos conceptos previos. Las teorías constituyen la expresión explícita de esta conciencia. La actual falta de teorías serias compartidas es estimulante en un aspecto  y seriamente inadecuada en otro.

-Usted mencionó la palabra "performance". ¿Puede explicar su aplicación a la arquitectura?
-La palabra 'performance' es una muy buena palabra; no ha sido muy usada en discusiones sobre arquitectura y, por lo tanto, es todavía fresca y capaz de portar un significado real, no como 'moderno' y 'funcionalismo', que son conceptos absorbidos que raramente nos hacen pensar. La palabra 'performance', asociada a lo  teatral, digamos al  drama,  se aplica también a la arquitectura -los edificios son el escenario en el cual discurre el drama de  la vida. Otro significado proviene de la ingeniería. Mide la eficiencia de cualquier mecanismo o construcción y, por lo tanto, implica que se puede evaluar objetivamente los productos arquitectónicos terminados. Creo que la arquitectura debería estar sujeta a estas evaluaciones porque los arquitectos somos responsables no sólo ante nosotros mismos, sino también ante la sociedad. Una responsabilidad en la que la sociedad misma también cree, por esto la proliferación de códigos, reglamentaciones y juicios. La sociedad no sólo habilita al arquitecto para el ejercicio de la profesión sino que lo hace responsable de sus actos. Por lo tanto sería bueno que empecemos a evaluar nuestros edificios por su performance. Por otra parte,  performance se refiere no sólo al cumplir con normas  sino también, y más importante, a cómo un edificio realmente se comporta, a cómo es percibido por los usuarios, cómo responde a los edificios vecinos, cómo responde a las condiciones climáticas y cómo la gente siente y vive sus espacios; para ser breve, a todos los aspectos que conforman  un edificio.

-¿Puede la arquitectura crear la identidad de una comunidad?

-No creo que hoy la arquitectura pueda dar identidad a una región. Para bien o para mal la arquitectura de todo el mundo sigue los mismos modelos. Lo que sí podemos hacer es respetar identidades ya existentes, y apoyarlas con nuestros nuevos diseños. Lo que sí se respeta globalmente es la calidad del diseño.

-Muchas veces hay tradiciones que vienen de siglos o de milenios. ¿Cómo equilibrar éstas con los requerimientos del postmodernismo arquitectónico? 
-Creo que es importante respetar y a veces imitar las tradiciones donde uno construye. El conflicto está con el Estilo Internacional y con las modas actuales de supervalorar la originalidad y la "firma" de cada arquitecto.

© LA GACETA

Frases de César Pelli

"Yo creo que es nuestra responsabilidad (la de los arquitectos) hacer que el edificio responda con simpatía a las características de su entorno. Hay ocasiones en que el entorno es tal que la mejor respuesta es una que se base en el  contraste, pero son las menores".

"Es más importante la arquitectura que el arquitecto".

"Los edificios no son objetos aislados, son objetos culturales importantes que tienen que incorporarse y funcionar bien en el sistema cultural al que se destinan".

"Mimesis significa una actitud no creativa, no regenerativa. Si todos hacemos o damos soluciones miméticas el total será inmensamente aburrido".

"Si yo diseñara a solas y trajera al estudio mis ideas ya digeridas, significaría que estoy dejando a mis colaboradores afuera del proceso".

"Sin duda la calidad de la enseñanza que recibí en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Tucumán fue excepcional y mi aprendizaje en el estudio de Eero Saarinen fue sumamente crítico. Quizás estos dos fueron los episodios más importantes en mi formación como arquitecto".
                

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