06 Enero 2011
WASHINGTON, Estados Unidos.- Autoridades veterinarias dieron por tierra todo tipo de hipótesis y teorías sobre la causal de la muerte de las pequeñas aves que fallecieron en Arkanas, Louisiana y en un pueblo de Suecia, y luego en otros lugares del mundo.
El frío y los fuegos artificiales fueron los responsables de las miles de muertes de animales en Estados Unidos y en otros países, según aseguraron expertos en vida silvestre que investigaron los fenómenos.
Los 5.000 mirlos de Arkansas, fueron sólo el principio; luego llovieron más pájaros muertos en otras regiones. También se informó de la muerte de unos 80.000 a 100.000 peces, que aparecieron flotando sobre el río Arkansas, a 160 km de Beebe, donde llovieron los pájaros.
Súbitamente, además, esto se volvió un fenómeno mundial: hubo reportes de muertes masivas de pájaros y peces en Suecia, Gran Bretaña, Japón, Tailandia, Brasil y aún más.
En Maryland (noreste) se reportó la macabra muerte de dos millones de peces en la bahía de Chesapeake.
Las autoridades rápidamente buscaron disipar preocupaciones, afirmando que estas últimas muertes fueron el resultado de una inusual ola de frío combinada con la sobrepoblación de peces.
"Los peces parecen haber muerto por causas naturales", dijo en un comunicado el Departamento de Medio Ambiente de Maryland, señalando que la temperatura del agua el mes pasado fue la más fría en 25 años.
Aún así, la masacre de los animales disparó todo tipo de elucubraciones, desde teorías conspirativas que acusaban a los gobiernos hasta anuncios apocalípticos.
Se habló de emisiones sonoras para ahuyentar extraterrestres, de experimentos con armas energéticas y de lluvias de meteoritos. Se culpó a los terremotos de arrojar contaminantes al aire al liberar gases acumulados bajo tierra y se consideró que finalmente el uso de aerosoles ha empezado a terminar con la vida en el planeta.
Los acontecimientos pusieron en estado de trance a los fanáticos religiosos. Varios blogueros subieron a sus sitios el versículo bíblico Oseas 4:1-3: "La tierra se secará y se extenuará todo morador de ella; las bestias del campo y las aves del cielo y aún los peces del mar morirán".
Pero al parecer no hay nada de paranormal en los fenómenos. (AFP-NA-Especial)
El frío y los fuegos artificiales fueron los responsables de las miles de muertes de animales en Estados Unidos y en otros países, según aseguraron expertos en vida silvestre que investigaron los fenómenos.
Los 5.000 mirlos de Arkansas, fueron sólo el principio; luego llovieron más pájaros muertos en otras regiones. También se informó de la muerte de unos 80.000 a 100.000 peces, que aparecieron flotando sobre el río Arkansas, a 160 km de Beebe, donde llovieron los pájaros.
Súbitamente, además, esto se volvió un fenómeno mundial: hubo reportes de muertes masivas de pájaros y peces en Suecia, Gran Bretaña, Japón, Tailandia, Brasil y aún más.
En Maryland (noreste) se reportó la macabra muerte de dos millones de peces en la bahía de Chesapeake.
Las autoridades rápidamente buscaron disipar preocupaciones, afirmando que estas últimas muertes fueron el resultado de una inusual ola de frío combinada con la sobrepoblación de peces.
"Los peces parecen haber muerto por causas naturales", dijo en un comunicado el Departamento de Medio Ambiente de Maryland, señalando que la temperatura del agua el mes pasado fue la más fría en 25 años.
Aún así, la masacre de los animales disparó todo tipo de elucubraciones, desde teorías conspirativas que acusaban a los gobiernos hasta anuncios apocalípticos.
Se habló de emisiones sonoras para ahuyentar extraterrestres, de experimentos con armas energéticas y de lluvias de meteoritos. Se culpó a los terremotos de arrojar contaminantes al aire al liberar gases acumulados bajo tierra y se consideró que finalmente el uso de aerosoles ha empezado a terminar con la vida en el planeta.
Los acontecimientos pusieron en estado de trance a los fanáticos religiosos. Varios blogueros subieron a sus sitios el versículo bíblico Oseas 4:1-3: "La tierra se secará y se extenuará todo morador de ella; las bestias del campo y las aves del cielo y aún los peces del mar morirán".
Pero al parecer no hay nada de paranormal en los fenómenos. (AFP-NA-Especial)
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