Proponen crear jardines en las terrazas

Proponen crear jardines en las terrazas

Las ideas urbanísticas intentan generar pequeños pulmones para equilibrar la masa de cemento con el verde. El Concejo Deliberante puede aprobar el jueves una ordenanza para que los edificios de altura tengan vegetación

EN EL CENTRO. A diferencia de los barrios, los edificios en altura no ayudan a mantener el equilibrio ambiental. LA GACETA / OSCAR FERRONATO EN EL CENTRO. A diferencia de los barrios, los edificios en altura no ayudan a mantener el equilibrio ambiental. LA GACETA / OSCAR FERRONATO
27 Julio 2010
El avance del hormigón no tiene freno. La ciudad ha llegado a su límite horizontal y sólo le queda la opción de crecer hacia arriba. La posibilidad de que el paisaje se tiña de gris preocupa. Desde el Concejo Deliberante se analizan varias iniciativas que proponen compensar con un poco de verde la abrumadora inyección de cemento.

Una de las propuestas ya tiene el visto bueno en dos comisiones y puede ser aprobada en la próxima sesión, el jueves. El proyecto de ordenanza rescata una tendencia de 600 años antes de Cristo: tener jardines en las terrazas . Por aquella época, el rey Nabucodonosor mandó a construir los jardines colgantes de Babilonia para su esposa. Por estos días, los paraísos verdes en altura son un recurso urbanístico cada vez más difundido para mejorar el medio ambiente de las grandes urbes.

Techos con vegetación
Si prospera esta iniciativa del concejal Hugo Cabral, San Miguel de Tucumán podría tener sus propios techos verdes. La ordenanza prevé que todos los edificios que se construyan de ahora en más deberán contar con vegetación en sus terrazas: árboles en grandes macetas o superficies cubiertas de césped.

"También impulsarán la creación de terrazas verdes en los edificios existentes, mediante un estímulo que ideará el municipio", precisó el edil, y aclaró que la norma regirá para las construcciones en altura ubicadas dentro de las cuatro avenidas.

El objetivo del proyecto es generar pequeños "pulmoncitos", que le devolverían al medio ambiente la superficie de espacio verde que consume la edificación en altura. "Si no comenzamos a planificar ahora cómo compensar este desarrollo de la ciudad, después tendremos serias consecuencias", explicó Cabral. Su postura tiene fundamentos: de acuerdo con las estadísticas catastrales de la ciudad, en los últimos años se levantaron 400 nuevas construcciones de este tipo, ya hay más de 1.000 edificios y otros 200 que tienen el visto bueno para comenzar las obras.

Más allá de los beneficios estéticos que puede tener el plan, en los fundamentos se especifica que los techos verdes mejorarían la calidad del aire, disminuirían el calentamiento global y el efecto invernadero. Además, se necesitarían menos recursos para refrigerar los ambientes, porque la presencia de árboles ayuda a bajar la temperatura. Otra ventaja de la vegetación en terrazas es que disminuye la contaminación sonora.

El otro proyecto es mucho más ambicioso y promete levantar gran polvareda. Fue presentado por el concejal Raúl Pellegrini,comenzará a ser discutida en la comisión de obras públicas del Concejo y plantea que todo edificio que se construya a partir de ahora -de cinco pisos o más- deberá ceder a la Municipalidad un área mínima de terreno para espacio verde de uso público.

Los emprendimientos podrán destinar estos espacios dentro del predio donde se ejecuta la obra (si es que cuentan con superficie para este fin) o en terrenos ubicados en otro sector de la ciudad. La superficie por donar se calculará con una tabla que prevé entre medio metro y un metro cuadrado de espacio verde por cada 10 o 30 metros cuadrados de excedente que haya en la construcción.

Antecedentes
Para desarrollar su propuesta, Cabral fue asesorado por el arquitecto Rafael Caminos. Como antecedente se tomó la vieja ordenanza que obliga a las empresas que construyen barrios la donación -en espacios verdes- del 10% de la superficie construida

"En la zona céntrica están los que tienen más recursos y son los que menos aportan espacios verdes a la ciudad. El crecimiento de la edificación ya no será horizontal sino vertical y este no aporta ninguna retribución al espacio común", resaltó Caminos.

Pellegrini destaca que el irrefrenable avance del cemento deja grandes huellas en la ciudad: en 1977 había 9 metros cuadrados de espacios verdes por habitante, en los últimos años la cifra bajó a 5 metros cuadrados. Según la OMS lo óptimo son 10 metros cuadrados por habitante. "En el centro se reemplazan a diario casas por edificios, lo que modifica la densidad poblacional. Pero a diferencia de los barrios, estos edificios no ayudan a mantener el equilibrio ambiental", finalizó.

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