20 Julio 2010
Si había alguna posibilidad de que las campañas de frutillas y de arándanos fueran perfectas este año, la helada registrada ayer echó por tierra esas previsiones. Referentes de ambos sectores, consultados por LA GACETA, adelantaron que las bajas temperaturas de la madrugada de ayer, más las que se produjeron el 13 y el 14 del corriente.
Tucumán produce unas 5.500 toneladas de arándanos, y unas 20.000 toneladas de frutillas al año. Un cuarto de ambas producciones se habrían perdido a causa de las temperaturas inferiores al cero grado centígrado.
"La helada ha sido fuerte, y el que no disponía de un sistema de protección contra el frío extremo en sus campos, perdió su producción. Sabemos que se perdió la fruta temprana, que ya estaba cuajada", comentó el presidente de la Cámara de Productores de Arándanos de Tucumán, Salvador Gallo. "Lo peor -añadió- es que se aguardan otros cuatro frentes fríos. Quedó muchas yemas que no están abiertas y que podrían retrasar la cosecha".
Por su parte, el productor de arándanos Francisco Estrada observó que la helada de la madrugada de ayer "fue muy extensa, y se prolongó por hasta 10 horas en algunas zonas, con temperaturas de hasta -5º centígrados en el área con arándanos. "Con estas intensidades, quien no tiene sistema antiheladas por aspersión tuvo problemas. Los métodos como el humo y el fuego no sirven en estos casos tan extremos. La perspectiva no es buena, porque hubo daños en todas las flores abiertas. Todo lo que es primicia desapareció", remarcó Estrada. "Se va a perder la producción de arándanos que se vende en octubre, a los mejores precios", remató el productor.
Pequeños productores
Entre tanto, el productor de arándanos y de frutillas Luis Vallejo coincidió en que la producción primicia de arándanos se perdió, al igual que ocurrió con la de frutillas. "Se salvaron los que desarrollan el cultivo bajo manta térmica. El problema es que la primera helada tomó a muchos por sorpresa. Ahora estimamos que se perderá la fruta que se vende en agosto y septiembre, y quedará la que se destina a la industria, que no alcanza para cubrir los costos de producción", indicó. "Los que más se perjudicarán sin duda serán los productores de menor escala, aquellos que no disponen de recursos para adquirir las mantas térmicas", concluyó Vallejo.
Tucumán produce unas 5.500 toneladas de arándanos, y unas 20.000 toneladas de frutillas al año. Un cuarto de ambas producciones se habrían perdido a causa de las temperaturas inferiores al cero grado centígrado.
"La helada ha sido fuerte, y el que no disponía de un sistema de protección contra el frío extremo en sus campos, perdió su producción. Sabemos que se perdió la fruta temprana, que ya estaba cuajada", comentó el presidente de la Cámara de Productores de Arándanos de Tucumán, Salvador Gallo. "Lo peor -añadió- es que se aguardan otros cuatro frentes fríos. Quedó muchas yemas que no están abiertas y que podrían retrasar la cosecha".
Por su parte, el productor de arándanos Francisco Estrada observó que la helada de la madrugada de ayer "fue muy extensa, y se prolongó por hasta 10 horas en algunas zonas, con temperaturas de hasta -5º centígrados en el área con arándanos. "Con estas intensidades, quien no tiene sistema antiheladas por aspersión tuvo problemas. Los métodos como el humo y el fuego no sirven en estos casos tan extremos. La perspectiva no es buena, porque hubo daños en todas las flores abiertas. Todo lo que es primicia desapareció", remarcó Estrada. "Se va a perder la producción de arándanos que se vende en octubre, a los mejores precios", remató el productor.
Pequeños productores
Entre tanto, el productor de arándanos y de frutillas Luis Vallejo coincidió en que la producción primicia de arándanos se perdió, al igual que ocurrió con la de frutillas. "Se salvaron los que desarrollan el cultivo bajo manta térmica. El problema es que la primera helada tomó a muchos por sorpresa. Ahora estimamos que se perderá la fruta que se vende en agosto y septiembre, y quedará la que se destina a la industria, que no alcanza para cubrir los costos de producción", indicó. "Los que más se perjudicarán sin duda serán los productores de menor escala, aquellos que no disponen de recursos para adquirir las mantas térmicas", concluyó Vallejo.
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