Realizan en Tucumán una múltiple ablación y salvan cuatro vidas

Realizan en Tucumán una múltiple ablación y salvan cuatro vidas

Un joven falleció mientras corría una picada. Cayó y golpeó la cabeza en el suelo. Sus padres donaron los órganos.

EN FRIO. Los órganos fueron trasladados en aviones sanitarios hacia las provincias donde aguardaban los receptores. LA GACETA/JOSE NUNO EN FRIO. Los órganos fueron trasladados en aviones sanitarios hacia las provincias donde aguardaban los receptores. LA GACETA/JOSE NUNO
10 Abril 2010
Una ablación múltiple en Tucumán permitirá trasplantar un corazón, riñón y páncreas a dos hombres de Buenos Aires, un hígado a una mujer de Córdoba, y el otro riñón a un tucumano, todos en la lista de espera nacional. Así lo informó hoy el director del Centro Unico de Coordinación de Ablación e Implante (Cucai) de la provincia, Eduardo Duhalde. 
Desde un quirófano del hospital Padilla -donde esta mañana se realizó la intervención- el médico detalló que a las 7 arribaron al aeropuerto tres aviones sanitarios, dos de ellos provenientes de Capital Federal y el tercero de la capital cordobesa. Las aeronaves trajeron a los equipos de los hospitales Italiano, Argerich y de una clínica privada.
Junto a los profesionales locales, realizaron las extracciones, que se prolongaron hasta pasadas las 10.30. Al finalizar, trasladaron los órganos en conservadoras especiales hacia la pista de Cebil Pozo. Desde allí, partieron a las provincias donde aguardaban los receptores. 
El donante es un santiagueño de 17 años, oriundo de Nueva Esperanza. El muchacho sufrió un accidente esta semana, mientras corría una picada con su moto. Cayó al pavimento y golpeó la cabeza contra el suelo. Fue trasladado al Padilla, debido a que la localidad se encuentra cerca del límite con nuestra provincia. 
"Ingresó con un traumatismo cráneo encefálico. Ayer se le diagnosticó muerte cerebral", precisó Duhalde, y destacó la actitud de la familia. "A pesar del dolor, decidieron donar los órganos de su hijo fallecido", concluyó. Además de la autorización de los padres del joven, fue necesario el permiso del juez Miguel Moreno, de Santiago. LA GACETA ©

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