El nuevo monotributo arranca con una suba de hasta un 91%

El nuevo monotributo arranca con una suba de hasta un 91%

Según el esquema reformado, las categorías más bajas sufrirán los mayores incrementos.

31 Diciembre 2009
"A un kiosco chico, que tiene una venta bruta mensual de $ 2.000 y un costo del 50% en su mercadería, o sea $ 1.000, y los gastos (luz, teléfono, ingresos brutos, impuesto municipal, etcétera) por $ 250, le queda una utilidad de $ 750. Si con esta cifra tiene que afrontar un pago de $ 219, significa que usará el 30% de sus ganancias y le quedarán sólo $ 531 para su subsistencia". El ejemplo sirve para ilustrar el peso de la carga que supondrá para miles de trabajadores la implementación del régimen actualizado de monotributo, que a partir de mañana empezará a regir -aunque resta que el Gobierno nacional lo reglamente- con alzas de hasta un 91%, entre impuesto y aportes a la jubilación y a la obra social.
Carlos Yatzkaier, miembro de la subcomisión de impuestos del Colegio de Graduados de Ciencias Económicas de Tucumán (CGCE), acercó a LA GACETA algunas consideraciones sobre el nuevo esquema. "Si al mismo cálculo lo realizamos para un comerciante que vende $ 16.500 por mes, con un costo equivalente de mercaderías del 50%, o sea $ 8.250, y gastos generales de su negocio por $ 5.000 (incluye, alquiler, luz, teléfono, impuestos provinciales y comunales, etcétera), su utilidad sería de $ 2.500 y el pago de la categoría J debería ser de $ 2.180, con lo cual le quedan sólo $ 320 para su subsistencia", aseveró.
El especialista dijo que, a pesar de que era imperiosa una actualización en el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes, comúnmente llamado monotributo, no es menos cierto que se ha perdido un excelente chance para elaborar un régimen perfectible y más justo. Y sin embargo, en el nuevo esquema las cargas son más altas y a los mayores ajustes los sufren las categorías más bajas; es decir, plomeros, albañiles, carpinteros, pequeños industriales y todos los profesionales universitarios.
"Se ha plasmado una ley destinada fundamentalmente a los incumplidores, puesto que el mayor énfasis está en la forma de exclusión para el caso de superar los parámetros de ingresos, y se conforma un control tan estricto que puede llegar al ridículo de contabilizar operación por operación diariamente", cuestionó Yatzkaier.
La principal crítica del experto al nuevo régimen es que es totalmente inequitativo, según dijo, y que es inexplicablemente caro para los de menores ingresos, con un costo razonable para las categorías medias y otra vez oneroso para las nuevas categorías. "Lo positivo sólo es la actualización de los montos de facturación que permiten la inclusión en el monotributo. Estos montos no eran ajustados desde su creación, en 1998, y por esta ley se permite el reingreso al régimen a los contribuyentes que a causa de la desactualización de los montos perdieron su condición de monotributistas. Pero la normativa, lejos de simplificarse, es aún más complicada", aseveró. Según el especialista, es obvio que a un trabajador que percibe un ingreso bruto de $ 1.000 le resultará imposible pagar una cuota mensual de $ 219, aún suponiendo que el ingreso es sin cómputo de costo para su prestación. "El remanente es alrededor de un 50% del Salario Vital Mínimo y Móvil, y por ende no debería estar gravado de ninguna manera", aseveró. Otro ejemplo: un trabajador que percibe 11.700 mensuales deberá afrontar una cuota total de $ 1.780. Mencionó que en el caso de venta de cosas muebles la situación es aún más compleja, ya que a los Ingresos Brutos el contribuyente deberá previamente detraerle el costo de la mercadería vendida y los gastos de la explotación. "Una vez más se realizó un cambio de forma y no de fondo: el esquema es igual al anterior, pero más complicado y más caro", subrayó.

Propuesta
El experto aseveró que, con el fin de igualar la carga tributaria en un sector de la economía que no cuenta con recursos administrativos ni financieros, establecer un impuesto unificado sobre la base de una tasa sobre los ingresos totales por mes sería una buena solución. "Con una declaración jurada sencilla, que le permita al fisco nacional conocer la magnitud de los negocios y que el pago sea acorde con sus ingresos y no sobre la base de suposiciones puede aumentar la recaudación por este régimen", concluyó.

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