La puja salarial es el desafío de 2010

Si la economía crece entre 3% y 4% el año próximo y si la inflación se mantiene en los niveles actuales, los fondos que se coparticipan a las provincias podrían aumentar entre 14% y 17%. A esto se suman $ 7.500 millones que se repartirían por el Fondo Federal Solidario compuesto por el 30% de las retenciones a la soja. El punto de partida es mejor que el de 2009, pero resulta insuficiente, sostiene el Centro de Economía Regional y Experimental (CERX). 2010 presenta un desafío adicional: la puja salarial con los estatales será difícil de financiar para los alicaídos fiscos provinciales y es de esperar una conflictividad social en alza si no se equilibran las cuentas públicas. Un incremento salarial superior al 20% retroalimentaría la dinámica negativa de los fiscos locales, a lo que se suma la incorporación de nuevos agentes, que suele ser más intensa en el año previo a las elecciones.
El stock de deuda provincial trepó a $ 99.000 millones, de los cuales el 70% son pasivos con el gobierno nacional. En tanto el 40% se encuentra bajo la forma de Bogar 2018, emitidos por el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, Boden 2011 y 2013. Otros $ 30.000 millones responden a los Programas de Asistencia Financiera de años previos. La amortización de deuda de las provincias con la Nación suma $ 12.000 millones el año próximo. Para cubrir el bache financiero, la salida al mercado de capitales resulta una parada casi obligatoria que, sin embargo, tiene tres requisitos previos, señala la consultora privada:
La reapertura del canje de deuda de la Nación y su finalización exitosa.
Una mejora de las condiciones financieras externas.
Una propuesta creíble de la intención de los gobiernos locales es retomar la senda del equilibrio presupuestario perdida en 2007.
Las dos primeras son casi un hecho, la última aún es una incógnita, puntualiza el informe de CERX.
La situación fiscal de las provincias era comprometida antes del estallido de la crisis internacional, pero la recesión y la caída global del crédito empeoraron el panorama. Los distritos requieren con urgencia de fuentes de financiamiento genuinas, de una mejora en las administraciones tributarias locales, de expansión de la inversión y la producción, además de una política de ingresos y salarios consistente con la situación general.