Una cabalgata hasta a las nubes

Una cabalgata hasta a las nubes

En el trayecto, se ofrecen dulces con pan casero para "cargar las pilas".

AIRE PURO. La posada Las Queñuas ofrece un servicio de alta categoría. AIRE PURO. La posada Las Queñuas ofrece un servicio de alta categoría.
04 Diciembre 2009
Es un lugar exclusivo para turistas exigentes. El recorrido debe ser guiado por algún baquiano, mientras se atraviesan bosques de queñua, un árbol que crece en las aristas de la montaña y que tiene una corteza rojiza que se descascara como una cebolla.
Durante el viaje, antes de llegar a la posada, es posible cruzarse con doña Pancha Morales, una mujer de piel curtida por el sol que dedica su vida a la cría de cabras. Sorprende la vegetación que va cambiando a medida que se asciende por los cerros.
Los lugareños ofrecen tejidos y artesanías de cuero. Entre abril y diciembre es la época ideal por excelencia por los colores del paisaje. Además, cerca de fin de año se levanta la veda para la pesca de truchas en los ríos Chasquivil y Ternera Muerta, que forman el Ancajuli. En la montaña hay distintos puestos acondicionados para atender a los turistas durante la cabalgata. Este servicio incluye dulce de cayote, bollos y té caliente para hacer un alto en el camino. También puede prepararse un asado si es que se organiza con tiempo.
Arriba, en la posada, todo parece estar más cerca del cielo. A veces, algunas nubes se pasean presumidas entre de los pastizales.

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