30 Agosto 2009
"Estoy podrido de que nos sigan perjudicando", manifestó el DT en conferencia de prensa. Sostuvo que el fútbol es un negocio y que tienen que buscar la forma de que "ganen los equipos grandes".
Héctor Rivoira, DT de Atlético de Tucumán, criticó con dureza al árbitro Diego Abal y aseguró que el "decano" "fue estafado".
"Estoy podrido de que nos sigan perjudicando. No abrí la boca después de lo que nos hizo (Cristian) Faraoni contra San Lorenzo, pero esto de Abal ya supera todo lo que uno puede imaginarse", señaló ofuscado el entrenador.
Rivoira dijo que "lamentablemente el fútbol es un negocio y tienen que buscar la forma de que los equipos grandes ganen, porque ustedes (los periodistas) vieron lo que pasó el año pasado cuando les fue mal a los poderosos: hasta hubo que parar los torneos".
"En este círculo los equipos chicos tienen que pagar los platos rotos", insistió con su crítica.
"Porque cuando estuvimos 11 contra 11 fuimos superiores y parecía que Independiente era el equipo chico", apuntó.
"El equipo lució sólido, teníamos todo controlado hasta que este muchacho (por Abal) comenzó a hacer su trabajo y no paró hasta alcanzar el objetivo", añadió.
El técnico, que fue expulsado durante el cotejo, se cruzó con el árbitro en los pasillos del estadio cuando se retiraba y lo aplaudió irónicamente ante la mirada de los hinchas.
El penal a favor de Independiente, cobrado a raíz de una mano casual de Diego Erroz, y las expulsiones de César Montiglio y Fabio Escobar, quien estuvo menos de un minuto en la cancha el día de su debut en el fútbol argentino, son las acciones cuestionadas.
"El penal que le cobra a Erroz fue tremendo. Una vergüenza. Al paraguayo (Fabio Escobar) le sacó la amarilla y siguió mirándolo hasta sacarle la roja. Esto da asco. Pero nada es casual, el año pasado no estuvieron peleando los grandes y no se vendieron diarios, se paró el fútbol", argumentó. (Télam / DyN)
Héctor Rivoira, DT de Atlético de Tucumán, criticó con dureza al árbitro Diego Abal y aseguró que el "decano" "fue estafado".
"Estoy podrido de que nos sigan perjudicando. No abrí la boca después de lo que nos hizo (Cristian) Faraoni contra San Lorenzo, pero esto de Abal ya supera todo lo que uno puede imaginarse", señaló ofuscado el entrenador.
Rivoira dijo que "lamentablemente el fútbol es un negocio y tienen que buscar la forma de que los equipos grandes ganen, porque ustedes (los periodistas) vieron lo que pasó el año pasado cuando les fue mal a los poderosos: hasta hubo que parar los torneos".
"En este círculo los equipos chicos tienen que pagar los platos rotos", insistió con su crítica.
"Porque cuando estuvimos 11 contra 11 fuimos superiores y parecía que Independiente era el equipo chico", apuntó.
"El equipo lució sólido, teníamos todo controlado hasta que este muchacho (por Abal) comenzó a hacer su trabajo y no paró hasta alcanzar el objetivo", añadió.
El técnico, que fue expulsado durante el cotejo, se cruzó con el árbitro en los pasillos del estadio cuando se retiraba y lo aplaudió irónicamente ante la mirada de los hinchas.
El penal a favor de Independiente, cobrado a raíz de una mano casual de Diego Erroz, y las expulsiones de César Montiglio y Fabio Escobar, quien estuvo menos de un minuto en la cancha el día de su debut en el fútbol argentino, son las acciones cuestionadas.
"El penal que le cobra a Erroz fue tremendo. Una vergüenza. Al paraguayo (Fabio Escobar) le sacó la amarilla y siguió mirándolo hasta sacarle la roja. Esto da asco. Pero nada es casual, el año pasado no estuvieron peleando los grandes y no se vendieron diarios, se paró el fútbol", argumentó. (Télam / DyN)