"Estoy dedicado a una suerte de arqueología documental"

"Estoy dedicado a una suerte de arqueología documental"

Entrevista a Juan Bautista Yofre.

23 Agosto 2009
"Siempre cuento que estoy enfrascado en el análisis de papeles de hace 30 y 35 años en la Argentina, mientras que en la esquina de mi casa están quemando gomas". La contrastante descripción es de Juan Bautista Yofre, quien elige esa imagen para dejar en claro que no vive aislado de la realidad pero que es el pasado reciente, el negro ayer argentino, lo que consume las mejores horas de sus días.
El "Tata", como lo apodan, dialogó con LA GACETA Literaria durante su reciente paso por Tucumán. Es autor de dos libros que no demoraron en convertirse en best sellers a la vuelta del último año. El primero, Nadie fue, analiza los acontecimientos y las motivaciones que rodearon al golpe del 76, y a la vez trata sobre el desarrollo histórico de la Argentina de los 70 hasta la caída de Isabel Perón. Fuimos todos, luego, sería la continuación del primer volumen. En él retoma los avatares de nuestra historia desde el 24 de marzo de 1976 hasta la trágica Guerra de Malvinas, que detonó el final del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.
Ex embajador argentino en Panamá y ex secretario de Inteligencia del Estado durante el menemismo, el ex periodista revela que la génesis de sus dos últimos éxitos editoriales fue, precisamente, periodística. "En el año 2006 se cumplieron los 30 años del golpe del 24 de marzo. Entonces hablé con la Dirección Periodística de Ambito Financiero y planteé que los diarios iban a hablar sólo del día 24 de marzo de 1976. Propuse que había que contarle al lector lo que se había vivido previamente, con la finalidad de rescatar su memoria histórica. Entonces fui haciendo un relato desde el lunes 20 de marzo hasta el viernes 24. Fue la última vez que Ambito Financiero agotó sus ediciones. Perdónenme la falta de modestia, pero fue así. Todavía vivía Julio Ramos. Yo había sido jefe de Política del diario hacía muchos años", describió.
Ese fue, dice Yofre, el nacimiento del núcleo de Nadie fue. "Pero toqué las puertas de varias editoriales y no me querían escuchar. Entonces hice una edición de autor testimonial, de 4.000 ejemplares: volaron en una semana. Así pedí un crédito para hacer otra tirada de 5.000: volaron en otra semana. Y paré porque estaba manejándome con una imprenta. Pero ahí sí aparecieron las editoriales. Está bien: son las reglas del juego. Se presentó Sudamericana y me preguntaron cómo seguía esta historia. Y yo les dije que seguía con Fuimos todos: la historia del proceso. Una historia bastante crítica, desde el 24 de marzo hasta la debacle de Malvinas", relata.

Las fuentes
"Mi debilidad es trabajar sobre información dura: documentos e informes. Sobre eso me apoyo", dice Yofre. En todo momento, reivindica la objetividad -sin nombrarla- como un valor agregado de sus libros recientes.
"Escribo desde la frialdad. No tengo resentimientos ni persigo gente. Si hablo del caso (del secuestro y fusilamiento de Pedro Eugenio) Aramburu no lo hago para perseguir a (Roberto) Perdía. ¿Sabe por qué? Porque pertenecí a un Gobierno que indultó. Y eso en mi alma todavía está pendiente -confiesa, a modo de autocrítica-. Muchos montoneros trabajaron con (Carlos) Menem. Yo no me había sentado con un montonero hasta 1988. Los conocí cuando comencé a caminar alrededor de Menem. Y les dije: bueno, si van a respetar la Constitución de 1853, caminemos juntos".
Inmediatamente, arremete con una sentencia. "Lo que sí debo hacer es contar la historia como la veo y no sólo con una carga emocional o ideológica, que por cierto no la tengo. Quizás ese haya sido el secreto del éxito de mis libros. Eso y dedicarme a una suerte de arqueología documental. Tener la suerte de encontrar el archivo de la Cámara Federal Penal de la Nación del año 71 al 73. Tener la suerte de que, a partir de las separatas de Ambito Financiero, apareciera un señor y me regalara una valija llena de documentos. Y que gente que perteneció a las organizaciones armadas accediera a hablar conmigo y me diera información, frente a un grabador", detalla.

Lo que sigue
"Fuimos todos es la historia de una enorme decepción, como fue el fracaso del Proceso. Después vino la democracia en el 83. Y eso va a ser parte de otro libro mío", anuncia. Cuando LA GACETA  Literaria le pide más precisiones, cuenta que tiene un par de libros en la "cocina" y uno en el "horno".
"Tengo dos libros en mente. Uno que debo escribir es El Menem que yo conozco. Como periodista. Hablar de la interna del 88, que es la última que tuvo el PJ. Contar sobre la campaña nacional del 89: en un momento, yo era jefe de prensa de Menem, mientras mi hermano (Ricardo Yofre) era el jefe de campaña de (Eduardo) Angeloz. Y, después, el triunfo de Menem, la salida de (Raúl) Alfonsín, la composición del gabinete y mi paso por la SIDE. Esto último es una cruz que cargo conmigo: el gremio nunca me va a perdonar que fuera seis meses secretario de Inteligencia del Estado. A todo eso hay que contarlo: debo dar ese testimonio", asevera.
El otro libro, el segundo, me ha tenido caminando por Tucumán y yo lo llamaría Secretos íntimos. Es decir lo que me queda de los 70 y que no he escrito -explica-. Por cierto, tengo en la editorial un libro mío ya terminado, que se llama Documentos. ¿Qué es eso? Para que vean que no soy un tipo que anda con secretos, le doy al lector los documentos sobre los que escribí mis libros, para que el lector, además, sepa cómo es un informe militar, del ERP, de Montoneros o de quién sea". © LA GACETA

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