"Planteamos el taller Nonino como un espacio de resistencia"

"Planteamos el taller Nonino como un espacio de resistencia"

El emprendimiento del guitarrista Carlos Podazza y la cantante Patricia Juárez cumple 21 años. Mañana habrá un concierto especial, donde ellos, que son pareja, actuarán con sus hijos.

TODOS JUNTOS. Parte del grupo creativo y familiar que forman Carlos Podazza (sentado al centro) y Patricia Juárez (parada a la derecha) tocan esta noche. LA GACETA / ARCHIVO TODOS JUNTOS. Parte del grupo creativo y familiar que forman Carlos Podazza (sentado al centro) y Patricia Juárez (parada a la derecha) tocan esta noche. LA GACETA / ARCHIVO
12 Junio 2009
La creación del taller cultural Nonino encierra una historia de amor que trasciende la música. Carlos Podazza y Patricia Juárez crearon este espacio casi en simultáneo con la conformación de la pareja que sostienen hasta hoy. Por eso, la celebración de los 21 años es por partida doble y no sorprende que se crucen y entrelacen los motivos para brindar mañana a las 22, en el local de Las Piedras  586.
Ese día, ellos dos actuarán por primera vez junto a sus hijos Carlos, Damián, Daniel, Tania y Javier. Como invitados estarán Leandro Ulrico y las cantantes Carolina Sad Tejeda y Patricia Castro.
“Siempre sostuve que para estudiar están los conservatorios y las academias, y lo que quisimos hacer fue ofrecer un espacio de creación; planteamos a Nonino como un espacio de resistencia”, define .

Acción directa
El taller, constituido en cooperativa de trabajo en 1997 (es única en su tipo en Latinoamérica), fue durante mucho tiempo una de las pocas salas independientes de Tucumán, y fue a instancia de la lucha de Podazza, Juárez y muchos otros artistas que los acompañaron, que el Concejo Deliberante de la capital reglamentó el funcionamiento de los centros culturales. Nonino fue el primero en obtener una habilitación bajo esas características, que son diferentes a la de los bares, salones de fiestas y teatros.
“Esto se dio después de Cromagnon, cuando más difícil se puso para los locales dedicados al arte y a la cultura, y nosotros fuimos los únicos que podíamos abrir durante bastante tiempo”, dice Patricia, que además destaca que la sala tiene equipamiento propio, aire acondicionado y camarines.
El criterio de apertura del espacio se sostiene desde el inicio, y no hay límites para los elencos teatrales, grupos musicales o artistas plásticos en general. Sin embargo, uno de los pilares del centro cultural está en sus talleres, en especial el de guitarra que dicta Carlos Podazza.

Ampliando fronteras

Actualmente se dictan clases también de violín, danzas folclóricas, flauta traversa, percusión, canto popular y artes plásticas. Además, el taller abrió sucursales en avenida Aconquija 2.347 (Yerba Buena) y Corrientes 671 (Tafí Viejo).
Podazza dice que una de las satisfacciones más grandes de estos 21 años es saber que se cruzó con una parte muy importante de la cultura tucumana en todas sus disciplinas. “La propuesta fue siempre pluralista y así como apoyamos emprendimientos o a personas, recibimos mucho apoyo también”, señala.
Y recuerda que por sus talleres pasaron muchos de los más conocidos músicos tucumanos (al voleo recuerda a Lucho Hoyos, Claudio Giraud, Pablo González, Popi Quintero, Daniel Amani y sigue la lista). Pero no se considera su “hacedor”. “Acá tuvieron una base”, dice. Y cuenta que se siente orgulloso cuando compone un tema y lo toca, por ejemplo, González. “Lo hace mucho mejor que yo; así vale la pena”, comenta.
Las celebraciones continaurán el sábado 20, cuando Podazza y el pianista Nicolás Aiziczon presenten el espectáculo de tangos “La queja del bulin”.

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