La aparición de una mancha en las aguas del río Uruguay cerca de la pastera de Botnia llevó alarma al Gobierno y reabrió la controversia con la administración de Tabaré Vázquez por la presunta contaminación. La mancha era verdosa con manchas blancas, de consistencia aceitosa, y cubría una extensa superficie. El gobierno uruguayo y voceros de Botnia sostienen que se trata de algas.