“Hay un prejuicio social establecido”

“Hay un prejuicio social establecido”

Las agrupaciones locales de músicos creen que es una buena oportunidad para discutir a fondo el problema y alcanzar soluciones duraderas. Cuestionan el rol del Estado.

04 Febrero 2009

Acostumbradas pero no resignadas, las agrupaciones de músicos tucumanos encontraron en el cierre del teatro de La Paz la oportunidad de hacerse escuchar.
“Pensarlo como el cierre de un local es muy superficial; al problema hay que tomarlo de raíz. Hay un prejuicio social establecido, donde el rock no es una práctica artística”, dijo Santiago González, miembro de la banda Extrema Voluntad y de la UDU (unión del under). “La gente de la escena tiene que generar conciencia, que se comprometan y defiendan lo que hacen”, argumentó González, que está planeando un festival público y gratuito en la plaza Alberdi.
“La situación provincial es terrible. Creo que el teatro duró porque no convenía que explote. Ahora las bandas deberían juntarse y salir a luchar. El rock está desamparado por el Estado, pero hay formas de resistencia como las casas culturales y los after con bandas”, mencionó Manuel González, de Skaraway y del MUR (Músicos Unidos por el Rock). “En Tucumán hay 600 bandas y hay espacios, el Estado no nos ayuda. Ahora tienen que venir la reacción”, concluyó.
“El rock no genera recursos, por eso lo ignoran. Hay que seguir dando batalla y probar otros canales” dijo Daniel Fares, presidente de la UMITA (Unión de Músicos Independientes de Tucumán Autoconvocados) y violero de The Joncas.

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