El teatro de La Paz les cerró las puertas a las bandas de rock

El teatro de La Paz les cerró las puertas a las bandas de rock

Un directivo de la sala admitió que los organismos del Estado son menos estrictos con otro tipo de espectáculos, y habló de discriminación. Abrirán un nuevo local en Villa Alem.

NO VA MAS. Durante un año, el teatro de La Paz fue una especie de meca para el rock tucumano. LA GACETA / OSCAR FERRONATO NO VA MAS. Durante un año, el teatro de La Paz fue una especie de meca para el rock tucumano. LA GACETA / OSCAR FERRONATO
04 Febrero 2009

Las bandas tucumanas de rock tuvieron siempre problemas para conseguir dónde tocar, y a partir de la tragedia de Cromagnon la situación empeoró a pesar de los esfuerzos de los músicos por conseguir dónde encontrarse con su público. Durante 2008 quedaron muy pocos locales donde se pudieran juntar estos extraños de pelo largo. El teatro de La Paz se convirtió el año pasado en un espacio clave para el desarrollo de la movida, pero ya no se escuchará rock allí.
"La verdad es que me da mucha pena por los chicos, pero no va con el espíritu de la institución. La idea era darles albergue hasta que salga un lugar más apropiado para ellos, pero nunca sucedió. La comisión directiva decidió cancelar los conciertos de rock", dijo Sebastián Olarte, uno de los directivos de la biblioteca Alberdi, a la que pertenece el teatro.
"Recibimos denuncias de los vecinos por el aspecto de los chicos y quejas de los socios. Lo lamentamos mucho; con el presidente de la institución queríamos darle un espacio a la juventud", dijo Olarte, mostrándose bastante comprensivo con el problema que desde hace un tiempo inquieta al rock local.
"Creo que se hizo un espacio lindo para los chicos, pero recibimos muchas protestas. Yo no tengo de qué quejarme, en el teatro siempre se portaron excelente. Darío Acosta, quien se encargó del local el año pasado, lo manejó perfectamente, pero es un sector social mal recibido. Hubo quejas de organismos del Estado, que son más estrictos con las bandas de rock, porque otros eventos tienen menos de la mitad de exigencias; siempre te buscan algo. Hay mucha persecusión. Hablando con el Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación), nos dijeron que hay una tendencia a discriminar al sector", contó Olarte.
Después de un año conviviendo con el rock tucumano, Olarte mostró su respeto hacia la movida: "lo que la gente no entiende es que es arte, te guste o no. Es como que hay una cultura en la sociedad pero no la quieren ver. Pretenden tapar el sol con la mano. Y no va a funcionar. Los chicos se merecen un espacio".
Y parece que así será, ya que Acosta no se rinde, y se mudará a Villa Alem, donde está preparando el centro cultural El Refugio, con capacidad para 600 personas, y donde no sólo habrá recitales de música under, sino también talleres durante la tarde, un canal de chat, espacio para la prensa, y lo que quepa en la imaginación y las ganas (y claro, los permisos), de Darío, conocido como el Monstruo, y de quienes lo acompañan en esta lucha que va por otro round.

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