Críticas a los Kirchner y mensaje a la oposición

Críticas a los Kirchner y mensaje a la oposición

La velada empresaria reunió a los principales hombres de negocios, ejecutivos y profesionales de Tucumán. García González y Grondona cuestionaron al Gobierno.

AUDITORIO LLENO. Grondona habla sobre “La Argentina que viene” en Terrazas de San José. Una concurrencia récord lo escucha con atención. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO AUDITORIO LLENO. Grondona habla sobre “La Argentina que viene” en Terrazas de San José. Una concurrencia récord lo escucha con atención. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
30 Noviembre 2008

- La comida de cierre de actividades 2008 de la Fundación del Tucumán, que se realizó el viernes a la noche, reunió a 532 comensales, todo un récord de asistencia en estos encuentros. Esa participación dejó exultantes a los directivos de la Fundación, pese a que al comienzo de la velada tanto gentío y el aguacero complicaron la ubicación en las mesas.

- La fuerte tormenta que cayó compitió en la expectativa que había con los mensajes del invitado, el periodista y politólogo Mariano Grondona y del presidente de la institución, José Manuel García González. En un ambiente marcado por ruralistas, los alcances de la esperada lluvia sumó euforia a la reunión. Mario Ricci (consultor agrario) y hombres de campo explicaban que con un mayor nivel de humedad en los suelos se podrá salir a sembrar con mejores chances de cosecha.

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- El mundo de la politica tuvo un escaso nivel de representación. Por el Gobierno, se destacó la presencia del secretario de Planeamiento, Julio Saguir. Se esperó al ministro de Economía Jorge Jimenez, pero no fue. Los senadores Delia Pinchetti de Sierra Morales y Carlos Salazar (Fuerza Republicana) y la legisladora oficialista Carolina Vargas Aignasse compartieron mesa con gente de otro palo.

- El arzobispo de Tucumán, monseñor Luis Villalba, se excusó de asistir a la cena, pero envió un mensaje que fue recibido con aplausos. Recalcando palabras del último documento de los obispos, planteó que "todos tenemos que ser responsables del bien común y por ello hay que sumar, en lugar de restar; por eso soñamos con un Bicentenario de la reconcialiación y de la unidad de los argentinos".

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- Los presidentes de las centrales empresarias y de las asociaciones profesionales tuvieron asistencia perfecta. Raúl Robín (FET), Víctor Pereyra (Sociedad Rural), Roberto Sánchez Loria (Citrus), Julio Colombres (CART), Miguel Salas (nuevo titular de la Unión Industrial de Tucumán), Samuel Levy (Cámara de Turismo), Eudoro Aráoz (nuevo titular del Colegio de Abogados), Juan Carlos Morell (Graduados de Ciencia Económica) estuvieron en el salón.

- Mesas con fuerte representatividad como la que reunió a ejecutivos de EDET, encabezados por el gerente general, Günter Hoffman sobresalían en la disposición de la cena. Otras, agruparon a empresarios como Oscar Castillo y Oscar Luquín (comercio). Estuvieron Joaquín y Daniel Gargiulo, junto a Angel Alcántara y Arturo Longo (transportistas y expendedores de combustibles), Pablo Lucci (Citrusvil), el director industrial de Scania, Peter Björk, Carlos Stettler (HSBC), Juan Carlos Veiga (rector de la Unsta), Federico y Martín Mendez Uriburu, Clímaco de la Peña, entre muchos otros. Una amplia participación de emprendedores jóvenes también fue destacada.

- García González, presidente de la entidad, marcó en su discurso una visión común de los asistentes. "2008 será un año que no pasará inadvertido ni para los argentinos ni para la historia de la humanidad. Con la patética crisis del campo, uno de los más lamentables conflictos de las últimas décadas, el país ha perdido la oportunidad de exportar nuestra soja a U$S 500 o U$S 600", dijo.

- El clima crítico contra el Gobierno nacional estuvo presente en los diálogos. García González habló de "una confiscación al ahorro" (por la estatización de las jubilaciones privadas), de las infracciones institucionales, de la salida de U$S 8.000 millones. "En el mundo se analiza como restituir el crédito y acá se apropian del ahorro; esto genera más desconfianza". indicó.

- El mensaje del presidente fue duro contra la administración provincial,especialmente porque "no difunde en qué se va a gastar o invertir el dinero de los contribuyentes", por la "acotada libertad económica y por el déficit financiero en sus cuentas públicas, por arriba de la media nacional". Embistió contra la iniciativa oficial de cubrir interinamente los cargos de jueces vacantes. "Es la pérdida de una Justicia independiente del poder político", sostuvo.

- La exposición de Grondona fue escuchada en medio de la cena. Quedó claro que tenía muchos seguidores. Fue elogiado, hubo quienes se tomaron fotos con él y lo compararon con la posición que asumen periodistas de EEUU, porque mostró su preferencia política."Ojalá todos los públicos fueran como el de esta noche", le dijo a LA GACETA.

- El disertante invitado habló directamente de la necesidad de pensar en el poskircherismo. Con referencia a Juan B. Alberdi, sugirió que el gran pensador tucumano mostró "cómo se puede salir de una situación sin salida y construir 80 años de prosperidad y estabilidad, tras la caída de Rosas". Pero, insistió en que en el país "por ahora no hemos logrado armar una oposición, un proyecto alternativo". Planteó que más allá de la bronca que genera el actual Gobierno "es necesario imaginar un modelo y un proyecto de oposición creativa". "Podemos intentar crear un Alberdi colectivo para cuando termine el kirchnerismo", agregó.

- Grondona cuestiono al gobierno de Cristina Kirchner y dejó sugerida la posibilidad de que Néstor Kirchner pueda estar conformando una dictadura."El decide; ella explica. Kirchner es un maestro involuntario, porque mostró todo lo que no debe hacerse .Con los valores republicanos, el futuro poskirchnerista será brillante", dijo.

- Al momento de las preguntas, el expositor Julio Saguir dejó en claro que no compartía muchas líneas del mensaje de Grondona El funcionario aceptó la necesidad del diálogo, pero le advirtió al periodista que no puede dejarse de lado a ningún sector. Fue el único momento discordante de la cena que terminó con un baile al ritmo de Gringa Stenvers.

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