Ambulantes levantan locales de ladrillos sobre la vereda

Ambulantes levantan locales de ladrillos sobre la vereda

Los vendedores argumentaron que los gazebos no soportan ni las lluvias ni el viento. Un funcionario advirtió que si no tiran abajo las paredes, lo hará el municipio. Los puesteros recordaron que les habían prometido un sitio en el Predio Ferial.

CAMBIO INESPERADO. Las construcciones modificaron el paisaje  de la avenida Sáenz Peña al 100 y complicaron el tránsito de los peatones. LA GACETA / HECTOR PERALTA CAMBIO INESPERADO. Las construcciones modificaron el paisaje de la avenida Sáenz Peña al 100 y complicaron el tránsito de los peatones. LA GACETA / HECTOR PERALTA
27 Noviembre 2008

La segunda cuadra de la avenida Sáenz Peña cambió su apariencia. En la vereda este ya no están los gazebos donde trabajaban los vendedores ambulantes. Fueron reemplazados por locales de ladrillos o de bloques. Estos ocupan dos metros del ancho de la vereda. Las paredes tienen entre uno y dos metros y medio de alto. Queda libre un espacio angosto para el paso de los peatones. Además, mediante toldos o sogas, forman una suerte de techo de mercancías debajo del cual apenas se puede transitar.
Para que dejaran las calles céntricas, en 2006, la Municipalidad instaló los gazebos en los que cada vendedor acomodó su puesto, y realizó la correspondiente conexión eléctrica. Pero desde hace dos semanas, argumentando que los gazebos "no resisten las lluvias ni el viento", los ambulantes comenzaron a construir paredes. Como techo, hicieron enrejados metálicos, sobre los que colocaron lonas o chapas.
Las paredes de mampostería, sin revoque ni pintura, dan marco a los toallones de colores, los CD truchos, los salvavidas y juguetes inflables, la ropa, los artículos de belleza y de higiene personal y los cientos de otros productos que ofrecen.
"Nos habían prometido algo mejor que la vereda, pero el Gobierno no cumplió. Por eso construimos los locales con nuestros propios ladrillos", declaró Carmen, con evidente animosidad. Pese a la seguridad con que se expresaba, pidió que su apellido se mantuviera en reserva. "Este lugar no es el ideal; algunos días gano sólo $ 35. Pero no podemos volver al centro, porque tenemos que respetar la ley", se quejó. "Nos habían prometido baños y agua corriente, pero tenemos que ir a una estación de servicio para usar los sanitarios", detalló.

Contradicciones
René Conde, presidente de la Asociación Civil Nuevo Abasto, que nuclea a estos vendedores ambulantes, afirmó que tienen permiso por decreto municipal para construir locales en la vereda. "No tuvimos otra opción, ya que el Gobierno no nos dio un lugar para trabajar", afirmó.
Sin embargo, el subsecretario de Planificación de la Municipalidad, Luis Lobo Chaklián, recordó que está prohibido construir en la vereda, ya que se trata de un espacio público. "No se puede colocar mesas ni sillas sin permiso municipal; mucho menos edificar locales", advirtió.
El funcionario dijo que si los ambulantes no desmantelan las paredes de mampostería, la Municipalidad lo hará.
El director de Tránsito y de la Vía Pública, Miguel Angel Molins, informó que ya se tomaron medidas, luego de que se efectuó una inspección. "Les enviamos notificaciones a los puesteros para que no sigan construyendo en la vereda. Pero aún no se definió qué hará la Municipalidad con los locales ya levantados", explicó. Conde negó que los vendedores hayan recibido alguna notificación. Por el contrario, aseveró que ningún funcionario se había puesto en contacto con ellos.
La promesa consistía en construir locales dentro del Predio Ferial. Las obras se iniciaron el año pasado, pero no finalizaron.

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