Leve disminución de la lucidez

Leve disminución de la lucidez

El ex mandatario expresa un discurso lógico, aunque de pobre contenido.

20 Julio 2008
En varios pasajes del informe efectuado, la junta de profesionales que lo examinó resaltó la leve disminución de la lucidez, el cuadro depresivo y la emotividad exacerbada que se advierte en Antonio Bussi. No obstante, hay otras observaciones menos terminantes en las que se basó el fiscal general ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal, Alfredo Terraf, para poner en entredicho la conclusión de que el ex gobernador no se encuentra en condiciones mentales de comprender los hechos que se le imputan y, por ende, de afrontar el juicio oral.
En el acápite dedicado al examen psíquico puede leerse: “el contenido de su pensamiento está levemente disminuido, como así también su orientación temporo-espacial. Con un pensamiento lógico, pero con signos de estereotipia. El paciente se muestra como incapaz de historizar, pero queda en el diagnóstico la duda sobre si la naturaleza de esta manifestación responde a razones orgánicas (propias de la patología y de su edad) o a una resistencia a afrontar la situación actual”.

Disidencia
El diagnóstico termina con que Bussi padece un cuadro depresivo mayor de grado moderado. El psiquiatra Martín Wilde, uno de los dos médicos que actuó como perito de parte ofrecido por la defensa del ex gobernador, dejó en claro su disidencia por considerar que el imputado presenta un síndrome depresivo grave reactivo. “Está disminuido en su lucidez y poco conectado con la realidad circundante. Manifiesta inhibición ante el interrogatorio expreso, respondiendo de modo impreciso. Presenta angustia, crisis de llanto, irritabilidad, ansiedad, insomnio, astenia, sensación de desamparo y desasosiego, impotencia e incertidumbre atribuible a sus dolencias orgánicas y a la pérdida de su libertad. Esto, acompañado de alarma y temor habitual”, aseveró el profesional.
En el punto referido a las entrevistas y test psicológico, la junta señaló: “se observa una tendencia a la negación de la problemática psíquica implicada, ya que pone el acento en su enfermedad médica. Apreciamos un discurso lógico, correspondiente a la realidad, aunque pobre en el contenido”.

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